¿QUÉ HAGO SI MI HIJO MIDE MENOS QUE LOS DEMÁS?
La baja estatura de los niños puede afectarles por lo que es importante que fortalezcamos su autoestima y normalicemos la situación para que no se sientan diferentes.
El problema de la altura en nuestros puede suponer un reto difícil de afrontar, tanto físico como psicológico para padres e hijos. El que nuestro hijo o hija sea más bajo o alto de lo normal puede condicionarle para evitar jugar a ciertos juegos y ser objeto de burlas por parte de los compañeros que pueden mermar su autoestima.
En mi caso sé bien de lo que estoy hablando porque mi hijo ya desde que nació tenía una altura inferior a la media, situándose siempre en el percentil 3. Al principio el pediatra quiso descartar cualquier problema físico, por lo que le hicieron diferentes pruebas médicas para ver si era celiaco o si tenía alguna alteración de la hormona del crecimiento y todo salió correcto.
Fueron pasando los años y la pediatra volvió a requerir pruebas porque el niño seguía estando en el percentil 3 de altura. Para ello solicitaron la realización de una radiografía de la muñeca: en ella ven la edad real de crecimiento que, en este caso, correspondía a casi dos años menos que su edad real. También nos preguntaron cuándo habíamos desarrollado los padres y comprobamos que los dos habíamos tenido un desarrollo tardío por lo que determinaron que el niño era de “crecimiento lento”; es decir, que su desarrollo era normal pero que era más lento que el de los otros niños, por lo que se prevé que “pegará el estirón” más o menos dos años que los demás.
Desde el primer momento le dijimos lo que le pasaba y le preparamos sicológicamente para esto. Sé que quizá podéis pensar que no es para tanto pero en el colegio hay niños que son muy crueles y sabía que se meterían con él por su estatura. Cuando fue creciendo recibía apodos como “enano”, “pequeño” o le preguntaban a qué curso iba porque creían que no correspondía con su edad. Incluso una profesora le dijo que si se metían con él contestase “No tendré altura pero tú no tienes cultura”.
Cada seis meses va a revisión con el pediatra, le hacen análisis y el niño va creciendo a su ritmo pero está sano.
Supongo que los niños que son altos tendrán este mismo problema; ya no es solo un problema físico porque se sienten diferentes a los demás, sino que el gran problema está en enfrentarse a las burlas de los demás, lo que puede hacer que sientan un gran complejo.
Creo que es importante hacerles ver que cada uno somos diferentes y, sobre todo, si llegan diciendo que se meten con ellos en el colegio por la altura, informar a los profesores para cortar inmediatamente este tipo de insultos y no llegar a casos extremos.
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También quería comentar, para los padres que pasamos por esto, que es importante que nuestros hijos vayan a revisiones periódicas para comprobar que todo está bien. En la última revisión a mi hijo le detectaron una leve escoleosis que, si no se trata a tiempo, puede hacer que desvíe un poco la columna y que incluso mida menos al no estar recto.
Los especialistas recomiendan que en todas las etapas de la vida los niños y jóvenes hagan ejercicios, ya que tiene muchísimos beneficios para ellos.
Aunque no existen ejercicios específicos para crecer sí que se tienen que promover aquellos que permitan que la columna esté recta y que fortalezcan sus huesos y músculos para tener una correcta postura.
Cuando fui a la pediatra me comentó que era muy importante que los niños hiciesen ejercicio; no me recomendó uno en especial pero me dijo que el baloncesto, fútbol, natación o cualquier otro eran muy buenos para fortalecer la espalda y permitir un desarrollo correcto en esta etapa tan importante de la vida.
Lo importante es que, cuando detectemos este tipo de casos consultemos al pediatra para que pueda descartar cualquier alteración física y apoyar psicológicamente a nuestros hijos, incluso si es necesario acudiendo a un profesional.
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