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LAS PIPAS DE GIRASOL, BUENAS DURANTE EL EMBARAZO

Las pipas son una fuente rica en vitaminas E y B,  que protegen al cuerpo contra la acción de los radicales libres que oxidan las células, y por lo tanto son buenas para permanecer jóvenes más tiempo. Además, este rico aporte de antioxidantes se ha asociado a un menor riesgo de padecer importantes enfermedades degenerativas, como Alzheimer o Parkinson, ya que ayuda a frenar el envejecimiento celular.

Las pipas están especialmente indicadas para mujeres embarazadas, debido a sus altas dosis de folatos, un nutriente indispensable para el buen desarrollo del feto; pero también son recomendables para deportistas, ya que su alto contenido en magnesio y potasio ayudan a mejorar su rendimiento y evitan lesiones.

En la sociedad actual, cada vez estamos más concienciados de la importancia de adoptar un estilo de vida saludable. Además de llevar una alimentación sana y hacer ejercicio con regularidad, podemos ayudar a proteger nuestro organismo del envejecimiento tomando ciertos alimentos que tienen reconocidas propiedades. Y uno de ellos son las pipas, ese snack que nos ayuda a distraernos en nuestros ratos libres,  es uno de los aperitivos más ricos y saludables que existen.

Los frutos secos, en general, y las pipas de girasol, en particular, son una fuente ricas en fitoesteroles, una clase de compuestos químicos de origen vegetal que ayudan a reducir los niveles de colesterol y mejoran la salud del corazón, según un estudio de los investigadores del Instituto Politécnico de Virginia State University en Estados Unidos.

Los resultados de este estudio demostraron que las pipas de girasol son unos de los frutos secos con niveles más altos de esta sustancia, después de analizar 27 clases de frutos secos y semillas que se consumen más comúnmente como snacks en Estados Unidos.

Así que a comer pipas… Como siempre todo es mejor en su justa medida, nada de pasarse horas y horas con las pipas a mano.

1 comentario
  1. Vanesa Pérez Padilla
    Vanesa Pérez Padilla Dice:

    No me lo puedo creer. A mí me encantan, y me echaban unas broncas porque me decian que no era bueno. Y cuando comía me sentía fatal por si al final iba a ser verdad las supersticiones de abuela.
    Un beso!!

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