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Yo soy una madre normal.
Con mis virtudes y mis defectos pero de lo más normal.
No pretendo ser una madre heroína que muestre a todo el mundo lo mucho que se sacrifica por sus hijos y lo buena que es.
Tampoco pretendo ser esa mujer protectora y supermadre que es capaz de defender a capa y espada todas las acciones que hacen sus hijos, estén bien o estén mal, sean justas o injustas y que es capaz de hacer cualquier cosa por ellos.
No soy una madre victimista que carga diariamente con el peso de la crianza de sus hijos. La maternidad es algo que se elije y desde pequeños sabemos que todo acto tiene sus consecuencias y eso es tan verdad como la vida misma.
Intento cuidar cada día a mis hijos como mejor puedo, pero soy normal.
Y esta normalidad hace que muchas veces esté frustrada como madre.
No me pongo a estudiar con ellos, ni les ayudo a hacer los deberes, ni siquiera se los corrijo y a veces eso hace que me sienta mal.
Tampoco les defiendo si no estoy de acuerdo con lo que hacen o a quién se lo hacen. Son todavía muy pequeños pero creo que en la vida hay que ser justo e intento practicar con el ejemplo aunque a veces me duela.
No quiero que hagan actividades que no les gusten sólo por el hecho de hacerles creer que son los mejores. No presumo de sus notas o de sus logros.
La gente me critica por ser normal.
Si no es porque no se cuidar a mis hijos, es porque no les ayudo lo suficiente, o porque en algunas cosas me vuelco demasiado.
También porque les doy demasiados caprichos, o porque se los prohibo, por enseñarles a disfrutar o por no castigarles, por dejarles que decidan su propio camino o por no hacerlo.
El caso es la crítica fácil.
Y me compara por ser así.
Ser una madre normal es lo que tiene. Puedes ser comparada con el resto de madres del mundo, que evidentemente son mejor que tú. Estarán mejor formadas, serán mejores madres y criarán a sus hijos de una forma perfecta, cosas a la que tu nunca llegarás por ser una madre normal.
Quizás viva en mi ignorancia pero prefiero ser así. Todos los días repito a mis hijos la misma frase: Sed felices y disfrutar cada momento de la vida .
By Chloe
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Un regalo original con el que disfrutará toda la familia
Llegan las Navidades y comenzamos una frenética búsqueda del regalo perfecto para nuestros hijos, amigos y familiares. Muchas veces pasamos horas pensando en qué juguete les gustará más, si acertaremos o no y, sobre todo, si lo disfrutarán con cariño y lo recordarán mucho tiempo.
La vida tan ajetreada que llevamos hoy en día nos lleva una rutina que, en ocasiones, no nos permite disfrutar de tiempo de ocio con nuestros hijos. Entonces, ¿porqué no regalarles estas Navidades un momento especial que nunca olvidarán?
Con esta premisa nacen las Kiddysbox y las Familysbox unas cajitas que contienen momentos inolvidables que pueden disfrutar tanto los más pequeños como los mayores. Estas pequeñas cajitas se convierte en la alternativa más original a los regalos convencionales para estas Navidades.
Momentos mágicos en familia
Dentro de la gama de experiencias las Familysbox están compuestas por actividades que podemos compartir varios miembros de la familia o amigos. Todas estas actividades están avaladas por un comité científico que las selecciona teniendo en cuenta su valor pedagógico y educativo y los valores que puede aportar al niño.
Así, los más pequeñitos pueden montar a caballo, participar en un taller de piruletas, pasar un día entre sus animales favoritos o disfrutar un día con mamá y papá en un spa.
Según van cumpliendo años las experiencias se van transformando y encontramos algunas tan fascinantes como recorrer parte del río Sella en Canoa, hacer snorkel, conducir motos en la nieve, pasear en un barco pirata, convertirse en un pequeño chef o hacer un curso de rock and roll.
Regalos diferentes para un momentos especiales
Las Kiddysbox son otra de las opciones que, no solo podemos regalar en Navidad, sino en fechas señaladas como cumpleaños, comuniones o final de curso. Si queremos hacer un regalo original seguro que acertaremos. Estas experiencias se presenta en un original y útil packaging, una fiambrera, que en su interior contiene una tarjeta regalo con el código que activa el regalo, la guía para escoger las actividades y una pulsera para que el niño se acuerde de la experiencia vivida.
Cursos de kárate o judo, sesiones de belleza con mamá, taller de cupcakes o campamento de robótica son algunas de las originales experiencias que podemos encontrar en las Kiddysbox.
Las más completas: diversión para toda la familia y amigos
Y si disponemos de un fin de semana libre podemos optar por una escapada en familia a lo grande, con hotel incluido en la que además del alojamiento nos propondrán actividades tan divertidas como la visita a una vaquería asturiana, un taller de cocina en familia en Granada, o una noche en un campamento indio en Toledo.
Podemos encontrar las Kiddysbox y las Familysbox en tiendas como El Corte Inglés o la Fnac o en su propia página web, http://www.kiddysbox.com/ y http://www.familysbox.com/, donde además, podéis encontrar el listado completo de actividades y los lugares dónde se llevan a cabo. Una vez que compramos la cajita en su interior aparecerá un código que nos pedirán al reservar nuestra actividad. Llamamos al lugar elegido, reservamos fecha y hora y…¡¡a disfrutar!!!
¿Y el precio? Podemos comprar experiencias únicas para nuestros hijos desde 24,90 €.
Seguro que os ha gustado la idea ¿verdad? Pues seguid los pasos a @Trucosdemamas porque la semana que viene sortearemos una Kiddysbox para que podáis regalar o disfrutar tiempo en familia durante estas navidades
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¡Como se nota que estamos en otoño y los planes vuelven a las ciudades como Madrid! Este fin de semana, si os gusta montar en bicicleta, no os podéis perder la fiesta de la bici 2015.
El domingo 4 de octubre todos los amantes de la bicicleta tienen una cita a partir de las 9 de la mañana para recorrer las calles de la capital. 20 kilómetros de circuito urbano por la Gran Vía, el Paseo del Prado, la Puerta de Alcalá, el Santiago Bernabeu, Plaza Castilla, etc. Y muchos diréis, ¿20 kilómetros? La verdad es que dicho así suena duro, pero no tenéis que hacer todo el recorrido, y además hay puntos de encuentro y de asistencia, avituallamiento y animación. De lo que se trata es de pasar un rato con la familia, recorriendo Madrid por sus principales arterias, con el tráfico cortado. Un plan con niños diferente en el que seguro que los peques se lo pasarán genial y de paso hacen deporte.
Importante: llevar casco todos. También los niños que vayan en sillitas en las bicicletas. Y desde luego prepararse previamente, lo de no coger nunca la bicicleta y ese día hacerse 20 km, como que no. Y si no te has preparado, te recomendamos que no intentes hacer los 20 kilómetros sin parar, tómate tu tiempo, no es una competición, es la fiesta de la bici para las familias y los más pequeños.
Podéis simplemente acudir el domingo al punto de salida o también podéis hacer la inscripción y recoger vuestros dorsales los días antes. Podéis ver el recorrido y toda la información de la 37ª edición de la fiesta de la bici en la web oficial.
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Tras el éxito de la primera y segunda edición de Malakids!, celebradas en marzo y septiembre de 2014, vuelve al centro de Madrid el mayor festival urbano para niños y padres. ¿La cita? Los días 24, 25 y 26 de abril de 2015. ¡Que tus pequeños se vayan preparando!
Malakids! nace ante la creciente demanda de padres y madres que reivindican un ocio diferente para disfrutar en familia, con actividades que no sólo diviertan a los más pequeños, sino que también les eduquen, aporten valor y, además, resulten atractivas para ellos mismos también. Y lo hacen desde un lugar muy especial que, en principio, resulta muy poco familiar, como es el centro de Madrid: Malasaña y Conde Duque.
En Malakids! participan más de 70 establecimientos y espacios culturales como LASEDE del COAM, el Museo ABC, el Museo Nacional del Romanticismo o el Museo Cerralbo. Escenarios destacados del festival serán lugares al aire libre como las plazas del Dos de Mayo, Juan Pujol, Comendadoras y San Ildefonso, así como las calle Palma y San Joaquín. Durante tres días más de 200 propuestas de lo más divertidas (conciertos, talleres, market, teatro, juegos, cuentacuentos, deporte…) se desarrollarán por las calles, plazas, comercios e instituciones de las áreas de Malasaña y Conde Duque. ¡Todo un planazo para toda la familia!
Malakids! está organizado por Kideoo -la web de planes no convencionales para padres y niños-, Somos Malasaña -el periódico de Malasaña- y por el Ayuntamiento de Madrid.
En este enlace podéis ver todas las actividades que están programadas.
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Desde TRUCOS DE MAMÁS queremos proponeros una escapada muy especial en familia a tierras vallisoletanas, concretamente a Mayorga, donde se encuentra un museo único en España, el museo del pan. Una aventura para los más pequeños donde podrán sentirse panaderos por un día.
El museo se encuentra en la hermosa iglesia de San Juan junto a la ribera del Cea. Allí descubriremos el mundo de los cereales, los veremos crecer, los podremos oler y tocar. Nos adentraremos en la molienda conociendo la historia de los molinos y su funcionamiento; conoceremos los secretos de la panificación y veremos como funciona un horno… Nos sorprenderán curiosidades y leyendas sobre el pan e, incluso, haremos de panaderos por un día y nos llevaremos un pan hecho por nosotros mismos.
Si quieres ampliar la información respecto a tarifas, horarios y talleres no dudes en visitar la web de turismo de la provincia de Valladolid. Ahí encontrarás todo lo que necesitas saber.
Pero, además de este espacio único, Mayorga cuenta con muchos atractivos turísticos que no puedes dejar de visitar si decides realizar una escapada a Tierra de Campos. Recorriendo sus calles nos encontraremos con iglesias mudéjares del siglo XV, casas y palacios con bellos escudos o con el buzón más antiguo de España. Ni más ni menos que del año 1793.
Si decides visitar Mayorga el 27 de septiembre, podrás asistir a una fiesta única. Desde la iglesia neorrománica de Santo Toribio de Mogroviejo parte este día la procesión de El Vítor. Una noche de fiesta entre religiosa y profana, donde todo el pueblo va vestido con sacos, cantando y llevando unas pértigas que sostienen pellejos de vino ardiendo. ¡Una fiesta para grandes y pequeños!