¿Os habéis preguntado qué es lo primero que miramos al comprar una cuna para nuestros hijos? La mayoría de nosotros miramos el tamaño, el color o la forma, pero no nos fijamos en si cumple o no la normativa europea de seguridad. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad publica una guía en la que nos indican los peligros que tienen elementos cotidianos con los que conviven nuestros hijos como las cunas, bicicletas, literas, juguetes o cambiadores (tenéis aquí la lista completa) Guía de seguridad de productos infantiles publicada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, publicada en 2014. Queremos hacernos eco de estas recomendaciones e iremos publicando periódicamente un post con esta información.
¿Por qué pueden ser peligrosas las cunas para los niños?
- Diseño de la cuna: el diseño de la cuna puede presentar riesgos de estrangulación o asfixia puesto que puede crear huecos en los que puede quedar atrapado el niño. Si el espacio entre el colchón y los laterales de la cuna es de más de dos dedos de grosor, la cabeza del niño podría caber y provocar que éste se asfixiara.
- Juguetes de cuna: los juguetes de la cuna también crean riesgos de estrangulamiento. Quite todos los juguetes que queden suspendidos de la cuna o parque infantil cuando el niño comience a apoyarse sobre manos o rodillas o cumpla 5 meses de edad, lo que suceda primero.
- Nunca cuelgue cuerdas largas, cordones, lazos o cintas en cunas o corralitos para niños.
- No cuelgue chupetes de cuerdas o cadenas en el cuello del niño. Antes de colocar al niño en la cuna, compruebe que la cuna esté en perfecto estado y no falte o esté suelta ninguna pieza, como tornillos o anclajes del colchón y asegúrese de que todos los tornillos están bien apretados. Compruebe a menudo que los barrotes no estén sueltos y funcionan correctamente.
Qué debemos tener en cuenta al comprar o antes de utilizar una cuna
- Compruebe que la cuna cumpla la norma europea EN 716:2008 +A1:2013 Una cuna segura está diseñada con el objetivo de que el bebé no pueda caerse o salir de la cuna con facilidad ni que su cabeza quede atrapada entre las barras.
- El espacio entre listones no debe ser mayor de 6 cm de ancho.
- Si va a comprar una cuna de segunda mano o recibir una usada por parte de un amigo o familiar, asegúrese de que la cuna cumple con las siguientes medidas: mide al menos 50 cm desde la parte superior del colchón hasta el riel de la cuna y la profundidad sin colchón como mínimo de 60 cm.
- Para asegurarse de que el bebé no se salga de la cuna, los barrotes han de ser verticales y con un espacio máximo de 6 cm entre sí.
- No compre ni use cunas, en modo alguno, de más de 10 años de antigüedad o que hayan sido modificas o hayan sufrido desperfectos. Los bebés pueden morir estrangulados si sus cuerpos caben entre los espacios que crean elementos rotos o sueltos mientras sus cabezas permanecen atrapadas.
- Las cunas deben tener una base firme y cualquier sistema mecedor tiene que ser bloqueable. Busque un colchón de cuna mullido, firme y que se ajuste a la cuna. El espacio entre colchón y las barras de la cuna no puede ser mayor de dos dedos en ningún punto. En caso de que dicho espacio sea mayor, la cabeza del niño podría quedar atrapada provocándole asfixia.
- Asegúrese de que el colchón cumple con todas las normas de seguridad en lo relativo a inflamabilidad.
- No compre ni use cunas de segunda mano cuyos barrotes se abran hacia abajo dado que son peligrosas. Evite usar cunas viejas con diseños de cabecera y pie de cuna, que den lugar a que la cabeza del niño pueda quedar atrapada en la apertura entre el riel y los espacios de la esquina del cabecero o en otras aperturas del cabecero. Estas aperturas pueden ser causa de estrangulamiento.
- No utilice cunas con elementos decorativos que sobresalgan en las esquinas, puesto que representan un riesgo de estrangulamiento. Si la cuna tiene adornos, intente desatornillarlos o serrarlos al nivel del cabecero o pie de cuna. Lije las partes serradas.
Cómo utilizar cunas de manera segura
- Asegúrese de que no hay espacios de más de dos dedos entre los lados de la cuna y el colchón.
- Mantenga la cuna lejos de cualquier objeto que pueda representar un riesgo de estrangulamiento, como las cortinas de la ventana, cintas de las persianas o el cable del monitor de niños.
- Cuando el niño mida 89 cm habrá alcanzado la altura para dormir en una cama normal.
- Retire toda la ropa de cama mullida y artículos similares a almohadas, colchas, edredones, protectores, mantas de borrego, etc. dado que representan un riesgo de asfixia.
- Los protectores no sólo generan riesgo adicionales de asfixia, sino que suponen una ayuda para que el niño trepe por la cuna una vez comience a gatear, aumentando de este modo el riesgo de caídas.
- Utilice exclusivamente el colchón proporcionado, no añada más colchones.
- Deje la barrera abatible bloqueada siempre que el niño esté utilizando la cuna.
- Cuando el bebé sea capaz de sentarse por sí mismo, ajuste el colchón a una posición inferior.
- Cuando el bebé puede permanecer de pie, asegúrese de bajar el colchón a su nivel más bajo y cuando mida 90 cm de altura o el rail le llegue a la altura del pecho, cambie la cuna por una cama.
- Compruebe la cuna y cambie o repare las piezas faltantes o sueltas, como tornillos o sujeciones del colchón antes de colocar al niño en la cuna. En las cunas en las que el colchón esté sujeto a enganches frontales y traseros, compruebe a menudo que no se han soltado ni aflojado. Los enganches abiertos pueden hacer que el colchón caiga. No utilice cunas rotas o que les falten piezas.
- Compruebe a menudo que el sistema de sujeción no está desatado de los paneles anterior y posterior.Siempre que mueva la cuna, asegúrese de que dicho sistema está intacto.
- Nunca utilice cunas a las que les falten o tengan listones rotos. Asegúrese de que todos los listones estén en buen estado y que el espacio entre los mismo no sea mayor de 4,5 a 6 cm para reducir el riesgo de estrangulamiento o que la cabeza quede atrapada.
- Si tiene intención de pintar o barnizar la cuna, utilice exclusivamente pinturas sin plomo de alta calidad y apropiadas para hogares y deje que se seque correctamente para evitar que se formen gases residuales. Asegúrese de que en la etiqueta del bote de pintura no se desaconseja su utilización en objetos como las cunas.