En los últimos años cada vez son los casos de niños que tienen piel atópica y que necesitan cuidados especiales para tratar esta enfermedad de la piel. Los primeros síntomas suelen aparecer entre los cuatro y 6 meses de vida y aparecen rojeces primero en la zona facial y luego se va extendiendo a la zona interior del interior del codo y rodillas.
A partir de los 2 años un porcentaje muy alto de niños mejoran, pero otros ya seguirán teniendo los síntomas de la piel atópica (sequedad, eccema y picor) a lo largo de su vida.
Hoy en día se desconocen las causas de porqué en los últimos años el porcentaje de niños menores de 3 años que tienen dermatitis atópica ha crecido un 300%, aunque ya se sabe que en su aparición influye el medio ambiente y la genética.
¿Qué conseguimos con las cremas?
El principal problema de las pieles atópicas viene porque tienen una menor cantidad de grasa y la sequedad es mayor. Se produce una alteración de la barrera de la piel que no cumple bien su función y además una alteración del sistema inmunitario. Un niño con piel atópica suele tener la piel muy seca, pero cuando tiene un brote la piel se inflama, el niño se rasca y se produce una sobreinfección a causa de la colonización bacteriana que lleva a que muchas veces se tenga que administrar un corticoide.
Lo que se quiere conseguir con los cuidados cosméticos es poder controlar la barrera cutánea y sellar la piel para evitar esa entrada de bacterias y la pérdida de agua que lleva a la sequedad.
Los laboratorios dermatológicos de Uriage , conocidos por realizar productos con Agua Termal de Uriage (un lugar situado en los Alpes franceses a unos 1.600 metros de altura) ha lanzado Xémose, una línea de productos pensada para todos aquellos niños con esta enfermedad. Los productos de esta gama son:
Xémose Syndet y Xémose aceite limpiador: diseñados para limpiar y calmar la piel, reestructuran y calman la barrera cutánea y protegen del efecto desecante del agua.
Xémose Cerato: sirven para calmar la inflamación y contienen manteca de Karité en diferentes concentraciones. Por ejemplo la leche es muy fluida y es ideal para niños a los que no les gusta que les den crema, ya que se seca muy fácilmente, y el cerato, una crema muy densa y untosa, sirve para casos extremos.
Así mismo si nuestro hijo sufre dermatitis atópica podemos descargarnos gratuitamente la aplicación Atopedia en la que tendremos consejos de dermatólogos y expertos, seguir la evolución de la enfermedad o juegos pedagógicos adaptados a la edad del niño.