Lo que más me sorprendió cuando vi la crema es que el envase se parecía más a un medicamento que a una crema de pañal de las que habitualmente estoy acostumbrada a usar. Lo primero que me llamó la atención es el nombre, CARENA, y las cifras inscritas en el tubo «5 mg/g + 270 mg/g de pomada» que me recordaban a una mezcla de las que antes hacían las farmacias.
Nunca había oído hablar de esta crema, así que lo primero que hice fue buscar información sobre ella. Los 5 y 270 mg del envase se refieren a los principios activos de los que se compone el producto: Aceite de hígado de bacalao y óxido de zinc. El primero tiene un alto contenido en vitaminas A y D, y el segundo acción secante y protectora ante factores externos que puedan irritar la piel así que la combinación de las vitaminas y el zinc me pareció una buena mezcla.
Normalmente estaba utilizando la crema de pañal Mustela , pero recurrí a Carena cuando la irritación del culito de mi bebé estaba tomando dimensiones desproporcionadas, así que decidí usar esta segunda. El resultado fue el mismo que con Mustela, no resolvió el problema, y es que al igual que con numerosos productos, cada bebé tiene un tipo diferente de piel y lo que le va bien a uno puede irle mal a otro, de hecho esta crema fue recomendación de una persona que me dijo que a su bebé le había ido fenomenal, pero al mío no.
También he de decir que la niñas, por su fisonomía, son más proclives a sufrir irritaciones del pañal. Con mi hijo me servía cualquier crema, todas le fueron bien, pero con la niña después de utilizar al menos cinco marcas diferentes me quedo con Sebamed, para mí la mejor, con diferencia, de las muchas que he probado hasta el momento.