ALCOHOL, EMBARAZO Y LACTANCIA

Son muchos los mitos que giran en torno a la toma de alcohol en el embarazo y lactancia: que si con una copita no pasa nada, que si hay que esperar dos horas para dar el pecho, o si se toma una copa y luego se extrae la leche y se tira no pasa nada. Para concienciar a las madres, futuras madres y lactantes de que no deben beber nada de alcohol la Asociación Española de Matronas y Cerveceros de España ha lanzado la campaña «Porque el bebe lo que tú bebes».

Para hablar sobre todos estos mitos, resolver dudas y saber qué tipo de alimentación tiene que llevar tanto la mujer embarazada como la madre lactante se llevaron a cabo unas jornadas, organizadas por Madresfera, que contaron con las ponencias de Charo Sánchez, matrona; la nutricionista Andera Calderón y la influencer Isabel Cuesta «Una madre molona».

Antes de comenzar a entrar en materia se resaltó la importancia de no tomar NADA de alcohol durante el embarazo y la lactancia. Son muchos, como hemos comentado antes, los bulos y leyendas urbanas que circulan en torno a este tema y que son falsas.

Durante el embarazo el alcohol pasa directamente al torrente sanguíneo, de ahí a la placenta y al feto, pudiendo provocar graves problemas como:

            Características faciales anormales

            Problemas de corazón, riñones o huesos

            Discapacidades físicas e intelectuales

            Problemas de comportamiento, pensamiento o atención

            Nerviosismo o hiperatividad

Parece que todas estamos muy concienciadas con este tema, pero a la hora de la verdad un estudio realizado en nuestro país reveló que el 42% de las mujeres habían reconocido beber alcohol durante el embarazo en un contexto social (por ejemplo una boda, quedar con amigos etc.) y tan solo entre el 2 y el 3% eran conscientes de que este gesto podía perjudicar al bebé.

También durante la lactancia

Parece que el embarazo es la etapa que más cuidamos pero durante la lactancia también tenemos que ser precavidas con lo que comemos, ya que las sustancias pasan a la leche y también al bebé.

Algunas consecuencias de tomar alcohol durante el embarazo son:

            Que la leche materna no fluya bien y no puedas amamantar a tu hijo con el alimento necesario

            Que se reduzca la capacidad cognitiva del niño

            Que exista un empeoramiento del razonamiento no verbal del niño.

Sabemos que los eventos sociales pueden ser una cita clave, ya que estamos con amigos y nos puede apetecer tomar algún tipo de bebida de la que consumíamos antes de quedarnos embarazadas.

Una de las opciones más saludables puede ser la cerveza, pero hay que estar muy atentas, ya que tiene que ser 0.0. Las cervezas SIN llevan trazas de alcohol que también pueden ser perjudiciales para el bebé, por eso tenemos que asegurarnos en la etiqueta que no lleva nada de alcohol. De ese modo, la opción del consumo de cerveza que no contiene alcohol se convierte en una alternativa para aquellas mujeres que solían consumir cerveza tradicional antes de la concepción. Además este tipo de bebida tiene una serie de nutrientes y unos compuestos fenólicos con poder antioxidante.

Otras recomendaciones durante el embarazo y lactancia

            Además de no tomar alcohol las embarazadas deben tener mucho cuidado con otros alimentos que pueden acarrear problemas al bebé, como es el consumo de pescados grandes como el atún o el emperador (debido a su alto consumo de mercurio), los quesos hechos con leche cruda, los pescados crudos que no hayan sido congelados a menos de -20º C.

            Charo Sánchez también hizo hincapié en la importancia de dejar de amamantar a los niños si van a guardería y si acabamos de tener un bebé. Esto es porque los bebés todavía tienen un sistema inmunológico muy débil y si, por ejemplo, damos de mamar al bebé y a su hermanito que va a la guardería, este último puede trasmitir algunos virus que pueden ser perjudiciales para el más pequeño.