Cada niño recrea su propio universo acerca de las navidades. La imaginación es libre y cuando un niño quiere ser un Elfo negro ¿por qué no hacer que su propia historia se haga realidad?
Quedaban pocos días para la función navideña del colegio.
Este año, los niños irían disfrazados de pequeños elfos ayudantes de Papá Noel.
- ¿Y de que color son los elfos? Preguntó uno de los niños en clase
La profesora buscó en internet la fotografía de un elfo y se la enseñó a toda la clase.
- Pues los elfos van vestidos de rojo y verde y tienen orejas puntiagudas. Visten de ese color para diferenciarse de Papá Noel, ya que ellos son los ayudantes de ese señor grandote y con barba blanca que trae los regalos el día de Nochebuena.
Uno de los niños levantó la mano :
- Profe, ¿y puede haber un elfo negro? – preguntó con cara de sorpresa.
Algún que otro niño soltó una carcajada.
- ¿Como negro? ¿ Vestido de negro? – La profesora no entendía muy bien a que se refería el niño.
- Si, de negro. Todos los elfos van de verde y rojo, pero ¿por qué no puede existir un elfo negro? Porque en mi imaginación existe y si en mi imaginación existe es que es verdad- respondió el niño con rotundidad – . Me lo ha dicho mi mamá.
Ni corto ni perezoso, el niño fue a la función navideña vestido de negro. Estaba feliz porque en su interior se sentía como un verdadero elfo negro, un elfo al que no le importaba el que dirán ni el ir diferente a los demás. Era feliz porque su opinión había sido tenido en cuenta y por primera vez se había sentido importante…
Potenciemos la imaginación de los más pequeños porque será su poder para el futuro.