Cuando no tenía hijos y veía como otras madres utilizaban todos los medios a su alcance para librarse de los mocos de sus hijos pensaba que eran unas exageradas. Ahora que lo he vivido en primera persona comprendo cuánta razón tenían; los mocos llegan a nuestras vidas con el comienzo del colegio y no se van hasta que llegan las vacaciones. Y lo peor no es que los niños tengan mocos, sino que estos vayan a más y deriven en otitis, bronquiolitis o peor, en neumonía.

Mi sobrina con solo 3 meses ya tuvo su primera bronquitis y con 2 años tuvo que ser ingresada con neumonía. Mi hijo con 3 años ya ha tenido unas cuantas otitis y bronquitis y mi hija con 2 meses y medio tuvo su primera bronquitis que la mantuvo en observación en el hospital, así que en mi familia la lucha contra los mocos es constante.

Cuando eres madre primeriza te da miedo utilizar los saca mocos y el suero. Yo usaba botellitas de suero fisiológico y se la echaba con miedo, unas gotitas nada más hasta que ví como se lo echaba la pediatra en el hospital: todo el botecillo a presión y rápido poniéndole la cabeza ladeada para que la limpieza sea más eficaz. Lo peor de las botellitas de suero es que los niños se ponen como energúmenos y cuando ya son un poquito más mayores no hay quien pueda con ellos.

Un día decidí probar Rhinomer, son botes de agua de mar para la congestión que llevan un tapón especial para que el efecto de la dosificación sea mayor. Son un poco más caros que las botellitas de suero (suelo comprarlos cuando hay alguna oferta en el supermercado y no me salen tan mal de precio) pero su eficacia, en mi caso, es mayor que el suero ya que los niños se dejan echar mejor este producto.

Ahora mismo tengo en casa uno especial para bebés (Rhinomer baby ), con un taponcito mucho más blando y flexible; y luego el de fuerza 2 para niños más mayores. Existen 3 tipos de fuerza dependiendo de la edad y del tipo de congestión que se tenga.

Hay madres que compran una botella grande de suero fisiológico y van administrándolo con una jeringuilla, lo cual sale más económico.

También utilizo el aspirador nasal; al principio me regalaron uno sin filtro de Carrefour y me pareció bastante latoso, aparte de ser antihigiénico pues cuando aspiras no hay nada que filtre las mucosidades del bebé. Eso sí era el más económico (unos 3 euros) y nos puede sacar de más de un apuro. Luego me pasé al aspirador nasal de la marca Nasalmer que lleva una boquilla con filtros que se intercambian después de cada uso, aunque hay que lavar la boquilla. He de decir que el tener que estar lavándolo y secándolo después de cada uso se me hacía muy pesado, así que opté por cambiarlo.

Ahora mismo utilizo el aspirador de Narinhel. Las boquillas son desechables y llevan una esponjita que impide que pase ningún “material indeseado”. Es un poco más caro puesto que yo uso más o menos cada boquilla unas 3 veces pero me parece el método más higiénico. Ahora mismo compro las boquillas en una parafarmacia on line, ya que me cuestan la mitad que en la farmacia de mi zona. Además existen varios tipos de boquilla dependiendo de la edad del bebé.

Otra solución muy eficaz es el tratamiento con fisioterapia hecha por profesionales; aquí os dejo un vídeo en el que ven las técnicas. Vistas desde fuera impresionan, pero son muy efectivas; mi sobrina fue a este tipo de terapia y creo que muchas veces no dejaban entrar a algún padre o abuelo porque no soportaban ver a los bebés.

 

 

producto-recomendado

Mi recomendación por tanto sería el aspirador Narinhel usado junto con los botes de agua de mar de Rhinomer (haciendo este post me he dado cuenta de que son de la misma marca, cosa que hasta ahora no sabía).

 

 

 

1 comentario

Trackbacks y pingbacks

  1. […] niños suelen sufrir otitis en invierno o durante todo el curso escolar, provocados por los mocos, ese problemilla del que ya os hemos hablado en otras ocasiones y que trae de cabeza a las mamás y […]

Los comentarios están desactivados.