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Comienza un nuevo curso escolar y una de las cosas que tenemos que tener en cuenta es la salud ocular de nuestros hijos. Algunos problemas de aprendizaje pueden ser debidos a una deficiente visión de los niños, por eso es muy importante que, a partir de los 4 años, les llevemos a un especialista regularmente para que les realice una revisión. El post invitado de hoy nos llega de la mano de 41eyewear.com y nos explica cómo detectar si nuestros hijos pueden necesitar gafas,

 

Gafas para bebés y niños

 

Los niños pueden presentar problemas de visión desde los pocos meses de vida y detectar esos problemas es tarea de quienes les rodeamos para intentar tratarlos cuanto antes.

 

¿Cómo saber si necesita gafas para bebés?

 

Gafas niños

Hay algunos síntomas que podemos tener en cuenta y que nos pueden indicar que nuestro hijo o hija no ve correctamente. Los más frecuentes son los siguientes:

  • No sigue los rostros de sus padres o no enfoca la mirada.
  • Las pupilas y los iris no están alineadas en los dos ojos.
  • Le molesta mucho la luz.
  • Hace movimientos extraños con los ojos.
  • Le tiemblan los ojos o tiene un párpado caído.
  • Las pupilas tienen distinto tamaño, son opacas, …
  • Se frota continuamente los ojos con la mano.

Cuando son más mayores puedes ver como intenta enfocar para poder ver correctamente, o también puedes tener en cuenta los dolores de cabeza como un posible síntoma de problemas de visión.

 

¿Cuáles son las mejores gafas para bebés?

 

Gafas niños

 

Por lo general, los niños no quieren llevar gafas. Es un artículo para ellos incómodo y además en ocasiones les da vergüenza. Según la edad los otros niños pueden burlarse y al final deciden quitarse las gafas porque se ven raros y feos.

En estos casos los padres debemos hacer un esfuerzo especial y explicarles lo importante que es que las utilicen, que las cuiden y las protejan.

Los modelos de gafas de sol para niños son muy variados así que será fácil encontrar alguna montura que les guste y con la que se sientan cómodos. Lo mejor es dejarles a ellos elegirla y hacerles sentir especiales desde el primer momento. Su problema de visión se verá solucionado con el uso de unas buenas gafas y ellos podrán adaptarse mejor a su entorno, sin preocuparse de no ver bien los obstáculos que se les vayan presentando.

Las monturas para niños son más ligeras y resistentes que las de los adultos, por lo que sólo tienes que preocuparte de que tu hijo esté cómodo y se vea bien con las gafas puestas. Las mejores lentes para ellos son las de policarbonato, que son más seguras, más delgadas y más resistentes por lo que se reduce el riesgo de lesiones en el caso de que se rompan las gafas.

Ten especial cuidado al elegir las gafas de tu hijo porque la medida debe ser la correcta, prestando atención a la longitud de la patilla y del puente que une las dos lentes. El niño o la niña debe estar cómodo con ellas y no tiene por que estar teniendo que ajustárselas continuamente, por lo que no deben quedarle ni grandes ni pequeñas, sino que deben tener la medida justa.

Hasta que los niños cumplen tres años, la visión es algo que debemos vigilar tanto padres como pediatras, y estar pendientes de posibles problemas que presente al querer coger determinados objetos o al verle enfocar con dificultad a la televisión o a un punto lejano o cercano. A partir de los tres años se debería hacer una primera revisión en el oftalmólogo para que le hagan un examen más profundo.

En el caso de que necesite utilizar gafas entre los tres y los seis años y no detectar a tiempo los problemas de visión, se pueden desarrollar problemas asociados a la vista que se podrían haber evitado de haber usado gafas.

Según se van haciendo más mayores, van adquiriendo responsabilidad y es más fácil explicarles lo importante que es que lleven las gafas y que las cuiden. No obstante a partir de los seis años ya pueden utilizar lentes de contacto por lo que si tu hijo se niega a llevar las gafas aún puedes cuidar su visión con unas lentillas. Enseñarle a utilizarlas y a cuidarlas es fácil si el premio es no tener que llevar las gafas que tan poco le gustan.

 

Debemos tratar de corregir los problemas de visión de nuestros hijos en cuanto los detectemos. Su capacidad de aprendizaje se puede ver afectada si no tratamos a tiempo la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía entre otros.

El niño puede sentirse incluso rechazado si no consigue los objetivos del mismo modo que sus compañeros o amigos, ya que su desarrollo, la psicomotricidad y su capacidad motora pueden verse afectadas.

Si tu hijo presenta algún síntoma que indique que tiene problemas de visión acude a un profesional óptico para que lo trate.