Entradas

Desde hace unos años la cebolla y el vicks vaporub han sido mis aliados para el descanso nocturno.

Mi hija mayor siempre ha sido propensa a tener enfermedades de las vías respiratorias casi desde que nació. A los tres meses tuvo su primera bronquitis y el neumólogo nos comentó que hasta que no tuviese cinco o seis años iba a ser propensa a tener bronquitis, neumonía y asma. Y efectivamente así ha sido.

Desde entonces en casa hemos sufrido «orquesta de toses» durante sus primeros años de vida. Una de las primeras veces que acudimos al centro de salud, una de las enfermeras nos recomendó el típico remedio de los de la abuela  para evitar la tos nocturna en los niños y es el de partir una cebolla en trozos mezclada con una cucharada de azucar y unas gotitas de agua (para suavizar el olor) y dejarla al pie de la cama del niño.

Increíble pero cierto 🙂 y efectivo.

Indagando en internet he podido averiguar que la cebolla tiene numerosas propiedades curativas, entre ellas, como remedio casero contra la tos (ya sea elaborada como  jarabe mezclándolo con miel, o al natural). Los aromas y vapores que emana hacen que el ambiente se humidifique ya que la cebolla poseen polifenoles. Se trata de unas sustancias químicas naturalmente presentes en las plantas, que son las responsables de darles color y  sabor, de protegerles frente a los rayos ultravioleta y frente a las infecciones del entorno. Entre las propiedades de los poliferones figuran las siguientes:

  • Antioxidantes.
  • Aumentan la actividad de la vitamina C.
  • Antiinflamatorios.
  • Antialergénicos.

Esto es lo que justifica el efecto calmante que produce la cebolla en las vías respiratorias.

 

7590002012475

Otro truco que  funciona muy bien y que me recomendó el pediatra es poner vicks vaporub en la planta de los pies. Este unguento que utilizamos los mayores para aliviar el dolor de pecho y la tos cuando tenemos catarro se puede utilizar en niños pequeños si lo usamos en la planta de sus pies. El uso en el pecho se recomienda a partir de los 3 años aunque cuando pregunté a la pediatra de mi centro de salud me comentó que si se aplica en la planta es totalmente inocuo e igual de efectivo que la cebolla.

Y vosotros, ¿conocéis algún truco para evitar la tos nocturna?

Llega el frío y con él nuestros peores enemigos: las toses y los constipados. Ya os hablamos hace algunos días en un post sobre los mocos, inseparables de los más pequeños desde que entran en la guardería o el colegio. Pero los mocos suelen venir acompañados de tos. Ya el año pasado mi hijo, propenso a coger todos los virus habidos y por haber,  estuvo una semana entera con tos y le compré uno de los jarabes antitusivos que venden en las farmacias sin receta médica y al final la tos no solo no desapareció, si no que derivó en bronquitis.

Siempre he consumido miel, pero hasta este momento no había pensado dársela al niño porque no recomiendan suministrarla a niños menores de un año.

Este año he empezado a darle miel para prevenir la tos y los temidos catarros. En un artículo publicado en el periódico El Mundo y firmado por Juan Casado jefe de Servicio del Hospital Infantil del Niño Jesús y profesor de pediatría de la Universidad Autónoma de Madrid, se afirma que un estudio, publicado en la revista científica ‘Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine’ confirmó que unas cucharadas de miel son tan eficaces como el  dextrometrofano, el compuesto que contienen las gotas, jarabes y supositorios utilizados para la tos; además la miel puede utilizarse tanta veces como se quiera y no tiene ningún efecto secundario.