La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y viene acompañada de las famosas Torrijas y Buñuelos. Todavía recuerdo como de pequeñas nos metíamos con mi madre en la cocina para ver como preparaba estos dulces típicos. Ahora soy yo la que suelo preparar Torrijas con mis hijas. Pero las hago de una forma diferente y la verdad es que les gusta bastante. Ahí va la receta:

INGREDIENTES:

1 barra de pan de para torrijas . Últimamente las hago con pan de molde especial torrijas y les gusta más.

Leche semidesnatada

Azucar

Huevos

Azucar

Azucar vainillada

Virutas de chocolate o fideos de colores para decorar.

 

PREPARACIÓN:

Se corta el pan en rebanadas gruesas. En un bol echamos la leche y la mezclamos con 2 cucharadas de azucar y otras 2 de azucar vainillada.  Las pasamos por huevo y las freimos o si no queremos que queden con tanta grasa las horneamos hasta que estén doradas.

Una vez hechas las pasamos por una mezcla de azucar y azucar vainillada y colocamos las virutas de chocolate encima (tienen que quedar un poco derretidas). Y listo, Torrijas para toda la familia.

 

 

 

Independientemente de la edad que tengan, los niños pueden sufrir ansiedad. ¿Cómo podemos saber si nuestro hijo está sufriendo ansiedad? El Doctor en Psicología Fernando Miralles y una redactora del equipo de «Trucos de mamás»  nos dan las claves para descubrirlo.

(Extracto del libro «Como enfrentarse con éxito a exámenes y oposiciones» Ed. Pirámide)

«La ansiedad nos acompaña casi desde el momento en el que nacemos. Es evidente que en los primeros años no tenemos exámenes propiamente dichos, pero ya desde el mismo momento en el que salimos del vientre de nuestra madre nos tenemos que enfrentar a otro tipo de vivencias que también nos generan ansiedad.

Cada etapa de nuestra vida tiene sus propios “factores estresantes” que de no ser manejados a tiempo pueden generar ansiedad. Las personas, las cosas o situaciones que generan ansiedad son muy personales, aunque es verdad que hay algunas que suelen ser más comunes dependiendo de la etapa de la vida en la que nos encontremos.  Cómo en este libro nos hemos centrado sobre todo en la ansiedad que pueden generarnos los exámenes, a continuación hemos querido realizar un recorrido por las diferentes etapas escolares y las situaciones que, pueden fomentar la aparición de esta emoción negativa. Dentro de cada etapa haremos una exposición sobre los factores estresantes más comunes y las formas de eliminarlos o reducirlos significativamente.

 

De 0 a 3 años

 

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La separación de los padres suele ser la principal fuente de ansiedad en esta etapa

Los expertos dicen que se comienza a “sufrir” desde el primer momento en el que tomamos contacto con el mundo. Desde el esfuerzo físico para respirar, pasando por el cambio de un medio líquido a otro en el que el peso que soporta el bebé es mayor,  o  los cambios de temperatura, todo es nuevo para el niño. Tras esta “traumática” experiencia comienza una nueva vida en la que no tardaremos mucho tiempo en tener nuestro primer contacto con la ansiedad.

 

Una de las primeras ocasiones en las que esta emoción aparece en nuestras vidas es el momento en el que nos tenemos que separar de nuestros padres. La sociedad del siglo XXI en la que vivimos, ha sufrido grandes cambios, siendo uno de los más importantes la incorporación de la mujer a la vida laboral. Antes eran ellas las que se encargaban del cuidado de los hijos y de la casa, pero en este momento son mayoría los hogares en los que ambos miembros de la familia trabajan. ¿Qué significa esto? Que muchos niños son separados del entorno familiar cada vez a una edad más temprana.

 

Encontramos bebés que, con cuatro meses, ya tienen que ir a la guardería y, aunque el tiempo que pueden llegar a estar separados de su familia puede ser corto (dos o tres horas), es suficiente para provocar en ellos una inseguridad  que será la culpable de generar algunos signos de ansiedad, como que el niño comience a llorar cuando le despertamos por las mañanas, que vomite el primer biberón del día, o  lloros cuando se acerca a la guardería. Esta emoción, surgirá en muchas etapas de su desarrollo vital, por lo que es fundamental que los padres cuenten con herramientas eficaces que permitan identificarla y combatirla.

 

Afortunadamente algunas familias cuentan con el apoyo de los abuelos, figura fundamental en el cuidado de los niños en esta época, o de otro tipo de cuidadores. Aunque los abuelos cuidan a los nietos igual que si fuesen sus padres, este cambio de cuidadores también es el responsable de generar cierta ansiedad en los pequeños. El apartarles del entorno familiar (padres) en el que han vivido sus primeros meses, supone un estrés para ellos, que poco a poco se irá disipando cuando este cambio de cuidadores (abuelos) se convierta en rutina.

 

A esta primera separación de los padres hay que unir las numerosas novedades que acompañan a los niños en esta nueva etapa de su vida, como el aumento del tiempo que pasan en la guardería o escuela infantil. Muchos de ellos se enfrentan con jornadas maratonianas de 7 horas separados del entorno familiar (o incluso más). Si lo comparamos es como una jornada de trabajo de un adulto en un entorno en el que todo es nuevo para él: el lugar, el cuidador, los compañeros, las actividades, etc. Es como si a nosotros de un día para otro nos cambiasen de ciudad, de trabajo, de rutina. ¿Quién no tendría ansiedad ante un cúmulo tan importante de cambios?

 

Y por si fuera poco el niño debe hacer frente a numerosas enfermedades que debilitan sus defensas, sobre todo los que van a guarderías o centros infantiles, ya que están expuestos a sufrir un mayor número de contagios.  Esta situación hace que el niño sea mucho más vulnerable a todo lo que ocurre a su alrededor, y por lo tanto más proclive a sufrir ansiedad.

 

También el final de una etapa vacacional (en la que normalmente han estado en compañía de padres y familiares todo el día) suele ser otro de los factores que pueden alterar a los pequeños. La nueva separación de los padres y la vuelta de antiguas rutinas (levantarse antes, ir a la guardería, cambio de profesor, etc.) causan de nuevo nerviosismo y ansiedad que deberemos tratar cuanto antes para que el niño se acostumbre a los cambios y los asimile con absoluta normalidad.

 

Factores estresantes

  • Separación de los padres para comenzar a ir a la guardería (normalmente a los 4 meses, pero hay bebés que, por las circunstancias personales de sus padres tienen que ir antes).
  • Conocer y habituarse a un nuevo cuidador (en el caso de que los padres decidan contratar a una persona que cuide del pequeño).
  • Vuelta de las vacaciones o de periodos en los que no van a la guardería.
  • Enfermedades frecuentes.
  • Cambio de rutinas.
  • Cambio en los turnos de trabajo de los padres.
  • Muchas horas dentro de la guardería.

 

¿Cómo podemos detectarlo?

  • Lloros al llegar a la guardería.
  • Vomitar el primer biberón.
  • Que los cuidadores nos informen de que el niño está llorando casi todo el día (hay que decir que esto puede pasar el primer mes de adaptación sin que sea patológico, ya que es parte de la acomodación del niño a un nuevo contexto).
  • Despertarse por las noches con pesadillas cuando antes no las tenía.
  • Dormir intranquilos y con sobresaltos.

¿Qué podemos hacer?

Decir al cuidador que todos los días lea la agenda escolar. Este tipo de agenda es muy común en colegios y guarderías. Consiste en un documento en el que día a día, tanto padres como cuidadores anotan cualquier situación importante que le haya pasado al niño y que consideren que tiene que saber la otra parte. Este será el vínculo de información entre padres y cuidador.

  • Respetar sus rutinas.
  • Realizar junto con él ejercicios de relajación.*
  • Enseñarle a hacer respiraciones abdominales.*
  • Intentar que estén en la guardería un tiempo prudencial y que nunca sea excesivo.
  • Si económicamente se puede, que el cuidador vaya a casa del niño para que esté en su ambiente el mayor tiempo posible. A partir de los dos años puede ser mejor que vayan a la guardería para que aprendan a relacionarse con los demás niños.
  •  Cambiar lo menos posible (dentro de nuestras posibilidades) de cuidador.
  • Llevar al colegio su juguete favorito.
  • Que el niño vea que padres y cuidadores hablan y que hay una relación cordial entre ellos.
  • Que el niño duerma siesta en la guardería o en casa siempre que sea posible.

*Todas las actividades señaladas con asterisco están explicadas en páginas posteriores de este libro.

 

Educación infantil (de 3 a 5 años)

exámenes

Los exámenes comienzan a ser continuados en esta etapa y pueden generar ansiedad entre los pequeños

Hemos visto que, cada vez con más frecuencia, los niños comienzan su actividad escolar mucho más pequeños, pero también son habituales los casos en los que los padres, si su trabajo y circunstancias personales se lo permiten, prefieren retrasar el ingreso en el colegio hasta que cumplen los 3 años, edad en la que comenzarán ya en el segundo ciclo de educación infantil.

 

Al igual que pasará posteriormente, el cambio de ciclo puede llevar consigo un cambio de profesores, compañeros e incluso de colegio, por lo que el niño puede manifestar una sensibilidad mayor a estos cambios y tener ansiedad. Podemos preparar al niño para que se enfrente a ellos y consiga superar esta etapa con éxito. Para que el niño sufra menos, existen técnicas como la de llevarle al colegio nuevo (o cerca del mismo) en verano para que vaya reconociendo el colegio; intentar que conozca a algún amiguito o vecino que vaya a ir al mismo centro  para que, sobre todo los primeros días, vayan juntos; comentarle lo bien que se lo va a pasar en la nueva clase y lo que jugará con sus nuevos amigos y profesores, etc. Esta etapa  durará hasta los 6 años, edad en la que se pasará a la educación primaria.

Aquellos niños que no han sido escolarizados hasta este momento comienzan a sufrir todas las “novedades” que ya relatamos en el anterior apartado: la ansiedad de la separación de sus cuidadores, duermen menos horas, pasan mucho tiempo en el colegio, son más propensos a sufrir enfermedades, o tienen un exceso de actividades extraescolares que no hacen más que aumentar el tiempo que el niño está separado de su entorno, con todo ello es muy probable que comiencen a manifestar alguno de los síntomas relacionados con la ansiedad.

Por otra parte los niños que ya habían experimentado este tipo de emoción en la etapa anterior están mucho más preparados ante cambios tan grandes (aunque, como hemos dicho y seguiremos repitiendo a lo largo del libro, los cambios afectan más a unas personas que a otras).

 

Otro de los factores que más incide en los niños durante esta etapa es el tema de la comida, ya que, al aumentar el número de horas lectivas son muchos los que se quedan a comer en el colegio. Acostumbrados a comer en casa, y a que en numerosas ocasiones su madre o cuidadores se armen de toda la paciencia que poseen para enfrentarse a la hora de la comida, ahora se encuentran con que tienen que comer en menos tiempo cosas que quizás no les gusten y con una persona “vigilándoles” para que no se dejen nada en el plato. Para algunos de ellos este momento, que debía ser placentero, se convierte en un verdadero “examen” y como tal se tienen que enfrentar a él.

 

Hay una solución muy efectiva que cada vez practican más colegios,  y es que todos los niños empiezan a comer al mismo tiempo, y cuando terminan de comer todo lo que les han puesto en el plato pueden irse a jugar al recreo del colegio (motivación positiva). Esta práctica es más motivadora que estar siempre castigando al niño que tarda en comer (motivación negativa)  ya que acabará relacionando la comida con momentos negativos del día.

 

Factores estresantes

  • Enfermedades frecuentes.
  • Cambio de rutinas y/o de cuidadores.
  • Cambio en los turnos de trabajo de los padres.
  • El momento de la comida se convierte en un “examen” para muchos niños.
  • Pasan muchas horas fuera de casa.
  • Cambio de ciclo y por lo tanto para algunos de colegio y de compañeros.
  • Separación de los padres para comenzar el colegio si todavía no ha ido a la guardería.
  • Vuelta de las vacaciones o de periodos en los que no van a la guardería.
  • Mala comunicación entre los padres,  discusiones o ambiente familiar tenso.
  • Separación de la pareja.

Cómo detectarlo

  • Lloros al llegar al colegio.
  • Vomitar o tener dolor de estómago en el desayuno.
  • Dormir con sobresaltos.
  • Despertarse en mitad de la noche con pesadillas cuando antes no las había tenido.
  • Volver a hacerse pis por las noches.
  • Comerse las uñas de manera compulsiva.
  • Tirarse del pelo e incluso hacerse calvas.
  • Que los profesores nos informen de que el niño está mucho tiempo llorando, se encuentre triste o esté intranquilo.
  • Peleas frecuentes con el resto de sus compañeros.

¿Qué podemos hacer?

  • Mantener la agenda escolar al día entre padres y profesores, así los problemas se detectarán desde un principio y se podrán solucionar antes.
  • Respetar sus rutinas.
  • Ejercicios de relajación. *
  • Enseñarle a hacer respiraciones abdominales. *
  • Intentar que estén en el colegio un tiempo prudencial. Cuidado con el exceso de actividades extraescolares si no son imprescindibles.
  • Llevar al colegio su juguete favorito (aunque no lo puedan sacar de la mochila).
  • Que el niño vea que padres y profesores hablan asiduamente y que hay una relación cordial entre ellos.
  • Que el niño duerma siesta en casa siempre que sea posible.
  • Hablar con el niño para anular incertidumbres sobre el centro, los profesores y los nuevos amigos.

 

*Todas las actividades señaladas con asterisco están explicadas en páginas posteriores de este libro.

 

Educación Primaria (de 6 a 11 años)

Actividades extraescolares

Las actividades extraescolares ocupan gran parte del tiempo de ocio de los niños.

Es en esta etapa cuando los niños comienzan su primer acercamiento con los temidos “exámenes”. Los padres deben dar la importancia justa a los mismos, sin asustar a los pequeños,  pero haciéndoles entender el valor que tienen y la importancia de esforzarse para aprobarlos. En este periodo es fundamental que se refuerce la autoestima del niño y ayudarle a que entienda los contenidos que le están impartiendo en la escuela. “Entender” los contenidos no quiere decir “hacerle los deberes”. Algunos progenitores, por un erróneo complejo de culpabilidad, cansancio o comodidad, comienzan a hacer los deberes a sus hijos, creando de esta manera un mal hábito de estudio que pasará factura más adelante.

 

Con esto les estamos haciendo un flaco favor a nuestros hijos ya que, en primer lugar, “se acostumbran” a que los padres realicen sus tareas, no aprendiendo a valorar el  trabajo y el esfuerzo, y en segundo lugar y más importante, les estamos privando de aprender por sí mismos la materia, y por lo tanto podemos perjudicar su desarrollo intelectual.

 

Volviendo al tema de los exámenes, es importante que los padres no castiguen al niño que ha suspendido una materia, sino que tienen que enseñarle posibles soluciones para que esto no vuelva a ocurrir. Este momento es inmejorable para ir introduciendo pequeñas técnicas de estudio y hábitos que, en un futuro, permitirán al niño enfrentarse sin miedo a los innumerables exámenes y evaluaciones que tendrá a lo largo de su vida.

 

Además de estos primeros exámenes (algunos de ellos “sorpresa”, hecho que puede aumentar la inquietud de los niños), nos encontramos con el gran abanico de actividades extraescolares a las que apuntamos a nuestros hijos: kárate, inglés, informática, natación, etc. Estas actividades hacen disminuir el tiempo que los niños tienen para estudiar, por lo que es importante que los padres las distribuyan de una manera eficaz y racional, y comiencen a elaborar junto a ellos, un horario de actividades en el que tengan cabida tanto las horas de estudio como las de juego.

 

Factores estresantes

  • Multitud de actividades extraescolares.
  • Separación de la pareja.
  • Falta de tiempo para estudiar y jugar con los amigos.
  • Enfermedades (aunque en esta etapa comienzan a disminuir).
  • Cambio de  profesores y de compañeros debido al cambio de ciclo.
  • En algunos colegios cambio de compañeros (hay centros en los que, cuando pasan de curso, los niños cambian de clase. Esta acción es positiva para que se conozcan y crezca en ellos el espíritu de grupo dentro del mismo colegio).
  • Cambio en los turnos de trabajo de los padres.
  • El momento de la comida se convierte en un “examen” para muchos niños.
  • Vuelta de las vacaciones.
  • Mala comunicación entre los padres: discusiones/ambiente familiar tenso.
  • Comienzo de exámenes. Es importante que estén motivados en hacerlos bien y no en sacar mejores notas que sus amigos.

 

¿Cómo detectarlo?

  • No querer levantarse por las mañanas diciendo que están enfermos.
  • Lloros al llegar al colegio.
  • Dolor de estómago o vómitos en el desayuno.
  • Que los profesores nos informen de que el niño está intranquilo, triste o se pelea constantemente con el resto de los niños.
  • Dormir con sobresaltos,  tener pesadillas o volver a hacerse pis por las noches.
  • Comerse las uñas o tirarse del pelo de manera compulsiva.

¿Qué podemos hacer?

  • Fomentar la autoestima del niño.
  • No sobrecargarle con actividades extraescolares.
  • Comenzar a darle responsabilidades sobre su estudio (planificar los horarios, hacerse cargo de los deberes).
  • No hacerles los deberes.
  • Enseñarles a planificar los tiempos de ocio.
  • Dar la importancia justa a los exámenes (no sobrevalorarlos, pero tampoco adjudicarles “valor 0”).
  • Empezar a introducir técnicas de estudio como la organización de la agenda.*
  • Utilizar técnicas de motivación en vez de utilizar el castigo. *
  • Enseñarle a llevar su agenda al día.
  • Respetar sus rutinas.
  • Ejercicios de relajación. *
  • Enseñarle a hacer respiraciones abdominales. *
  • Que el niño vea que padres y profesores hablan asiduamente y que hay una relación cordial entre ellos.
  • Intentar anular los exámenes sorpresa, ya que pueden crear incertidumbre y ansiedad generalizada en el niño.
  • Hablar con el niño para anular incertidumbres sobre el centro, los profesores, los nuevos amigos y problemas fáciles de solucionar en un principio.
  • Ayudarle a estudiar. *
  • Apoyarle si hay una bajada de notas, sobre todo cuando suspenden. *

 

*Todas las actividades señaladas con asterisco están explicadas en páginas posteriores de este libro.

 

 

A muchos de vosotros os sonará lo que os voy a contar. Mi hija mayor, que ahora tiene 6 años, usado desde que tenía 3 meses, nebulizadores como consecuencia del asma que padecía. A esa edad cogió su primera bronquitis y ya nos dijo el neumólogo que hasta que no tuviese cuatro o cinco años iba a ser propensa a padecer infecciones pulmonares.

En invierno nuestro en nuestro botiquín nunca faltaba Ventolín. Normalmente se lo dabamos con la cámara de aire, pero cuando tenía algún episodio más fuerte en el hospital nos dejaban el nebulizador para administrarlo. Pero en ocasiones teníamos que esperar algún día para tenerlo en casa porque todos estaban prestados o porque no podíamos localizar a la empresa que lo suministraba.

Trucos de mamás asistió  al evento organizado por Madresfera para hablar de un nuevo producto de aerosolterapia en casa de la mano de la compañía Pic Solution y el doctor Salvador Casado, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.

La aerosolterapia es el uso de aerosoles para el tratamiento de enfermedades respiratorias y  sirve para humedecer las vías respiratorias, aliviarlas y administrar medicamentos.  Los aparatos nebulizadores convierten un líquido, habitualmente suero fisiológico con o sin medicamentos, en una suspensión de gotas de muy pequeño tamaño capaces de llegar y depositarse en los pulmones. Por lo que este tratamiento consigue una efectividad mucho mayor que un tratamiento habitual con aerosoles.

El doctor Salvador Casado afirma que en muchas ocasiones estos tratamientos no son del todo efectivos bien porque los papás no lo administramos correctamente (en mi caso es porque  se lo daba como podía porque no se quedaba ni un minuto quieta) o porque el medicamento al inhalarlo a través de la cámara de aire no llega bien a los pulmones. Con los nebulizadores los tratamientos son mucho más efectivos.

Por ello la compañía Pic Solution ha patentado MR HIPPO, un nebulizador para usar en casa con un diseño bastante original y sencillo.

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El hipotamo nebulizador tiene las mismas características que los nebulizadores que existen en los hospitales y que prestan a los pacientes  para tratar casos severos de asma, bronquiolitis, neumonias…. y la forma de uso es la misma.

En el interior de la boca del hipopótamo se coloca el suero fisiológico o el medicamento que nos hayan recetado y se coloca la mascarilla en la boca del niño. Si contamos con este aparato en casa,  cuando nos receten en el centro de salud el tipico formato de aerosol habría que indicar que se ya tenemos el nebulizador y simplemente nos cambiarían el formato del medicamento para que sea administrado de esta forma, siendo, según las palabras del doctor Salvador Casado, un tratamiento mucho más efectivo ya que va directamente al foco de la enfermedad respiratoria.

Precio: 80 euros aprox.

A primera vista puede parecer una tontería pero a la larga me he dado cuenta de que usando los productos para bebés con dispensador terminamos ahorrando una gran cantidad de dinero al año.

He de reconocer que soy un poco desastre y por ejemplo, en el caso de las toallitas húmedas para bebé, no me fijaba si las vendían con dispensador incorporado.  Cuando iba al súper cogía los paquetes más económicos (claro, todos ellos sin dispensador) y en casa gastaba una gran cantidad de toallitas cada vez que limpiaba el culo al bebé porque con las prisas cada vez que sacaba una del paquete salían dos o tres a la vez.

 

Los dispensadores los podemos comprar junto a las toallitas o de forma independiente.

 

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Con este formato las toallitas que se desperdician triplican en número de las que realmente utilizamos.

 

Tenía dos opciones con las que sobraban: o bien, terminaba de limpiar el culito con las que ya había sacado o las guardaba de nuevo (cosa que no os recomiendo porque se quedan secas y luego no valen para nada).

Un día probé el dispensador y desde entonces no he vuelto a cambiar: es más cómodo, útil y práctico.

Otros productos indispensables para su uso con dosificador son los jabones, geles, cremas y demás productos para bebés. Es cierto que un bebé no necesita el uso de estos productos (muchos pediatras recomiendan bañar a los bebés solamente con agua o utilizando jabón de glicerina), pero si hacemos uso de ellos, lo mejor es usarlos con dispensador. Así podremos controlar lo que gastamos y además utilizar la cantidad que necesita nuestro bebé.

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Por último, si pasáis mucho tiempo fuera de casa, estos dosificadores de leche en polvo y cereales son ideales para llevar siempre contigo y preparar biberones allá donde estés.

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Estos prácticos dosificadores se pueden transportar facilmente en nuestro bolso. El bebé tendrá en cualquier momento la cantidad justa de leche y cereales.

 

Y vosotras, ¿usáis productos con dispensador?

Las comparaciones siempre son odiosas. Pero cuando se trata de niños muchas veces podemos crear un trauma en ellos que les puede repercutir en su vida adulta. @Trucosdemamás os contamos nuestras experiencias, primero como hijas y luego como madres en este tema. ¿ Por qué comparamos a los niños?

 

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¿Por qué los adultos nos empeñamos en comparar todo lo relacionado con nuestros hijos y conocidos?

 

 

Cuando era pequeña, no había cosa que más odiase que las comparaciones con otros niños.

Mi madre siempre tendía a compararnos a mi hermana y a mi con unas vecinas de al lado que eran perfectas. Nosotras nos peleábamos continuamente, ellas no hacían ningún ruido en su casa. Ellas eran estilizadas, nosotras no. Eran guapísimas. Nosotras del montón y además ibamos juntas al mismo polideportivo a hacer gimnasia rítmica. Ellas destacaban en esa disciplina y a nosotras siempre nos regañaba la profe por lo mal que se nos daba.

Durante años perdimos la pista de estas dos vecinas y hace unos dos años casualmente me encontré con una de ellas y con su madre por la calle. Su madre nos saludó y «pasó el scanner» de nuestras vidas. Su hija nos contó que tenía un hijo y que vivía con sus padres en el pueblo. Su hermana estaba soltera y residía en Madrid.

Mientras la chica me estaba contando su vida pensé ¿que ha sido de estas dos niñas que se iban a comer el mundo y que destacaban por todo? Al final el tiempo pone a cada uno en su lugar pero lo cierto, pero el recuerdo de esas cosas se mantiene para siempre.

 

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Yo ya me había olvidado de las comparaciones hasta que tuve a mi primera hija. La niña era muy alta y muy delgada y la gente empezó a comparla con otros niños de su edad. Que si era muy delgada, que si no comía, que si el hijo de fulanita comía mucho y se criaba muy bien, que el de zutanita se criaba así porque su madre le daba el pecho y tenía mucha leche…..en fin. Durante el primer año de vida fué un estrés para nosotros (menos mal que la niña no fué consciente del acoso que tuvo por parte de familiares, amigos, vecinos….).

Afortunadamente a partir de ese año la niña empezó a comer bien y aunque sigue siendo delgada, ya no está sometida a ese acoso.

Pero hubo otro añadido más: hasta el año y medio no anduvo. A partir de ahí  tuve que oir  los mil comentarios de gente que me decía que como es que con esa edad no andaba que la llevase al médico, que eso no era algo normal… Estos comentarios generaron la ansiedad de pensar que la niña no estaba bien.

Cada niño tiene una evolución y no por ello va a ser mejor ni peor que otro, pero la realidad es que, mucha gente hace esos comentarios gratuitos sin pensar en las consecuencias.

Mi pregunta es ¿ por qué siempre se tiende a comparar a los niños? ¿Que beneficio hay en ello? A la larga estas cosas lo que consiguen es frustar a los niños y hacer creer que si no son como  los demás esperan es que no valen o están haciendo algo mal .

Un niño es un niño y tenemos que sacar todo lo positivo que hay en él. Nuestras frustaciones como adultos las debemos dejar para nosotros mismos y no perjudicar la vida de un niño que puede ser espléndida.

 

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Nunca me han gustado las comparaciones, de pequeña las viví pero desde el otro lado. Soy la mayor de dos hermanos, más o menos buena estudiante, responsable… y mi hermano tuvo que crecer oyendo a diario, tanto en casa, como en el colegio y el instituto, comentarios por parte de mi madre y de los profesores del tipo: «si estudiaras la mitad que tu hermana», «si fueras tan trabajador», etc, etc. Creo que no solo no benefician, sino que además pueden perjudicar enormemente a la persona, cuando la autoestima no es muy fuerte. Y desde que soy mamá… pues aún las odio más. Mi hijo es pequeño, delgado, come regular, anduvo muy tarde…  Es carne de comparación.

Muchas veces los padres caemos en la tentación de comparar, creo que es algo innato en muchas personas. Pero yo lo tengo claro, delante de mi hijo intento no hacer comentarios comparándolo con otros niños. Tengo que seguir sufriéndolos por parte de los abuelos, y me enfado bastante porque no quiero que mi hijo crezca oyendo esas odiosas frases: «come más y ganarás a tu primo», «tienes que ser el primero, para ganar a todos», etc.

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En mi caso las comparaciones vienen de la mano de mi hijo mayor y los niños de su misma edad. Él es el más bajito de su clase y además siempre ha estado en el percentil 3 de peso. Los dos primeros años de vida le hicieron muchas pruebas porque no engordaba, por si era celiaco, tenía alguna intolerancia etc. pero siempre ha dado negativo. Siempre escucho frases como «debería medir esto», «debería medir lo otro», «está muy pequeño»… al principio me angustiaba y reconozco que lo pasé mal porque, aunque la gente no lo haga con mala intención, lo que provoca es crear una preocupación en los padres, muchas veces innecesaria. Cada niño es diferente y no debemos comparar a unos con otros porque ellos notan esa preocupación o ansiedad y se la transmitimos aunque no queramos. Mi hijo, por ejemplo, ahora dice «he crecido mucho, soy mayor», supongo porque también ha escuchado a su alrededor demasiadas opiniones sobre su físico.

Sabemos que cuando estamos embarazadas, y sobre todo si es por primera vez, toda información que recibimos de los profesionales es bien recibida. Son muchas las empresas que ofrecen charlas gratuitas sobre diferentes temas. Normalmente están patrocinadas por empresas con productos para bebés que luego regalan una canastilla a los asistentes. Aquí hemos seleccionado algunas de ellas

tru_hdrLogoOfrecen charlas maternales sobre embarazo y cuidados del bebé en las tiendas. Las charlas suelen ser a las 19:00H. Aquí tenéis el calendario para los próximos meses. 

 

mamasDKV ofrece charlas matronales presenciales en diferentes ciudades (a fecha de hoy está pendiente el calendario de este año). También ofrece un Aula Virtual  en la que se abordan los mismos temas que en las charlas presenciales, pero con la comodidad de poder recibirlas cuando y dónde queramos.
descargaEste nuevo espacio dedicado a la maternidad ofrecerá próximamente  charlas para futuras mamás y charlas sobre lactancia 
logoprenatal En sus tiendas dan charlas sobre embarazo, recién nacido, seguridad en el automóvil o masajes para bebés entre otras muchas. Pincha aquí para ver las charlas de tu ciudad.
logo Ofrece charlas en diferentes puntos. Aquí puedes ver el calendario

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             Hero Baby ha lanzado al mercado una nueva gama de productos PEDIALAC  Y PEDIALAC SIN de venta en farmacias. Es una gama completa con leches, complementos lácteo, cereales y tarritos desarrollada pensada en la adecuada nutrición y crecimiento del bebé.
                     leche_AR                     leche_normal_1ha           tarros

Lo más novedoso es la gama PEDIALAC es su línea SIN, la primera y única gama del mercado completa de alimentación infantil que garantiza la ausencia de 3 de las alergias/intolerancias más comunes en los primeros años de vida ya que no contiene lactosa, huevo ni gluten.

             3D_cereales_0              verduras_ternera

 
Se trata de un alimento dietético para usos médicos especiales, por lo que debe ser utilizada bajo supervisión médica.
Pedialac SIN

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Los cereales Pedialac SIN  están elaborados con cereales hidrolizados, que gracias a
su proceso de fabricación favorecen la digestión y se disuelven con una mayor facilidad.

Estamos hartos de oír a los expertos de los beneficios saludables que tiene un buen desayuno para nuestros hijos.  A mí me encanta el momento del desayuno, y soy de las que cumple con el desayuno «saludable» de fruta o zumo natural, barrita de pan con tomate y aceite o mermelada  y café con leche.

A pesar de intentar aplicar esto en mis hijos, la historia me ha salido rana: a mi hija mayor no le gusta la leche y le encantan los bollos, y la segunda se toma un vaso de leche con cacao y ya no quiere nada más. He probado mil cosas y la mitad no me han servido de nada, así que os dejo una lista de alimentos socorridos que me han salvado de muchos desayunos:

  • ACTIMEL  o PETIT SUISSE PARA BEBER

Aunque parezca un tópico el ACTIMEL de Danone es muy socorrido. No sé lo que tendrá pero les encanta. Claro, que cuando les cambio de marca no les gusta el sabor. El problema es el precio, 2’99 euros el paquete de 6. Lo que hago es comprar el producto cuando hay ofertas 3×2 (suelen sacarlas habitualmente en los hipermercados).

MERCADONA

Los petit suissse para beber los compro de la marca MERCADONA y son bastante socorridos. Hay de diferentes sabores y les gustan mucho. Su precio, 1’80 euros.

 

  • ALMENDRAS, NUECES Y AVELLANAS

Algunas veces para el cole les coloco en una bolsita un puñado de frutos secos. Tienen muchísimas vitaminas y les dan energía. Cuando son más mayores se pueden incluir almendras o cacahuetes envueltos en chocolate con leche. Así aunque solo se beban en casa la leche, a media mañana están bien alimentados.

 

  • BARRITAS DE CEREALES

Estas barritas son muy socorridas para que se las lleven al cole. Si podéis fijaros en la composición nutricional, intentad que no tengan mucho azúcar para no habituar al niño a tomar productos muy dulces.

 

  • BOLLYCAOS  NATURALES

He conseguido que mis hijas se lleven «bocata» al cole camuflado en forma de bollycao casero. Los hago de diferentes sabores: crema de cacao, mermelada de fresa o de melocotón con queso para untar, membrillo con queso, patés.

 

  • PAPILLAS DE CEREALES

Es una opción muy fácil y rápida de ofrecer un buen desayuno a nuestros hijos si les gusta el sabor de la papilla.  Me lo recomendó una de las mamis del cole. A su hija que ya tiene 6 años, le encanta desayunar de vez en cuando una papilla de cereales con chocolate.

 

  •   CEREALES CON UN POQUITO DE LECHE

Los cereales son un alimento muy completo (crispis, mielpops, etc.) y si consigues que se tome unos poquitos con leche, hasta la hora del recreo están alimentados.

 

  • BATIDOS DE SABORES

Los días que se niega a tomar leche, recurro a los batidos de chocolate, vainilla o fresa. Intento que no sea lo habitual pero para días en los que se levanta con la hora muy justa y se niega a probar la leche, el batido es mi salvación. Junto a un par de galletas, no es el desayuno más saludable, pero antes de que se vaya con el estómago vacío… prefiero que se tome esto.

 

  •  PALITOS DE LA VACA QUE RÍE

Ya os hablamos en otro post. Es una opción perfecta tanto para tomar en casa como para llevar al recreo o para la merienda. Al llevar quesito y los palitos, es un alimento completo que también te sacará de más de un apuro.

 

  •  ZUMOS CON LECHE

Son más caros que los zumos tradicionales pero tienen más alimento y al llevar leche, les saben mejor. Sobre todo a los niños que no les gustan mucho las frutas y zumos clásicos. Los hay de diferentes sabores y marcas y son perfectos tanto para tomar en casa como para llevar al colegio para el recreo o para la merienda.

La verdad es que hasta hace apenas 2 semanas no había oído hablar de Baby Led Weaning  como la nueva moda en alimentación para bebés. Estaba viendo la televisión y en un reportaje aparecía la actriz Elsa Pataky hablando de las bondades de este método y dando de comer de esta forma a sus bebés. El baby led weaning es la última moda entre las mamás saludables.

Este método consiste en ir añadiendo comidas complementarias a la dieta del bebé que en sus primeros años de vida se basa en la leche de fórmula y en el pecho.  El médodo BLW facilita un desarrollo motor en el bebé mientras consigue que la experiencia de la comida sea  interactiva y positiva.  Baby led weaning permite a los bebés tener un control total de los alimentos sólidos y experimentar con texturas y sabores.

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Con este método el bebé experimenta con texturas y sabores nuevos

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El bebé coge los trozos y va dosificando su alimentación.

 

Aquí se hace hincapié en ir introduciendo alimentos frescos y sin procesar (frutas y verduras principalmente). Tampoco se es partidario de usar cubiertos. Si por ejemplo se cocinan patatas con zanahoria, se darán al bebé estos alimentos en un plato en pequeños trozos para que él pueda tocar y experimentar con esos alimentos y posteriormente llevarselos a la boca. Los expertos en Baby Led Weaning inciden en que en ningún momento este método es sustitutivo de la leche materna, sino que se van introduciendo alimentos de forma gradual.

Los beneficios de esta revolución en alimentación infantil pasan por el desarrollo de las habilidades motoras, la coordinación entre los ojos y las manos y un sistema que permite al bebé dosificar su alimentación y elegir el que va a comer y cuanta cantidad. Esto permite que los niños aprendan a comer por si solos y percibiendo el hecho de comer como algo divertido, no como un castigo.

Este método que está poniéndose de moda en España es muy común en Reino Unido y Estados Unidos. La Academia de pediatras americana recomienda el uso de esta alimentación a partir de los 6 meses.

 

Los expertos recomiendan que si quereis llevar a cabo el Baby Led Weaning debéis seguir las siguientes reglas:

  1. Siempre debe estar presente un adulto cuando el bebé esté comiendo.
  2.  Hay que empezar por alimentos que le puedan gustar como patatas, zanahorias, plátanos, pera…
  3. Intentad elegir alimentos orgánicos o de temporada.
  4. Cuando se introducen alimentos deben ser lo más grandes posibles, ya que los niños pequeños no tienen todavía destreza con los dedos y si le hacemos trozos pequeños se les caerán.
  5.  No apto para maniáticos de la limpieza. Hay que estar preparado para todo…
  6. Los papás que sean aficionados a grabar a sus niños están de enhorabuena porque sacarán imágenes inolvidables.
  7. Antes de empezar el método documentarse sobre el mismo.

 

Como es una forma de alimentación muy común en Reino Unido y Estados Unidos, los link que hemos encontrado están en inglés. Os damos una lista de todos ellos.

En España está publicado este libro aunque en breve aparecerán más publicaciones sobre el tema.

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Y vosotros ¿habéis llevado a cabo este método de alimentación? ¿ Que opináis sobre él?