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Una de las cosas que más nos preocupa cuando nos quedamos embarazadas es dar a nuestro cuerpo la cantidad necesaria de alimentos que necesita y en la proporción adecuada para que el embarazo vaya bien. Hay ocasiones en las que los ginecólogos suelen recetar suplementos vitamínicos (en mi caso estuve tomando Natalben durante mis dos embarazos), pero nunca está de más seguir una alimentación equilibrada en la que demos a nuestro organismo lo que necesita.

En mi caso me preocupaba el hierro, ya que la prueba de la toxoplasmosis me había dado negativa y tenía que tener más cuidado con alimentos como las carnes rojas o los embutidos (incluyendo el jamón serrano que es una gran fuente de este mineral).

Descubrí que hay diferentes tipos de hierro (en este artículo se explica muy bien) e incorporé nuevos alimentos a mi dieta como los frutos secos (almendras, avellanas nueces, aunque hay que tener cuidado con este grupo por sus altas calorías); legumbres, almejas, mejillones o sardinas en lata (nunca las he tomado tanto como en el embarazo, ya que además de hierro tienen mucho calcio, muy importante durante la gestación).

Aquí os dejo una tabla de los alimentos que más hierro contienen (en general), aunque hay que tener en cuenta que algunos de ellos no están aconsejados durante el embarazo (embutidos, vísceras, patés o jamón serrano si la prueba de la toxoplasmosis os ha dado negativa). Lo mejor es que si tenéis dudas sobre los alimentos que se pueden incorporar preguntéis a vuestro médico.

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