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LLega el comienzo del curso y otra vez los piojos vuelven a aparecer. Un remedio que me ha funcionado ha sido el arbol de té.

 

El año pasado por estas fechas ya estaba harta con el tema de los piojos. Somos muchos los padres que, año tras año, luchamos contra esta auténtica «plaga» que surge cuando empieza el curso y casi dura todo el año.

En el colegio ya mandaron una circular y las madres y padres comentábamos el tema a la puerta del colegio porque, casi todos nuestros hijos, habían tenido piojos.

Una de las madres me comentó que ella usaba árbol de té y que desde que lo usaba sus hijas no habían tenido piojos. El tema es que el producto suele tener un olor muy desagradable y los niños suelen evitarlo.

La forma de uso es muy sencilla: se mezclan unas gotitas de árbol de té en un frasco con agua (unos 50 ml son suficientes) o en el champú que utilizamos diariamente, pero normalmente en el envase te vienen reflejadas las cantidades y hay que leer bien cómo utilizarlo y las contraindicaciones que puede tener.

Yo solía echar a mis hijos el producto nada más ir al cole y al principio se rebelaban porque, realmente, huele fatal. Pero les expliqué que era una prueba y al final cedieron.

El año pasado les estuve echando y acabé el bote entero y no tuvieron piojos durante todo el curso.

He de decir que el árbol de té está contraindicado para niños menores de 3 años. 

 

Una botellita de árbol de té suele costar entre 6 y 12 euros, dependiendo de la marca.

 

El precio del árbol de té suele estar entre los 5 y 12 euros, dependiendo de la marca y lo grande que sea el frasco. Si quieres comparar algunos precios en Amazon pincha aquí  

Podéis leer también nuestro artículo sobre: Siete trucos para acabar con los piojos 

 

 

 

Llega otra vez el comienzo de curso y, con él, nuevamente los temidos piojos. Si os soy sincera nosotros llevamos con ellos en casa desde que finalizó el curso anterior.

El ritual para eliminar piojos que os propongo es el siguiente (es un poco pesado pero es lo único efectivo para que no tengamos que estar cada dos semanas echando productos a los niños).

 

1.- Conocer al enemigo

 

El piojo es un parásito que vive en el cuerpo humano y se alimenta de sangre. Tampoco puede volar ni saltar (es una leyenda urbana eso de que saltan y vuelan de una cabeza a otra), por lo que la única forma de que se peguen es que las cabezas estén en contacto con otras cabezas infectadas, o con prendas (por ejemplo en los colegios los abrigos se suelen colgar uno seguido el otro en las perchas, con el roce de las almohadas, si un niño infectado se sienta en un sillón y luego se sienta otra persona etc.).

 

2.- Si ya han aparecido, eliminarlos con un producto sin insecticida.

 

Si ya han aparecido los piojos, o que hemos localizado que nuestros hijos tienen liendres,  lo mejor es utilizar un producto adecuado para eliminarlos pero teniendo en cuenta que no tenga insecticida. En esta ocasión el producto antipiojos que he utilizado también elimina las liendres en 10 minutos.

Además es apto para pieles sensibles y no contiene insecticidas.

La forma de utilización es muy sencilla: el producto es una loción que lo que hace es matar a los piojos y las liendres por asfixia y deshidratación. Se extiende muy fácilmente por toda la cabeza y no gotea. Es importante que el producto llegue a todos los rincones de la cabeza (sobre todo haciendo hincapié en la nuca y detrás de las orejas, lugares preferidos por los piojos para instalarse). Después pondremos un gorro y dejaremos que pasen 10 minutos.

 

 

 

 

 

Posteriormente lavamos la cabeza con champú y pasamos una lendrera (cuando el pelo está todavía mojado), para eliminar los piojos y las liendres muertas. La lendrera la pasaremos con las puntas hacia arriba, ya que así tenemos un mayor poder de arrastre y no dañamos con las puntas el cuero cabelludo.

 

 

La lendrera se utiliza con las puntas para arriba para evitar dañar el cuero cabelludo

Una vez dejado el tiempo de exposición lavaremos la cabeza y secaremos el pelo al aire libre (nunca con secador).

 

 

3.- Lavar todas aquellas prendas con las que ha estado en contacto el niño

 

Y cuando digo todas es “TODAS”. Aquí es dónde está mi gran problema porque yo solía lavar las sábanas, toallas y almohadones y creía que con eso era suficiente.

Pero hay muchas más: sillones, reposacabezas del coche, peluches, cazadoras  e incluso los gorros de la piscina, ya que los piojos no mueren con el agua.

 

4.- Hacer revisiones periódicamente

Este apartado es fundamental. Uno de los errores que solemos cometer es pensar que echando la loción antipiojos nos olvidamos y ya no volverán a aparecer.

Una vez que hemos utilizado el producto,  hay que seguir revisando la cabeza de los niños con la lendrera cada dos o tres días, ya que los piojos son muy contagiosos y se reproducen con mucha facilidad.

Si a los 7 días de haber aplicado el producto quedan piojos vivos o liendres hay que volver a aplicarlo.

Cuando hagamos la revisión con la lendrera, siempre con las puntas hacia arriba. Podemos utilizar vinagre (el vinagre consigue deshacer el “pegamento” que une a las liendres con el pelo),  y para evitar tirones echar suavizante antes de comenzar.

5.- Llevar el pelo recogido

 

Para evitar el contagio es importante que, si tienen el pelo largo,  lleven el pelo recogido en una trenza o coleta o recogido con horquillas.

Tenemos que tener en cuenta que si tienen piojos o liendres deberemos lavar bien este tipo de productos o utilizar otras técnicas para desinfectarlos.

 

 

6.- Utilizar productos repelentes

Existen productos que pueden evitar que los piojos se acerquen a las cabezas de nuestros hijos. Uno es el árbol de té; su olor intenso aleja a los piojos.

Si no os gusta el olor del producto ya podéis encontrar en el mercado soluciones que han conseguido enmascarar ese fuerte olor sin perder eficacia.

 

7.- Meter peines, gomas y diademas en una bolsa aislada durante 7 días

El piojo es un parásito que no dura vivo más de 48 horas fuera de la cabeza humana. Si metemos peines, gomas o diademas en una bolsa aislada durante 48 horas los posibles piojos que haya morirán.

En el caso de las liendres este tiempo es de al menos una semana, por lo que recomendamos que, para evitar una nueva infestación, se dejen al aisladas como mínimo 7 días.