La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomiendan alimentar a los bebés exclusivamente con leche, preferiblemente leche materna, desde el nacimiento hasta los seis primeros meses de vida. Una vez cumplidos estos seis meses, la lactancia materna y la leche de fórmula no cubren los requerimientos nutricionales de los más pequeños, por lo que se hace necesaria la introducción de la alimentación complementaria.  

Aunque la leche seguirá siendo una parte fundamental de la dieta del bebé en los primeros meses, la Asociación Española de Pediatría recomienda mantener la lactancia materna de forma exclusiva durante los 6 primeros meses de edad y, a partir de ese momento, añadir de forma progresiva el resto de los alimentos, manteniendo la lactancia materna a demanda todo el tiempo que madre e hijo desee. 

Por este motivo, las madres y los padres deben ir introduciendo progresivamente nuevos alimentos que ofrezcan energía y nutrientes adicionales para complementar la alimentación infantil para garantizar el correcto crecimiento y desarrollo del bebé.  

Los cereales son uno de los primeros alimentos que toma el bebé cuando se inicia en la alimentación complementaria, ya que aportan energía y nutrientes importantes como el hierro, el calcio y las vitaminas. Dentro de este grupo de alimentos se pueden encontrar los cereales infantiles sin gluten (arroz, mijo, amaranto, trigo sarraceno, quinoa o maíz, entre otros) y con gluten (trigo, cebada, avena o centeno, entre otros).

¿Cuándo introducir las papillas de cereales sin gluten?

Al principio, ya sean cereales sin gluten para bebés o en el momento en el que introduzcamos el gluten, hay muchas formas de ofrecer cereales a nuestros pequeños.  

El pediatra siempre nos indicará cuando empezar la alimentación complementaria, y aunque normalmente sobre los seis meses se van introduciendo alimentos, nos pueden recomendar ofrecer papillas de cereales sin gluten para bebés incluso antes, normalmente a partir de los cuatro meses.  

Las madres y los padres deben prestar atención a las señales que indican que su pequeño está preparado para la introducción de las papillas de cereales sin gluten, y que puede manejar y tragar de forma segura este tipo de alimentos.

¿Cómo preparar las papillas de cereales sin gluten?

Las papillas se han convertido desde hace años en la manera más sencilla y habitual de darle cereales sin gluten a nuestro bebé. Estas papillas se pueden preparar con leche materna o con leche de fórmula y la introducción se debe hacer lentamente.   

Es recomendable comenzar a darle la papilla poco a poco, con una cucharada poco abundante e ir incrementando la cantidad progresivamente, ayudando a que el bebé se acostumbre al cambio de textura a su ritmo. Siempre que queramos introducir un nuevo alimento al bebé, debemos hacerlo de una manera lenta y suave.  

Hemos probado la mejor receta de roscón de reyes del mundo…bueno, o casi y os podemos asegurar que en cuanto la hagáis vais a repetir seguro.

Desde pequeña me ha encantado el roscón de reyes y cuando con 15 o 16 años comencé a cocinar siempre me obsesionó una cosa: logra hacer un roscón de reyes como el que hacen en las mejores pastelerías.

Cada año lo intentaba, una vez me salía duro, otra seco, otra se me quemaba.. Cada año cambiaba de receta para ver si lograba lo que estaba buscando: al final el año pasado lo logré mezclando dos recetas: la de Bolo do Rei  o roscón de Reyes Portugués y la de la página web de Velocidad Cuchara La receta se puede hacer con o sin Thermomix (con la máquina sale mejor porque el amasado es diferente). Hemos puesto entre paréntesis la forma de hacer ciertos pasos si no tenemos Thermomix. 

¡¡Os aseguro que es todo un éxito!!

Receta roscón de reyes

ROSCON DE REYES “TRUCOS DE MAMÁS”

Ingredientes: 

450 gr de harina de fuerza (para la receta yo utilizo de la Mercadona, es la que mejor resultado me ha dado de todas las que he probado)

130 gr de azúcar

La cáscara de una naranja y un limón (solo la parte exterior, sin la parte blanca)

130 gr de leche

70 gr de mantequilla

3 yemas de huevo

25 gr de levadura fresca

El zumo de una naranja

1 pizca de sal

25 gr agua de azahar

1 huevo, frutas escarchadas y azúcar para decorar

y por supuesto ¡una sorpresa!!

Pasos a seguir

1. Pesa la harina y resérvala en otro recipiente.

2. Poner en el vaso de la Thermomix el azúcar junto con las cáscaras de naranja y limón y pulverizar 15 seg. a vel 9 (si no tenemos Thermomix podemos hacerlo con robot de cocina o con la minipimer intentándolo dejar lo más pulverizado posible)

3. Añadir la leche y la mantequilla. Poner 30 seg/ 37º/ vel 6 y luego volver a programar 30 seg/vel 9 (esto podemos hacerlo calentando a fuego lento la leche y la mantequilla para que se mezclen bien)

4. Añadimos las yemas de huevo, la levadura, el zumo de naranja y el agua de azahar y mezclamos unos pocos seg. a velocidad 3 (sin Thermomix podemos mezclar todos los ingredientes con la minipimer durante unos pocos segundos)

5. Con la Thermomix programada en vel. 3 vamos volcando poco a poco la harina a través del cubilete y al final añadimos una pizca de sal. (vamos incorporando la harina tamizada y vamos mezclando todo hasta lograr una masa pegajosa)

6. Amasamos 3 min en velocidad espiga. Comprobamos que la masa no se agarra a las paredes y si es así espolvoreamos un poco de harina y seguimos amasando unos pocos seg. a la misma velocidad. (Aquí tendremos que amasar a mano unos 10-15 minutos hasta que veamos que todos los ingredientes se han fundido y creamos una masa homogénea. Como hemos dicho antes la masa tiene que quedar un poco pegajosa)

 

 

7. Dejamos reposar la masa, con el cubilete puesto encima, hasta que se desborde y este se levante. (Más o menos unas 2-3 horas). Una vez que esto ocurre presionamos la masa para meterla dentro del cubilete y amasamos de nuevo a la misma velocidad (espiga) durante 1 minuto. (Sin Thermomix dejamos la masa en un recipiente tapada con un paño hasta que doble el tamaño (como unas 2-3 horas aproximadamente)

8. Sacamos la masa y la espolvoreamos con harina para trabajar con ella y le damos la forma del roscón. Ponemos las frutas escarchadas y lo dejamos reposar hasta que doble su tamaño (unas 2-3 horas máximo). Aquí es importante el tiempo de la subida;  no debemos dejar que suba más de ese tiempo (máximo unas 3 horas) ya que si no subirá mucho y luego bajará y quedará aplastado.

9. Lo pintamos con huevo y con las manos húmedas cogemos azúcar y formamos pequeños montoncitos que echamos por encima

10. Colocamos un papel de horno o engrasamos la bandeja con mantequilla y horneamos unos 15-20 minutos a 200º.

 

Seguro que much@s de vosotr@s tenéis algún hijo o amigo que tenga alergia a la proteína de la vaca.

Nosotras ya hemos hablado de este tema alguna que otra vez, puesto que tenemos un sobrino que desde pequeño ha tenido este problema.

Hoy os traemos la receta de un bizcocho de limón elaborado sin leche ni yogur.

Para el bizcocho necesitaremos:

3 huevos medianos
1 yogur de soja de limón o natural (yo los compré en Dia)
2 medidas de yogur de azúcar (blanco o moreno)
1 medida de yogur de aceite de girasol o de oliva suave
3 medidas de yogur de harina de repostería
1 sobre de levadura
ralladura de un limón


Batimos los huevos, el azúcar, el aceite y el yogur, la harina y la levadura. Ponemos la ralladura de limón (solo la parte amarilla) y metemos en el horno una media hora a 180 grados.

Una dieta sana y equilibrada es importante a cualquier edad pero lo es aún más en el momento en el que se está viviendo un proceso de desarrollo, como ocurre con los más pequeños de la casa. Será a ellos a quienes habrá que prestar una mayor atención a fin de que su salud actual se mantenga pero también para evitar que puedan tener otro tipo de problemas en el largo plazo. En ocasiones, con las vidas ajetreadas que llevan ambos padres no resulta ni siquiera sencillo el poder prestar atención a este aspecto tan fundamental y es aquí donde empresas como Knoweats pueden resultar de gran ayuda. Lo que ofrecen es distintos tipos de comidas a elegir, ya preparadas las cuales las mandan, directamente, al lugar que se desee, en perfecto estado de conservación y siempre garantizando los ingredientes más frescos del mercado.

De esta manera tan sencilla se puede contar con unos tuppers saludables a diario, sin importar el tiempo de que se disponga. Eso sí, hay que tener muy en cuenta qué es lo que se querrá pedir o, en el caso de poder hacerlo, cocinar. Por supuesto hay platos de lo más apetecibles y siempre están las preferencias de cada persona pero, una vez más, aquí el equilibrio será fundamental.

Al menor hay que hacerle entender, de la mejor manera posible y siempre dando ejemplo los mayores, que es importante comer de todo. De hecho, si se les acostumbra desde bien pequeños lo más habitual es que esto no sea un problema cuando son más mayores.

Igualmente importante es el estar al día del menú que ofrecen en el colegio al que acudan (en el caso) para tratar que todo en su conjunto esté compensado. Si se tienen dudas lo único que habrá que hacer es ponerse en contacto con el centro docente porque ellos siempre están dispuestos a ayudar a ofrecer todo tipo de información en este sentido.

Alergias o intolerancias

Más allá de que haya platos de comida que gusten más o menos lo que tampoco se puede olvidar es que algunos niños muestran un cierto rechazo a determinados alimentos porque, de manera instintiva, saben que no les hacen bien. Suele ser así como los padres acuden al médico para averigüar qué es lo que sucede. En cualquier caso no está de más el prestar un poco de atención en lo que a esto se refiere. En ocasiones se trata de una cierta sensibilidad, como puede ocurrir con el colón irritable y, en otros casos, se puede presentar una alergia o tener una intolerancia.

El caso del gluten es de los más conocidos en los últimos años porque han sido muchas las personas afectadas las que se han dado cuenta de que de ahí provenía el orígen del problema. Y, además, de vez en cuando darles algún que otro capricho para que el comer no resulte ser una obligación sin más sino que aprendar a disfrutarlo también puede resultar interesante.

Sea como sea, los productos con los que se llenen esos tuppers siempre han de ser frescos y de calidad. Algunos supermercados bio pueden ser algo más caros pero la diferencia es más que notable y, como ya apuntado, si a diario no se tiene el tiempo de preparar comida, el saber que hay empresas amigas como la mencionada siempre es una alternativa a tener en cuenta.Zona de los archivos adjuntos

¿Os acordáis cuando éramos pequeños cómo triunfaban los bollycaos en las meriendas al salir del colegio? Pues justo hoy he visto una receta en internet y me he decidido a hacerlos yo misma.

Habitualmente estos bollos llevan crema de cacao dentro, por lo que tienen bastantes calorías, pero yo los he hecho con un nuevo producto que ha salido al mercado que tiene un 70% menos de grasa que las cremas de cacao que podemos encontrar en cualquier supermercado y no lleva aceite de palma.

 

MENOS GRASA Y AZÚCAR

Los productos de los que os hablo son Chocobó Avellanas y Chocobó blanco, y la principal diferencia con otras cremas de cacao es que están elaboradas con queso,  y que entre sus ingredientes tampoco encontramos ningún tipo de aceite vegetal (de palma, girasol etc.)

Al no incluir aceite en sus ingredientes tienen mucha menos grasa (como podéis ver en esta foto comparativa que he hecho de las cremas Chocobó y de una crema de cacao normal. )

Así mismo tienen casi la mitad de azúcar que una crema de cacao convencional, como podéis ver en la foto

 

Crema de cacao

Crema de cacao habitual con un 30.9 % de grasa por cada 100 gr. /56.3 azúcares.

 

 

CREMA DE CACAO

Chocobó avellanas con un 11.5% de grasas por cada 100 gr. /24 % azúcares

Estas cremas están elaboradas por Quescrem,  una pequeña empresa gallega ubicada en Lugo y, además de estos dos productos tienen otros que podemos utilizar,  tanto como para comer solos como para la cocina, incluyendo quesos sin lactosa, cremas de queso manchego o con torta del casar o diferentes tipos de quesos para untar.

Y ahora vamos con la receta de los bollycaos:

 BOLLYCAOS CASEROS 

 INGREDIENTES

  • 110 gr de leche entera
  • 12 gr de levadura fresca de panadería
  • 30 gr de aceite (oliva o girasol, el que tengáis por casa)
  • 1 yema de huevo y 1 huevo para pintar los bollitos
  • 1 cucharada de extracto de vainilla (yo no tenía y he utilizado un sobrecito de azúcar vainillada)
  • 250 gr de harina de repostería
  • 50 gr de azúcar blanquilla
  • 1 pizca de sal
  • 1 tarrina de Chocobó Avellanas

PREPARACIÓN CON THERMOMIX

1.- Vertemos la leche en el vaso, junto con la levadura desmenuzada con la mano y programa 3 minutos, 37ºC, velocidad 3.

2.- Añadimos los demás ingredientes (aceite, yema de huevo, extracto de vainilla, harina, azúcar y sal) y lo ponemos 3 minutos a velocidad espiga. Luego ponemos la masa en un bol, al que previamente hemos untado aceite, y lo cubrimos con un film transparente. Lo dejamos reposar hasta que doble su tamaño (una hora más o menos).

3.- Dividimos la masa en 6 partes iguales. Espolvoreamos la mesa de trabajo con un poco de harina y con un rodillo (yo suelo utilizar el rollo de papel film o una botella) estiramos las bolitas haciendo una forma un poco cuadrada (mirad en la parte superior de la foto cómo quedan una vez que los doblamos).

 

 

 

4.- Echamos dentro de cada bolita dos cucharadas de Chocobó Chocolate y Avellanas.Y vamos doblando los bordes y luego lo enrollamos como si fuese un rollito de primavera. Lo colocamos en una bandeja con papel de horno haciendo que la parte del doblez quede para abajo.

 

 

 

 

5.- Separamos bien los bollitos unos de otros (luego crecen y se pueden pegar si los juntamos) y los tapamos con un paño hasta que doblen su tamaño.

6.- Pintamos los bollycaos con un pincel con huevo y los metemos en el horno a 180º hasta que estén dorados (unos 12-15 minutos).

 

 

 

 

PREPARACIÓN SIN THERMOMIX

 

Para las que no tenéis Thermomix o algún tipo de robot de cocina la receta sería la siguiente

(Con esta receta salen unas 10 piezas)

  • 550 gr de harina de fuerza
  • 40 gr azúcar, 60 gr mantequilla
  • 15 gr levadura fresca
  • 250 ml leche entera
  • 2 huevos
  • 10 gr de sal, 1/2 cucharadita aroma vainilla
  • 1 huevo batido para barnizar
  • 1 tarrina de Chocobó Avellanas

 

ELABORACIÓN

  1. Ponemos en un bol todos los ingredientes excepto el Chocobó Avellanas. Mezclamos todos los ingredientes hasta que se unan y luego pasamos a la mesa dónde estaremos amasando la masa durante unos 15 minutos. La dejaremos reposar hasta que doble su tamaño.

 

  1. El proceso desde aquí es igual que la receta anterior.

TARTA DE ZANAHORIA CON FROSTING DE CHOCOLATE BLANCO

También he hecho otro postre, esta vez con Chocobó blanco. Normalmente hago una tarta de zanahorias (podéis encontrar muchas recetas en internet que son válidas) y normalmente hago yo misma el frosting.

Pero esta vez he probado a rellenarla con la crema de chocolate blanco y ponerle el frosting por encima y me ha sorprendido realmente. He ahorrado tiempo y el bizcocho queda mucho más rico y jugoso.  Además, como os he dicho, Chocobó blanco tiene mucha menos grasa que las cremas de chocolate blanco que encontramos en el mercado. Aquí está el resultado:

 

 

Por último comentaros que, si queréis probar estas cremas podéis encontrarlas en A la venta en Carrefour, Alcampo, Eroski, Casa Ametller, y a veces en Aldi. Pronto también en Amazon.

Así mismo puedes participar en el sorteo de una Tablet o una bicicleta hasta el día 30 de octubre metiendo el código que encontrarás en los envases de Chocobó. https://pr.easypromosapp.com/p/830992

 

 

 

 

La transición desde los alimentos líquidos a los sólidos es un gran paso para tu bebé y para ti como mamá. En este artículo te daremos algunos tips para que este proceso sea lo más tranquilo posible.

Primero, como mamás debemos saber que los alimentos sólidos comienzan a tomar relevancia entre los 4 y 6 meses de vida del bebé, cuando puede sentarse con soporte y tiene control sobre su cabeza y cuello; parece interesado en la comida que consumes y ha perdido el reflejo que hace que expulse cualquier comida de su boca de manera automática. Se recomienda no esperar mucho más allá de los 6 meses para empezar ya que puede acostumbrarse a la dieta líquida y perder interés en los alimentos sólidos.

 

¿Cómo debería ser la rutina de alimentación?

 

Tan pronto como tu bebé entiende el concepto de alimentarse y está entusiasmado con la hora de la comida (habitualmente entre los 6 y 9 meses), empieza con una rutina que incluya desayuno, almuerzo y cena. Incluso si en muchas oportunidades no está con apetito, se acostumbrara a la idea de comer de acuerdo a horarios. A tener en cuenta: nunca presiones a tu bebé a comer, si no está interesado sigue con otra actividad.

En este proceso, incluye algunos pasos extra a la rutina para que tu bebé reconozca cuándo es el momento de comer, por ejemplo: lavar sus manos, colocarle el babero y luego sentarlo en su silla, para que se familiarice con el ritmo de alimentación.

 

No incluir cereales en el biberón

Durante primer año de vida del bebé es importante que se alimente de leche materna, al mismo tiempo que empieza a familiarizarse con los alimentos sólidos. En este sentido, es importante tener en consideración que tu bebé no necesita las extra calorías que los cereales agregan a la leche. A menos que el pediatra lo sugiera, se recomienda evitar que los bebés ingieran cereales junto con el biberón porque puede provocar que sin querer el bebé inhale el líquido en sus pulmones producto del reflejo nauseoso.

 

 

 

Introducir un tipo de alimento a la vez

 

Cuando los bebés empiezan a comer alimentos sólidos, tardan un poco en acostumbrarse a las nuevas texturas y sabores. Es importante en este punto armarse de paciencia e intentar varias veces con un mismo alimento hasta que estemos seguros de que no les gusta. Hay bebés que tardan hasta 10 veces en aceptar determinados alimentos, y eso es algo a considerar para no frustrarnos rápidamente.

Por otra parte, todavía no sabemos qué reacciones puede tener el bebé a los alimentos. Es en esta etapa en donde comienzan a verse algunas reacciones alérgicas a algunos alimentos, y es por este motivo que se recomienda dejar pasar unos 3 o 4 días entre una nueva comida y la siguiente, ya que de este modo será más fácil identificar algunas reacciones como diarrea, vómitos o erupciones, aunque muchas de estas reacciones aparecen dentro de las 4 horas posteriores a la ingesta de alimento.

 

Alimentos a evitar en estas primeras etapas

  • Miel: puede causar botulismo
  • Leche de vaca: mantenerse con la leche materna y fórmula como la principal bebida hasta que el bebé tenga un año de vida.
  • Nueces, palomitas de maíz, uvas, arándanos, y todo tipo de fruta que sea pequeña: son alimentos que pueden producir asfixia.

Siguiendo con las cosas a evitar en este proceso, se recomienda no alimentar a los bebés directamente del frasco en donde viene la comida a menos que estés segura de que lo va a terminar. Hay bacterias en la boca de tu bebé que podrían contaminar el restante de alimento en el frasco. A su vez, debes tirar los frascos de alimento dentro de las 48 horas de abierto.

 

Alimentos hechos en casa

 

A la hora de cocinar para tu bebé, se recomienda hornear, asar, cocinar al vapor o en microondas en lugar de hervir o freír alimentos porque estos últimos métodos quitan muchos nutrientes a las comidas. En relación a los vegetales, tratar de evitar la remolacha, zanahoria, espinaca, col o nabo, ya que en algunas zonas puede que contengan muchos nitratos y eso puede derivar en anemia en los bebés. También se recomienda evitar frutas cítricas como las naranjas o los limones.

Otro punto a considerar es la necesidad de Vitamina D que tienen los bebés. Usualmente obtienen esta vitamina de la leche materna, pero no se aprovecha al máximo, entonces se sugiere añadir un suplemento vitamínico especial para bebés en el biberón para evitar su falta (consultar a tu pediatra en relación a esto).

 

Como mencionamos antes, es un proceso que lleva tiempo y paciencia, pero una vez que los bebés empiezan a entusiasmarse con la rutina de alimentarse se hace cada vez más liviano y divertido.

 

Último tip y quizá el más importante: ante cualquier duda sobre qué alimentos darle a tu bebé o a alguna reacción que pueda haber tenido, consulta a tu médico pediatra de cabecera, nada mejor que un profesional para brindarte la información que necesitas.

 

Artículo elaborado por el equipo de Rizog.com

Visitamos una plantación de manzanos en Lérida, cuyos frutos sirven para elaborar los tarritos de frutas para bebés

 

La alimentación infantil es una de las prioridades que tenemos los padres, y sobre todo miramos, entre otras muchas cosas, que lo que están comiendo nuestros hijos sea lo más sano y natural posible y que tenga la menor cantidad de productos químicos que puedan dañar su salud.

Este año Nestlé invitó a un grupo de bloggers de maternidad para que conociésemos de primera mano cómo se cultivan las frutas con las que se hacen los tarritos y que mitos o realidades existen alrededor de este producto.

Bloggers invitadas al NaturDay2017. Foto de María Algara

Evitando el uso de pesticidas

En esta finca que visitamos se cultivan las manzanas golden y el melocotón amarillo que se utilizan para elaborar los tarritos de fruta. Uno de los temas estrella del día fue saber si se utilizan pesticidas o no en este tipo de cultivos.

Los propios agricultores de la finca, junto a personal técnico (ingenieros expertos en cultivos) nos estuvieron explicando que la legislación europea es muy estricta con el tema de los productos que van dirigidos a la alimentación infantil.

Así, el máximo permitido de pesticidas en 1000 kg de producto es de 10 ppb (una medida estandar para este tipo de productos), mientras que en los productos para adultos esta cantidad puede ir de los 100 a los 75.000 ppb (contenidos de residuo).

 

Cantidad de residuo permitido por cada 1000 kg de fruta dirigida a alimentación infantil (total permitido 10 ppb)

 

He aquí que esta información nos creó una duda; ¿Quizás si utilizo la fruta que consumo habitualmente para hacer las papillas de fruta a mi bebé esté dándole más cantidad de residuo? Posiblemente sí, ya que la fruta dirigida al consumo general (la que compramos habitualmente en la frutería) tiene unos estándares de calidad diferentes a la fruta que se sabe que va a ser consumida por el público infantil.

De esta manera nos comentaron que la fruta que normalmente encontramos en los lineales de los supermercados está «hecha a medida» para que entre por la vista (mismo tamaño, buen color, sin manchas) y además diseñada para que perdure el máximo de tiempo posible.

Tarritos para bebés

 

Y ¿qué hacen para evitar las plagas? Para evitar el uso de pesticidas utilizan técnicas «naturales» como la colocación de cebos en los árboles, que contienen feromonas femeninas,  para atraer a los machos,  y que queden atrapados dentro de unos botes especiales (si pincháis aquí he encontrado un artículo sobre cómo es el proceso por si os interesa). De esta manera los insectos no pueden aparearse con las hembras y se evita que se propaguen.

Otra técnica, por ejemplo, es recoger la fruta en una época determinada (por ejemplo  el melocotón se recoje en junio porque, además de estar muy dulce,  en esa época hay menos plagas y así no se utilizan fungicidas).

Elección de la manzana

 

Hay muchos tipos de manzanas, pero en este caso para elaborar los tarritos de fruta con manzana se utiliza la variedad Golden, mucho más dulce. Durante todo el proceso de maduración de la manzana están siendo controlados los diferentes niveles de azúcar y almidón para ver que estén en su justo punto.

 

La manzana es impregnada con una sustancia yodada para comprobar su nivel de almidón.

 

Para poder recogerla tiene que estar en un óptimo nivel de azúcares y almidón. 

 

En el caso de los potitos que llevan carne y pescado el nivel de exigencia ante la materia prima es muy grande; las carnes no deben tener ningún resto de antibiótico y los pescados ninguno de metales pesados.

Tenemos que recordar que en este tipo de productos de alimentación infantil NO está permitido añadir ni conservantes ni colorantes

 

Envasado al vacío

Una vez que se ha seleccionado la materia prima (en este caso la manzana), se lleva a la fábrica de preparado y envasado, donde trituran la fruta y la mezclan con otras dependiendo del sabor del tarrito.

Los tarritos únicamente llevan el alimento y son envasados al vacío:

  • Sin colorantes ni conservantes
  • Sin azúcar añadido
  • Sin espesantes para la fruta
  • Con la cantidad justa de proteínas (en el caso de la carne y el pescado

 

Tarritos para bebés

 

Muchas gracias a los organizadores del Naturday2017, ya que además de pasar un día estupendo con las demás compañeras, pudimos conocer de primera mano algo tan fundamental como la elaboración de los tarritos que muchas utilizamos para la alimentación de nuestros bebés.

 

 

 

Si queréis sorprender a los más pequeños ( y también a los mayores) con una tarta diferente probar a hacer este donut gigante que podéis hacer del color que queráis. Este está hecho con la Thermomix pero se puede hacer también sin ella. Os dejo las dos recetas (varían un poco en la masa, ya que una está hecha de bizcocho y la otra de brioche).

 

 

CON THERMOMIX 

Necesitaremos masa de brioche, almibar , crema pastelera y glaseado. Todas las recetas de estas cuatro partes del donut las podéis ir haciendo pinchando en los link que hay en cada una de las palabras entrecomilladas.

 

Hacemos una «masa de brioche» y la introducimos en un molde con forma de corona de unos 26 cm.

Hacemos el almibar y la crema pastelera

Una vez tengamos el brioche listo (y frio)  lo partimos por la mitad, echamos el almibar y posteriormente la crema pastelera.

Hacemos el glaseado echando en la Thermomix 300 gr. de azúcar glas, 60 gr. de clara de huevo 1/2 cucharadita de zumo de limón y 5-6 cucharadas de colorante del color que queramos y mezclando 20 segundos a velocidad 6.

Ponemos el brioche sobre una rejilla con papel de horno debajo y vertimos el glaseado sobre él. Espolvoreamos con confeti de azúcar.

 

 

 

 

Resultado final con Thermomix

 

SIN THERMOMIX

Para el bizcocho:

* 6 huevos

* 200 gr. azúcar

* 200 gr. harina de repostería

* una pizca de esencia de vainilla (no es indispensable, pero le dará más matices de sabor)

* Un sobre de levadura en polvo

 

1 –Se bate con una batidora de varillaslos huevos con el azúcar durante 4 o 5 segundos. La masa debe triplicar su volumen.

2 -Ahora, añadir la harina poco a poco si es posible con un tamizador. Se añade posteriormente la levadura y el azucar vainillada.

3.- Se pone un poco de mantequilla en un molde redondo con un agujero en el centro (forma de donut) . Se hornea unos diez minutos a 180º.  Una vez hecho el bizcocho se saca del horno y se deja enfriar.

 

Para el relleno: 

Crema pastelera, chocolate o nata, lo que prefiramos. Si queremos que quede más jugoso podemos añadir un poquito de almibar hecho con azúcar, agua y una cucharada de vainilla liquida, extendiéndolo por el bizcocho antes de rellenarlo.

Glaseado
* 400 gr. chocolate blanco

* 100 cc. leche

* 1 cucharada de mantequilla.

* Colorante alimentario (del color que prefiramos, como 10 gotas ).

 

Ponemos el chocolate blanco y la mantequilla al baño maría, hasta que se derrita. Añadimos la leche que debe estar templada y el colorante rojo.

 

 

¿Qué es el aceite de palma?

El aceite de palma es un aceite vegetal rico en grasas saturadas, fundamentalmente ácido palmítico, que se emplea frecuentemente en alimentación. Es un aceite que no procede de cultivos transgénicos y que, en su forma refinada, no aporta sabor, es muy estable y no se enrancia ni oxida fácilmente. Mantiene bien sus propiedades organolépticas cuando se eleva la temperatura, por lo que se utiliza en alimentos que se cocinan o preparan a altas temperaturas. Estos hechos, junto con su rendimiento (produce diez veces más aceite por unidad de área que otras cosechas de semillas oleosas) y su precio, han hecho que sea el aceite vegetal más usado en el mundo (constituye aproximadamente el 30% de la producción mundial de grasas y aceites).

¿Cuál es la recomendación sobre el consumo de grasas saturadas?

Existe una recomendación expresa de limitar el consumo de grasas saturadas por sus potenciales efectos perjudiciales para la salud, en especial en relación con la enfermedad cardiovascular y la obesidad. Sin embargo, fuera de una recomendación general de limitar el consumo de grasas saturadas –sean de origen vegetal, como es el caso que nos ocupa, o de origen animal–, no existen datos específicos concluyentes sobre el consumo de aceite de palma o del ácido palmítico y variables de salud, sobre todo cuando se estudia en el contexto de una dieta equilibrada.

Las recomendaciones de consumo de grasas para la población –referida siempre a mayores de 2 años– es que el consumo total sea inferior al 30% del aporte calórico total, de las cuales las grasas saturadas deben constituir menos del 10% (por ejemplo, para una dieta de 2000 kcal, esta cantidad se traduce en un máximo de 20-22 gramos de grasas saturadas al día).

Entonces, ¿por qué se ha levantado la reciente preocupación por el aceite de palma?

La alerta reciente de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) hacía una referencia específica no tanto a las características nutricionales del aceite de palma, sino a los contaminantes generados en el proceso de refinamiento (3-MPD, glicidol y sus ésteres), revisando los límites máximos que se generan en el mismo, como puede verse con detalle  en la información facilitada por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

¿Podemos identificar fácilmente la presencia de aceite de palma en el etiquetado?

Desde la modificación europea sobre el etiquetado (Reglamento UE nº 1169/2011, de aplicación desde diciembre de 2014), en la descripción de los componentes debe constar su procedencia. Es decir, que cuando figure “aceites vegetales” o “grasas vegetales”, debe indicar el origen específico del vegetal. No es que previamente a esa fecha no se utilizaran en la producción de alimentos, sino que no era obligatoria su declaración específica.

¿Qué es la reformulación o mejora de los alimentos?

Como se señala en el comunicado de la AECOSAN del 7 de abril de 2017, se está trabajando en la reformulación o mejora de la composición de los alimentos, dentro del Plan Nacional y en consonancia con las directrices europeas, y que contempla, entre otras medidas, el empleo de aceites con un perfil nutricional más saludable. Sin embargo, es necesario demostrar que las alternativas que se propongan sean seguras para la salud, y factibles desde el punto de vista de garantizar las características organolépticas de los alimentos, hasta la fecha no conseguido. Antes de modificar políticas de salud pública es necesario disponer de datos robustos sobre los efectos para la salud y las consecuencias socioeconómicas de esos cambios.

EL CASO DE LA ALIMENTACIÓN DE LACTANTES Y NIÑOS PEQUEÑOS

Papel de las grasas en la alimentación del lactante y niño pequeño

Las necesidades de energía del lactante y del niño pequeño son elevadas. La grasa constituye aproximadamente el 50% del contenido energético de la leche materna y de las fórmulas infantiles. Esta grasa está en forma de triglicéridos, en los cuales los ácidos grasos saturados y no saturados se unen a una molécula de glicerol. No está indicada la restricción del consumo de grasas en estas edades, y el empleo de dietas pobres en grasas se asocia efectos negativos sobre el crecimiento y el desarrollo a largo plazo.

El ácido palmítico es el ácido graso más abundante en el organismo y tiene distintas funciones además de la producción de energía, entre otras la capacidad de unirse a determinadas proteínas necesarias para algunas funciones del sistema nervioso, para la formación del surfactante pulmonar o para garantizar la unión celular.

Grasas en la leche materna

La leche materna es el alimento ideal en el lactante y el modelo sobre el que se elaboran y desarrollan los sustitutos de la leche materna. De todos los ácidos grasos saturados de la leche materna, el ácido palmítico es el más abundante; constituye entre el 20 y el 25% de los ácidos grasos de la leche, de los que una parte importante está colocada en la posición 2 del triglicérido (conocida también como beta). En esa posición se favorece la absorción del ácido palmítico.

Grasas en las fórmulas infantiles

Las fórmulas infantiles, sustitutos de la leche materna cuando no se dispone de ésta, tienen un contenido en ácido palmítico en cantidades similares a las de la leche materna, aunque en su mayor parte en la posición 1 y 3 del triglicérido. En los últimos años, la mayoría de las fórmulas infantiles han aumentado el contenido en β-palmitato, para acercarse a los valores presentes en la leche humana. Con esta disposición se favorece la absorción de ácidos grasos, pero también de calcio y se favorece el desarrollo de una microflora rica en bifidobacterias. También se ha demostrado en un modelo animal el efecto anti-inflamatorio del β-palmitato sobre la mucosa intestinal.

¿Qué dice la legislación española y europea sobre el contenido graso de las fórmulas infantiles?

Además de señalar los límites en el contenido total de grasas sólo señala lo siguiente:

“Queda prohibida la utilización de las siguientes sustancias: aceite de sésamo y aceite de algodón. El contenido en ácidos grasos trans no será superior al 3% del contenido total de materia grasa. El contenido en ácido erúcico no será superior al 1% del contenido total en materia grasa”. No hay ninguna referencia expresa al contenido en ácido palmítico.

Todas las fórmulas infantiles disponibles en el mercado español cumplen rigurosamente la legislación. Lo mismo ocurre con los demás productos destinados a lactantes y niños pequeños (cereales de alimentación infantil y productos homogeneizados, conocidos como tarritos).

ALIMENTACIÓN DE ESCOLARES Y ADOLESCENTES

Para este grupo de edad sirvan las consideraciones hechas para la población general y que pueden encontrase detalladas en, entre otras, la actualización  reciente de las Guías alimentarias para la población española. Recogen los siguientes aspectos: subrayan como consideraciones básicas practicar actividad física, equilibrio emocional, balance energético para mantener el peso corporal adecuado, procedimientos culinarios saludables e ingesta adecuada de agua. Las recomendaciones promueven una alimentación equilibrada, variada y moderada que incluye cereales de grano entero, frutas, verduras, legumbres, cantidades variables de lácteos y alterna el consumo de pescados, huevos y carnes magras, junto con el uso preferente de aceite de oliva virgen extra como grasa culinaria. Refuerzan el interés por una dieta saludable, solidaria, sostenible, con productos de temporada, de cercanía, eje de convivialidad, dedicando el tiempo suficiente y animan a valorar la información del etiquetado nutricional.

En resumen:

  1. El consumo de grasas concierne de forma diferente a los niños menores de 2 años y a los mayores de esta edad y adultos.
  2. En menores de 2 años, el consumo de ácido palmítico es importante, pues su contenido en el organismo es elevado y tiene funciones específicas. Por ese motivo está presente en las fórmulas infantiles y en otros alimentos infantiles. Es un ingrediente imprescindible. El aceite de palma es una fuente importante de ácido palmítico.
  3. En niños mayores y en adultos se recomienda controlar la cantidad y calidad de la grasa consumida. El aceite de palma está contenido en muchos productos manufacturados de consumo habitual por sus características organolépticas. Se recomendación de consumo se encuadra dentro del total de grasas saturadas (sean de origen animal o vegetal), teniendo en cuenta sus potenciales efectos negativos sobre la salud cardiovascular. La alerta de la EFSA está relacionada con los contaminantes que pueden producirse durante su manipulación y no específicamente sobre sus aspectos nutricionales.

NOTA: Esta nota hace referencia exclusivamente a los aspectos nutricionales y relacionados con la salud infantil. Tanto la AEP como la SEGHNP aconsejan el consumo de productos respetuosos con el medio ambiente y recomiendan las prácticas que favorezcan la sostenibilidad.

La autoridad Europea de Seguridad Alimentaria avisa de que los aperitivos de patatas y patatas fritas pueden contener «acrilamidas», una sustancia peligrosa

 

Hace unas semanas os hablábamos de la lista de alimentos prohibidos para niños y embarazadas. En ese mismo post os mostrábamos un reportaje que hablaba de estos alimentos y ese mismo documento también mostraba el peligro que puede haber con las patatas fritas.

El problema viene a la hora de freir alimentos ricos en azúcares y aminoácidos a altas temperaturas (más de 170 grados), se genera un compuesto llamado acrilamida que puede aumentar el riesgo de padecer cáncer.

Aunque este compuesto puede estar en alimentos como el café o los cereales, la forma más común de consumir acrilamidas es a través de las patatas fritas.

La OCU da esta serie de consejos a los consumidores para consumir las patatas de una forma saludable.

 

 

  1. El calor es el principal factor que hace que los azucares como la glucosa y el aminoácido asparragina se transformen en acrilamidas, por lo tanto, se recomienda cocinar las patatas en el microondas o con cocción frente a frituras, tostado u horneado.
  2. En el caso de que se frían las patatas se deben freír a un máximo de 160º. Ha llamado la atención en los análisis que al freír unas patatas a 180º su concentración de acrilamidas se duplica.
  3. Antes de cocinarlas, déjelas en remojo peladas y cortadas durante unos 15-30 minutos (con esto reducimos la cantidad de acrilamidas que se forman)
  4. Cocinar el tiempo justo y no tostar demasiado las patatas ni el pan 
  5. Utilizar patatas nuevas que no hayan estado almacenadas mucho tiempo (esto hace que contengan más azúcar)
  6. No reutilizar en exceso el aceite y optar por aceites de oliva o girasol alto oléico
  7. Almacenar las patatas mejor en un lugar seco y oscuro que en la nevera (no deben estar por debajo de los 6-7 grados)