¿Cuándo hay que empezar con el estudio de un segundo idioma? ¿Es bueno hablarles en inglés aunque no sea nuestro idioma materno? ¿Cómo podemos ayudar en el aprendizaje de idiomas de nuestros hijos?
Para responder a estas y otras muchas preguntas el British Council de Madrid organizó la III Jornada de Bilingüismo en Edades Tempranas, que contó con la ponencia de Philip Riley, coautor del libro ““The Bilingual Family: A Handbook for Parents” en el que asesora a los padres sobre qué lengua es recomendable que adopten los niños y qué ocurre cuando queremos que aprendan una segunda lengua. El autor durante la conferencia habló de aspectos lingüísticos además de señalar que hay diferentes grados de bilingüismo, y que «en la sociedad actual creemos que bilingüe es una persona que domina a la perfección un idioma, pero ¿quién domina perfectamente su propio idioma?». También habló sobre familias en las que se hablan varios idiomas (por ejemplo por la inmigración) y cómo estos niños van adaptándose a las características de su familia y del lugar dónde viven.
Una vez concluida la conferencia se pasó a realizar una mesa redonda que contó con la presencia de Ana Halbach, autora de I Guía del Bilingüismo Don’t worry, mum and dad… I will speak English! (que recoge respuestas a preguntas hechas por padres entre las que se encuentran ¿Cómo logro que mi hijo sea bilingüe? ¿Debo hablarle en inglés todo el rato? Y si lo hago ¿Dominará su lengua?) y Pilar Novillo, miembro del equipo directivo de infantil.
Los padres pudimos realizar preguntas como cuál es la edad idónea para introducir un segundo idioma en el aprendizaje de los niños. Esta edad serían los 3 años, ya que tienen una base lingüísitica asentada de un idioma y el 2º idioma emerge cuando el primero está bien asentado.
Otra de las cuestiones analizadas fue la creencia que se tiene de que el bilingüismo retrasa el lenguaje en los niños. Comentaron que esto no es así, ya que cada niño tiene su propio aprendizaje y que si, por ejemplo, un niño a los dos años conoce y usa unas 50 palabras, en el caso de niños a los que se les habla en dos idiomas diferentes, puede conocer 25 de cada uno de ellos. Lo que hay que ver es la capacidad lingüística total del niño.
Y ¿qué hacemos si sabemos un idioma, por ejemplo inglés, pero no es nuestra lengua materna? ¿Habría que hablarles en este idioma? Las especialistas recomiendan que no hay que forzar algo que no nos sale innato, ya que el lenguaje tiene un componente emocional muy importante y si nosotros intentamos hablar en otro idioma que no es el nuestro, este componente desaparece. Lo que sí recomiendan es, por ejemplo, que elijamos un ratito del día para hablar con ellos en otro idioma. Les podemos decir “ahora en este ratito vamos a jugar a que somos ingleses y hablamos en inglés” o aprovechar el rato de la lectura del cuento diario para hacerlo en otro idioma.
Algunas de las ventajas que tienen los niños bilingües son que tienen una mayor conciencia metalingüistica, más capacidad de concentración y pensamiento divergente (pueden dar varias respuestas a una pregunta). En cuanto a las desventajas encontraríamos un retraso en la adquisición del vocabulario y en la velocidad de lectura, pero estas van desapareciendo a medida que el niño crece.
Si queréis más información sobre estas y otras muchas cuestiones podéis descargaros la I Guía del Bilingüismo Don’t worry, mum and dad… I will speak English! pinchando aquí