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CÓMO ENSEÑAR A LOS NIÑOS A DECIR NO

Cuando los niños van creciendo e introduciéndose poco a poco en la sociedad, se van enfrentando a nuevos retos y cuestiones que hay veces que los padres no sabemos como afrontar. En este caso es importante que, desde muy pequeños, les vayamos enseñando lo importante que es que en ciertas cuestiones mantengan sus ideas y no se dejen guiar por otras personas si no están de acuerdo con lo que están haciendo.

La asertividad ( o saber decir que no)se puede aprender con el tiempo.Casi todos seguro que hemos pasado por alguna situación en la que, por no decir que no, luego nos hemos sentido mal o ha tenido implicaciones negativas para nosotros, por eso es importante enseñar a los niños que muchas veces no es malo decir «NO».

Normalmente las personas que no saben decir no son más tímidas, tienen miedo al rechazo social o quieren agradar a toda costa, lo que hace que realicen acciones que muchas veces les perjudican.

Gracias a la plataforma Boolino ha caído en nuestras manos el libro «Ana aprende a decir NO», en la que la pequeña Ana vivirá una aventura, por no decir que no,  que supondrá una serie de implicaciones que no le gustarán nada. 

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Ana es castigada por hacer algo con lo que no estaba de acuerdo porque no supo decir «NO» a tiempo

El libro «Ana aprende a decir NO«, de la editorial Salvatella, se engloba en una colección de títulos en los que se encuentran «¿Drogas? ¿Y eso qué es?» o «Si no como, no engordaré ¿no?, que pretende explicar a los niños, de una manera más cercana, cuestiones a veces difíciles de explicar por los padres, como el tema de las drogas, la anorexia o, en este caso, las implicaciones que tiene el hacer algo que no está bien  por agradar a los demás.

Este libro está dirigido a niños mayores de 8 años, es muy fácil y rápido de leer y fácil de entender para esa edad.

El libro lo leyó mi hija que casi tiene 8 años y lo entendió perfectamente; además ella relacionaba el episodio que le pasa a la protagonista con algunos similares (no con unas consecuencias negativas) que le habían pasado en el colegio, por lo que lo vio más cercano y real a sus vivencias diarias.