Las leches de crecimiento han generado bastante controversia durante los últimos meses por las diferentes informaciones dispares que están llegando de diferentes fuentes. El pasado sábado 24 de junio tuvo lugar el primer encuentro M&Ms sobre las leches de crecimiento en el que médicos y especialistas han debatido sobre la revisión publicada en la revista científica Acta Pediátrica sobre lo que pueden aportar estas leches en la alimentación de más pequeños.

 

La revisión Leches de crecimiento. ¿Qué pueden aportar en la alimentación del niño pequeño?”, publicada en la revista científica Acta Pediátrica destaca la importancia de la leche y, específicamente, la oportunidad que representan las leches de crecimiento como opción útil y complementaria en la dieta, para mejorar los aportes de determinados nutrientes esenciales, como calcio, hierro, vitamina D o ácidos grasos Omega 3 DHA.

 

Los autores, el Dr. Jaime Dalmau Serra, de la Unidad de Nutrición y Metabolopatías del Hospital Infantil La Fe de Valencia y el Dr. José Manuel Moreno Villares, de la Unidad de Nutrición Clínica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, recogen en este documento que la dieta en los niños de 1 a 3 años ha de cubrir los requerimientos nutricionales específicos de esta etapa de la vida, ya que las necesidades en cuanto a ingestas de proteínas, lípidos, hierro y vitamina D son diferentes a las de la edad adulta. Para mantener una alimentación equilibrada en la infancia se recomienda consumir frutas, verduras y hortalizas diariamente, dos porciones diarias de leche y/o lácteos, y aumentar el consumo semanal de pescado.

 

Sin embargo, se ha observado la frecuencia en la que se consumen algunos nutrientes en exceso, como es el caso de las proteínas, o que un porcentaje de niños ingiera cantidades insuficientes de otros, fundamentalmente hierro, ácidos grasos Omega 3 y vitamina D.

 

En este sentido, los autores resaltan que, “en los niños con dietas desequilibradas o con necesidades nutricionales especiales, podría recomendarse proseguir con una fórmula de continuación hasta los 2-3 años de edad, aunque son fórmulas lácteas destinadas a lactantes de 6-12 meses.

 

La disponibilidad de preparados lácteos adaptados para niños pequeños podría ayudar a paliar algunas de estas deficiencias. Así, actualmente se dispone en el mercado de las leches de crecimiento”.

En las infografías que aparecen en la parte inferior podemos ver la composición de las principales marcas de leches de crecimiento en el mercado español en el año 2016.

 

 

 

 

 

 

 

En este sentido, se ha reconocido el papel potencial de las leches de crecimiento para aumentar las ingestas de ácidos grasos poliinsaturados, hierro y vitamina D en los niños.  Según los autores de esta revisión “es un alimento beneficioso para complementar una dieta insuficienteLa consideración no es tanto legislativa, como de intentar fundamentar su utilidad en la alimentación de niños de corta edad”.

 

Y ante las posibles dudas que nos genere el uso o no de esta leche de crecimiento en esta revisión se han incluido las preguntas que solemos hacernos los padres:

 

 

 

 

 

 

 

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) publicó a principios del mes de abril la nueva pirámide nutricional que no se actualizaba desde el año 2001. En esta nueva guía nutricional la novedad radica en la base piramidal, donde encontramos el ejercicio y los hábitos saludables como el ejercicio y el equilibrio emocional.

 

Ahora que llega el verano y tenemos más tiempo de estar con nuestros hijos podemos hacer un ejercicio de buenas costumbres e intentar llevar a cabo las recomendaciones de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. 

En esta nueva pirámide hay algunos cambios sustanciales, como la inclusión, en la base de la pirámide de nuevos elementos que influyen y condicionan nuestro estado de salud como el ejercicio, la forma en la que cocinamos los alimentos y nuestro estado emocional (elemento al que se ha dado una importancia fundamental por la influencia que tiene el estrés y la ansiedad en nuestra estilo de vida actual).

También se incluye como novedad los suplementos nutricionales, que en algunas etapas de nuestra vida como el hierro en la etapa del embarazo en la mujer  o la vitamina D, cuyo déficit puede provocar obesidad, problemas óseos o enfermedades cardíacas.

 

 

 

 

 

 

 

Al hablar de alimentación lo importante es que sigamos la dieta mediterránea. Nuestros hijos deben acostumbrarse a  tomar 5 raciones de fruta y verdura cada día, reduciendo los productos lácteos a 2 o 3.

 

Una parte importante que se ha desechado estos últimos años ha sido el pan,  alimento que sigue siendo la base de la pirámide.  El pan ha pasado de ser base de nuestra alimentación a ser rechazado por la idea de que el pan engorda. Si podemos, hay que consumir el pan hecho con masa madre y con harina de grano entero ya que de esta forma aporta una gran cantidad de nutrientes y proteinas aparte de los hidratos de carbono.

Si acostumbramos a los niños al ejercicio físico los hidratos de carbono constituirán una parte fundamental en su dieta y antes de quitar estos alimentos fundamentales debemos promover en ellos estilos y hábitos de vida saludables.

Otro grupo fundamental en esta pirámide nutricional lo constituyen las legumbres. Afortunadamente gracias a muchos abuelos no se ha perdido la costumbre de comer dos o tres veces legumbres en casa. Tienen decenas de propiedades beneficiosas para nuestro organismo como:

  • Alto valor proteico y constituyen el alimento de origen vegetal con mayor contenido de proteínas ( a veces incluso más que la carne que se sitúa en la parte superior piramidal).

 

  •  Alto contenido en fibra que resulta beneficioso para el funcionamiento intestinal, para reducir el colesterol en sangre y favorecer el control de la glucemia.

 

  • Son fuente de hierro, especialmente las lentejas y garbanzos.

 

  •  Son fuente de vitaminas del complejo B que colaboran con el adecuado funcionamiento del sistema nervioso central.

 

  • Aportan calcio, fósforo, magnesio, yodo y potasio, fundamentales para el sistema neuromuscular.

 

La ansiedad y el estrés que genera nuestro estilo de vida diario influye también en nuestros hijos.

Muchas veces las cenas se convierten en «ataque a la nevera«, un sándwich o un bocadillo puede ser suficiente para nosotros  pero tenemos que aplicar la frase «lo que comen nuestros hijos hoy, será lo que sean mañana» a nuestros hijos e implicarles en el proceso de elaboración de la cenas.

Con ello por un lado, aprenderán a cocinar de una forma sana y serán los herederos de una alimentación saludable para su futuro y por otro, colaborarán en las tareas del hogar evitando la carga de trabajo extra a los padres con lo que ganarán autonomía e independencia.

Cómo recomendación final,  padres e hijos deberíamos practicar el MINDFULNESS,   una actividad que está tomando fuerza en los últimos años en la que se busca lograr un estado de atención centralizada en un pensamiento o sentimiento para conseguir un estado de felicidad y armonía recreando el momento presente.