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TRUCOS Y CONSEJOS PARA TRIUNFAR EN LOS EXÁMENES

Es época de exámenes y muchos de nuestros hijos ya están encerrados en casa o en bibliotecas intentando dar lo mejor de sí mismos. Nuestro colaborador y  Doctor en Psicología Fernando Miralles y Mª Carmen Sanz, redactora del equipo de “Trucos de mamás”  nos dan las claves para que nuestros hijos saquen el máximo partido a su esfuerzo.

(Extracto del libro “Como enfrentarse con éxito a exámenes y oposiciones” Ed. Pirámide)

 

 

Antes del examen…

Encontrar el sitio adecuado para estudiar: en el que nos encontremos cómodos a la vez que nos permita la máxima concentración.

Llevar nuestra agenda al día: una adecuada planificación del tiempo SÍ hace maravillas. Si llevamos una organización de la tarea y del tiempo que tenemos para realizarla, el éxito está casi asegurado.

Aprender a estudiar: debemos conocer y adaptar distintos métodos de estudio a nuestra asignatura, ya que cada materia no se estudia de la misma manera (por ejemplo, no es lo mismo estudiar matemáticas que geografía). Probar diferentes fórmulas (utilizar la memoria visual, reglas nemotécnicas, varios tipos de repasos, esquemas tipo, etc.) hará que seamos capaces de diseñar nuestro propio plan de estudios.

Relajarnos: practicar alguna técnica de relajación, además de la respiración abdominal, ayudará a eliminar nuestra ansiedad ante la prueba.

Recibir apoyo de nuestro entorno: tanto los padres como los profesores tienen que entender en qué situación se encuentra el alumno y apoyarle para fomentar su autoestima. Hay que entender que lo peor que le puede pasar a un alumno en un examen, es suspenderlo, y en la mayoría de los casos tendrá posibilidad de aprobarlo pasados unos meses.

Vida saludable: dormir lo suficiente los días anteriores al examen, evitar realizar comidas copiosas, o no ingerir bebidas ni fármacos excitantes, son reglas básicas que debemos incorporar a nuestra vida para sentirnos bien tanto física como mentalmente.

Realizar repaso antes del día del examen: con esto refrescaremos y afianzaremos conocimientos adquiridos anteriormente.

Visitar el lugar de la prueba: si tenemos que hacer un examen lejos de nuestro domicilio (por ejemplo en el caso de la selectividad o de una oposición), es importante que lo visitemos con anterioridad para saber cuánto tiempo vamos a tardar en llegar, o qué medios de transporte tendremos que utilizar para desplazarnos. Si el día del examen no hemos hecho una previsión, puede darse el caso de que vayamos con la hora muy justa, o incluso lleguemos tarde, con lo que las probabilidades de realizar un mal examen se verán incrementadas.

Recrear la situación de examen mediante simulacros: podemos realizar pruebas ficticias que nos permitan controlar la distribución del tiempo, nuestra manera de responder, etc. Esto nos ayudará a ir más relajados el día del examen, ya que este tipo de pruebas nos aportan datos sobre nuestra manera de actuar ante este tipo de situaciones. Si nos hemos familiarizado “con el enemigo”, nuestro cuerpo seguramente responda de otra manera, mucho más positiva, cuando nos encontremos en el examen. Lo ideal es que estos simulacros se lleven a cabo bajo las mismas reglas que el examen. Este apartado en casi IMPRESCINDIBLE realizarlo en el caso de oposiciones.

Quedar con los compañeros días antes de los exámenes para repasar: esto nos ayudará a aclarar las posibles dudas que tengamos, e incluso a modificar nuestros apuntes, en el caso de que tengamos algún dato erróneo. Una puesta en común, además de subsanar los posibles errores, afianza nuestros conocimientos.

El día del examen…

Ir sin prisas: dejar todo lo que vamos a llevar al examen preparado el día anterior: bolígrafos, calculadora, pilas, etc. Días antes podemos hacer una lista en la que vayamos apuntando todo lo que creemos que podremos necesitar. Además, como ya conocemos cuanto tardaremos en llegar al lugar del examen, podemos calcular, casi con exactitud, el tiempo que vamos a necesitar para estar preparados.
Si debemos levantarnos pronto podemos poner dos despertadores para evitar quedarnos dormidos o que uno de ellos falle; sobre todo nos servirá para dormir más tranquilos.

Evitar el repaso a fondo: sólo nos pondrá más nerviosos en el caso de que se nos olvide algo. Si nos da más confianza podemos hacer un repaso rápido fijándonos, sobre todo, en los conceptos subrayados.

No comentar el temario con los compañeros de clase: cada persona estudia y asimila los conceptos de diferente manera. Si comenzamos a preguntar y debatir los temas con otros compañeros, surgirán más dudas de las esperadas, además de incrementar nuestra ansiedad.

Evitar estar con otras personas que estén nerviosas: sólo lograrán contagiarnos su estado de ansiedad. Si tenemos un compañero muy estresado intentaremos ayudarle “en otro momento”.

Comenzar el examen por las preguntas que dominamos: esto hará que aumentemos nuestra confianza y por lo tanto nuestra ansiedad disminuirá, con lo que seguramente hagamos un mejor examen. Además, nuestro cerebro, según estamos escribiendo las respuestas que mejor nos sabemos, irá trabajando el resto de preguntas.

• Intentar controlar el tiempo en todo momento: debemos ser conscientes de cuanto tiempo nos queda para acabar el examen. No se trata de estar mirando el reloj cada minuto, pero sí de cerciorarnos de la hora cuando acabemos una pregunta o bloque de preguntas. Son muchos los casos de alumnos que comienzan a escribir y escribir y, cuando se acaba el examen, tienen la mitad de las preguntas sin responder.
Si creemos que en alguna de las preguntas podemos poner más detalles y vemos
que tenemos muy poco tiempo, lo que podemos hacer es dejar un hueco en
blanco para rellenarlo posteriormente, y seguir contestando a las demás
preguntas.

Exponer cada idea o concepto en un párrafo y subrayar conceptos: a la hora de corregir un examen se valora que esté expuesto de una manera clara, concisa y que el alumno tenga los conceptos muy claros. Un examen en el que todas las ideas están mezcladas sin seguir ningún orden, seguramente nos reste puntos en la nota final. Es muy importante subrayar sólo los conceptos que sepamos con toda seguridad son ciertos e importantes.

Dejar tiempo para repasar: dentro del tiempo que tengamos para el examen, debemos dejar los diez minutos finales –si es posible- para repasar faltas de ortografía y fallos. Es importante no entregar el examen antes de la hora límite si no se ha repasado.

Si nos ponemos nerviosos realizar la técnica de parada de pensamiento negativo: en este caso si estamos ya dentro del aula practicaremos las respiraciones abdominales y la parada de pensamiento negativo.