BRONQUIOLITIS Y CATARROS: QUÉ SON Y CÓMO PREVENIRLOS

Catarros y bronquiolitis son las infecciones respiratorias más comunes entre los niños pequeños

Las infecciones respiratorias en los niños y bebés son una de las causas más comunes de visita al pediatra durante los primeros años de vida. Pero, ¿sabemos realmente lo que son? ¿son eficaces los antibióticos contra ellas? ¿cuándo debemos consultar al pediatra?. Despejar esta y otras muchas dudas era el objetivo del taller de infecciones respitatorias organizado por Alianza Aire  con la colaboración de Madresfera y que fue impartida por la doctora Mª del Carmen Luna, Pediatra del Hospital Materno Infantil Doce de Octubre de Madrid. 

 

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  • ¿Cómo podemos diferenciar un simple catarro de una bronquiolitis?

En un primer momento tenemos que hablar de dos tipos de infecciones respiratorias:

Las que afectan a la parte superior del sistema respiratorio, es decir, nariz y faringe (llamadas de vías aéreas altas). Aquí se encontrarían los catarros.

Las que afectan a la parte inferior del sistema respiratorio (dónde se encuentran los pulmones, bronquios, bronquiolos y alveolos), o llamadas de vías aéreas bajas. La más común de este grupo es la bronquiolitis, en la que los bronquiolos se inflaman y como consecuencia las vías respiratorias se estrechan impidiendo la normal circulación del aire.

Los síntomas de las dos enfermedades suelen ser comunes: tos, fiebre, moco y malestar general. Habitualmente la bronquiolitis comienza como un catarro de vías altas y hasta que no pasan unos dos o tres días no se sabe si va a derivar en bronquiolitis o no, por eso lo mejor es ir observando al niño para ver cómo se va desarrollando el proceso. Vamos a pasar a describir los dos procesos para ver

CATARRO

Sus síntomas más comunes son la fiebre, tos, moco o malestar general.

Los causantes son los virus (mas o menos hay unos 200).

No porque salgan a la calle o al patio cuando hace frío van a acatarrarse, si no que hay más riesgo  cuando están en la guardería o en ambientes cerrados o mal ventilados debido al contagio con otros niños. 

Los antibióticos no cambian la evolución del catarro, ya que son eficaces ante las bacterias, no ante los virus.

La tos es un mecanismo de defensa que tiene el cuerpo para liberar las vías respiratorias. No está indicado el uso de medicamentos para evitar la tos, ya que no se ha demostrado su eficacia y, además, muchos contienen sustancias como la codeina que pueden ser más perjudiciales que beneficiosas en los niños.

La fiebre es un mecanismo de defensa del cuerpo, nos indica que nuestro sistema inmunitario está funcionando ,  y no debemos asustarnos cuando aparece. Se recomienda el uso de medicamentos como el ibuprofeno o el paracetamol y no utizar métodos para bajar la fiebre rápidamente como meter al niño en agua templada, más que nada porque es muy desagradable para la persona que tiene fiebre.

 

 BRONQUIOLITIS

La bronquiolitis es una infección respiratoria de origen vírico. Mientras en los adultos sanos y niños mayores de 2 años la bronquiolitis suele cursar como un proceso leve, con los síntomas similares a un catarro (tos, algo de fiebre, congestión y mocos), en los niños menores de 2 años (lactantes o bebés), y especialmente en determinados grupos de riesgo, la infección puede cursar con más impacto, incluso conllevar la hospitalización.

La bronquiolitis consiste en la obstrucción del aire de los bronquiolos, unas vías respiratorias que son más pequeñas en el caso de los bebés, que se encargan de transportar el oxígeno por los pulmones, desde los bronquios (vías respiratorias más grandes) hasta unas bolsitas en las que se hace el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono llamadas alvéolos pulmonares.

Por lo general la bronquiolitis puede durar entre 7 y 32 días, aunque la media de duración suelen ser 15 días.

La bronquiolitis es más frecuente en los meses fríos y el causante es el Virus Respiratorio Sincital (VRS) Este virus se conoce también popularmente como el “virus de los bebés” precisamente por la incidencia que tiene en los menores de 2 años y su impacto.

 

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Normalmente los síntomas suelen ser tos, fiebre y mocos, pero en el caso de los menores de dos años hay que observarlos e ir al médico cuando observemos alguno de los siguientes síntomas:

La tos empeora

Dificultad para respirar (se marcan mucho las costillas y el abdomen se mueve mucho)

Ruidos en el pecho como silbidos o pitos

El niño no quiere tomar agua o alimentos

Somnolencia y decaimiento

El niño tiene los labios o las puntas de los dedos de color azulado

 

Al igual que pasa con los catarros los antibióticos no son útiles (a no ser que deriven en otras complicaciones en los que ya se tengan que suministrar) y lo único que podemos hacer es ayudar a que pase el proceso manteniendo la hidratación, haciendo lavados nasales o por ejemplo no fumando en casa.

 

¿Qué niños son los que tienen más riesgo de padecerlas?

Bebés prematuros – son vulnerables al contagio a causa de la anatomía de sus vías respiratorias, menos desarrolladas y por disponer de menos anticuerpos de transferencia materna. Esto conlleva a un mayor número de ingresos y un mayor requerimiento de asistencia respiratoria. 

Bebés con cardiopatías congénitas – el contagio por VRS puede complicar una cardiopatía de manera grave. Estos niños tienen mayor riesgo de sufrir infecciones respiratorias graves y a menudo, han de ser ingresados por ello. 

Bebés con síndrome de Down (SD) – por sus características físicas, alteraciones morfológicas de las vías respiratorias superiores e inferiores, alteraciones inmunológicas, hipertensión pulmonar e hipotonía muscular, los niños con SD constituyen un grupo que tiene mayor vulnerabilidad ante una infección respiratoria grave por VRS. 

Niños con enfermedades pulmonares 

¿Cuando tengo que acudir al médico?

 Si es menor de 3 meses y empieza un catarro es recomendable visitar al pediatra aunque no tenga fiebre.

  • Si vemos que el apetito ha disminuido mucho
  • Si oímos «pitos» o ruidos en el pecho
  • Si tiene fiebre durante más de 3 días
  • Si tiene dolor de oídos o le supuran
  • Si tiene dificultad para respirar (vemos que se le hunde el pecho)
  • Está deshidratado
  • Tiene un color azulado en los labios o en la punta de los dedos

 

¿Cuales son los tratamientos más eficaces?

En el caso de los catarros no hay ningún fármaco que los cure, simplemente esperar de 7 a 10 días, que es lo que suele tardar en curarse e intentar aliviar los síntomas no abrigando al niño, administrando antitérmicos (ibuprofeno o paracetamol); echar suero en la nariz (se recomienda más que aspirar porque ésto puede irritarles más), hacer las comidas más frecuentes y pequeñas.

En el caso de la bronquiolitis sobre todo lo que hay que adoptar es una serie de medidas para evitar que los niños se contagien. Una de las más efectivas es el lavado de manos con agua y jabón 

Lavado de manos Día enseñar en la escuela

El lavado de manos es clave en la prevención de la bronquiolitis

 

Extremar las medidas si tenemos un niño de menos de 2 años con hermanos que vayan a la guardería o colegio.

Lavar las superficies y juguetes que han estado en contacto con los niños.

Evitar el tabaco en casa

Extender la lactancia materna más allá de los 4 meses.

 

  • ¿Ayudan otro tipo de tratamientos o  como la homeopatía, humidificadores o fisioterapia respiratoria?

Según la doctora Luna no hay estudios que corroboren la eficacia de estos tratamientos.

 

MI EXPERIENCIA PERSONAL

Mis dos hijos han sido siempre proclives a tener catarros, bronquitis, otitis y bronquiolitis. El primero de ellos cada vez que tenía un catarro le derivaba en otitis, por lo que el primer y segundo año no había mes que no tuviésemos que bajar al pediatra. A partir del segundo año se nota que ya las defensas son mayores porque noté un cambio muy importante.

Mi segunda hija tuvo bronquiolitis con 2 meses; su hermano llevaba ya dos semanas tosiendo mucho y bajé a la farmacia para comprar un jarabe infantil para la tos. Lo que hizo el jarabe fue esconder el problema, puesto que el virus seguía ahí. Unos días después mi hija comenzó a respirar con dificultad y a toser y la llevamos a urgencias. Allí le hicieron pruebas y nos dijeron que tenía el Virus Respiratorio Sincital (VRS) y la pasaron a una sala para admnistrarle tres dosis de ventolín.

Cuando salimos del hospital la niña iba muy nerviosa, pero yo lo achaqué a que estaba malita. Me acerqué al centro de salud para que me recetasen unas medicinas y la pediatra vio algo raro y le puso el pulsómetro: la niña tenía 210 pulsaciones por minuto. Me dijo que la llevásemos a otro hospital porque en niños tan pequeños no se debía suministrar Ventolín porque podía provocarles taquicardias y que en realidad no les hacía nada. Imaginaos el susto; llegamos al Hospital Doce de Octubre, dónde nos trataron fenomenal, tuvieron a la niña en observación y poco a poco le fueron  bajando las pulsaciones.

También conozco otro caso en el que la niña tuvo que estar ingresada con un mes por el VRS. Aunque parezca una tontería podemos evitarnos estos sustos lavando bien las manos a los niños o intentando que estén lo menos posible en ambientes con alto riesgo de contagio. Se que cuando hay un hermanito en casa es más difícil separarles, pero si tenemos un bebé pequeño es mejor pasarnos de cautos que luego tener que recurrir a las urgencias.

5 comentarios
  1. yyoconestasbarbas
    yyoconestasbarbas Dice:

    Wow! ¡Genial post resumen de la charla! La verdad es que me pareció realmente interesante, (soy el único papá bloguero que acudió al evento…), y pude sacar varias conclusiones muy ESCLARECEDORAS al respecto. Y el descubrimiento del local, todo un puntazo, como anécdota. Eso sí, como punto «negativo» por así decirlo, creo que el inicio con la actividad de yoga, si bien también fue algo curioso, le restó algo de tiempo a la charla, y hubiera estado genial poder profundizar un poco más.

    ¡Un saludo!
    https://yyoconestasbarbas.wordpress.com/

    • MC
      MC Dice:

      Si, opino lo mismo que tú, pero supongo que la ponente vendría tarde o que no estaba todo preparado y tuvieron que improvisar algo. Creo que es un tema que no está de más conocer porque a casi todos nos ha tocado de cerca.

  2. Verónica Reng
    Verónica Reng Dice:

    Excelente artículo, me viene de perlas porque mi bebita esta con bronquiolitis con sólo dos meses, ahora me quedó con la duda porque le han recetado ventolin, hoy tiene revisión. Lo preguntaré. Xoxoxo

  3. Trucosdemamas
    Trucosdemamas Dice:

    La mía lo tuvo con dos y medio, exactamente el VRS que le pegó su hermano, y le pusieron en el propio hospital ventolín. Al salir de allí me pasé por la pediatra para que me hiciese unas recetas y me dijo que era un locura lo del ventolín pq no tenían bien formados los pulmones hasta los 6 meses y que no les hacía nada. Me mandó a otro hospital pq tenía 210 pulsaciones por minuto y allí la tuvieron en observación un día.

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