Lo malo de ser una madre primeriza es que no sabes lo que será necesario para tu día a día con el bebé, o lo que a la larga se convertirá en un capricho que no utilizaste. Al principio dudé si comprar este producto pero a la larga se ha convertido en una magnífica elección.

Cuando estás embarazada y tus amigos y familiares me preguntaban ¿qué te regalo? muchas veces no sabía que decir. Ojeando alguna revista me fijé en este termómetro para el agua y pensé que podía ser una buena opción, así que una amiga me lo regaló.

El termómetro de Avent de Philips  es uno de los productos que más he utilizado mientras mis hijos tenían unos meses (aunque he de reconocer que ya con la segunda lo utilizo mucho menos) porque muchas veces la percepción que tenía sobre la temperatura del agua (metía la mano y creía que la temperatura era idónea pero el termómetro me decía que estaba demasiado caliente o que estaba fría) era distinta a lo que yo creía.

El termómetro tiene una pequeña bolita en un extremo que, una vez introducida en el agua, en pocos segundos nos indica la temperatura de la misma. Si lo dejamos fuera, el termómetro nos indica la temperatura de la habitación, lo que viene muy bien sobre todo en invierno cuando ponemos la calefacción.

Su precio ronda los 20 euros y lo venden en dos colores: rosa y azul. Un producto muy económico y, sobre todo, útil.

Llevo casi tres años usándolo y sigue como el primer día, funcionando perfectamente, en mí caso ¡lo recomiendo 100%!

 

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