El NIÑO QUE NO APRENDIÓ A QUERER
Erase una vez un niño que lo tuvo todo.
Lo tuvo todo pero no supo apreciar la esencia de la vida.
Desde pequeño fue un niño arropado por su familia. Sus padres y abuelos le dieron todo lo que tenían: amor, cariño y protección.
Pero al parecer eso no fue suficiente.
El niño se crió con sus abuelos. Unos abuelos cuya generosidad no tenía límites. Todo lo mejor era para el pequeño: viajes, comida, cuidados infinitos….y amor. Sobre todo mucho amor.
Pero el niño fue creciendo y se convirtió en un jovencito caprichoso y egoísta.
El mundo que había girado en torno a él se empezaba a desvanecer: su abuelo murió tras una larga enfermedad y su padres le enseñaron a pensar que debían enfrentarse al mundo ellos tres solos sin contar con la familia que le había apoyado durante años.
Su abuela sufrió mucho al ver que todos los valores que le habían intentado inculcar desde pequeño no habían servido para nada apenada al pensar que si el abuelo le pudiera ver desde algún sitio estaría muy apenado de ver en lo que su nieto se había convertido.
Pasaron los años y aquel niño se casó y tuvo hijos. Un día uno de los niños preguntó a su padre que por qué ellos no tenían primos, ni tíos, ni unos abuelos a quién poder abrazar.
El padre enmudeció y bajó la cabeza.
Se dio cuenta de que sus hijos no tendrían todo ese amor que le fue dado cuando era un niño y que no supo valorar. Ya era tarde.
By Chloe