En los últimos años los casos de bebés con dermatitis atópica se han multiplicado. Los cambios en la sociedad han hecho que esta enfermedad de la piel sea cada vez más frecuente. @Trucos de Mamás ha estado en la presentación de una nueva línea de productos de la marca Weleda, diseñados para este tipo de pieles en las que hemos encontrado respuesta a muchas de las preguntas que nos hacíamos sobre este tema.
¿Qué es la dermatitis atópica?
Es un desequlibrio que se produce en las funciones de protección que tiene la piel y produce un exceso de sensibilidad que se traduce en síntomas como piel muy seca, zonas enrojecidas y que suele afectar a la cara y a zonas del cuerpo que por su situación pueden ser más sensibles (por ejemplo la zona de detrás de las rodillas o los codos). Se produce una pérdida de agua en la zona de la epidermis dando lugar a una piel con aspecto de muy seca.
En los últimos años la dermatitis en niños ha experimentado un crecimiento muy importante debido a los cambios sociales y gran parte de la población afectada suele vivir en las ciudades (más polución, estrés etc). Se debe a antecedentes genéticos o a una respuesta excesiva a determinados estímulos como el ambiente, alergias a alimentos o estímulos emocionales.
La dermatitis atópica suele aparecer entre los 3 y los 6 meses de vida (normalmente en esta etapa la madre comienza a trabajar y disminuye la ingesta de leche materna, comienza la introducción de nuevos alimentos etc.). Normalmente cuando el niño tiene 6 ó 7 años ya ha desaparecido.
Fases de la dermatitis atópica
Fase aguda: la piel está muy irritada, con eczemas y picazón crónica. En esta etapa solo se deben dar productos de cuidado de la piel en las zonas no afectadas. En las afectadas hay que usar los productos recomendados por el médico.
Fase irritada: la piel está muy seca, con manchas rojas y grietas. Aumenta el picor y se vuelve más fina
Fase de reposo: piel normal posiblemente seca con un ligero picor.
¿Qué cuidados necesitan los niños con pieles atópicas?
Se debe evitar sobre todo que el niño pierda la hidratación de la piel, además de dotarla con un manto protector que evite la pérdida de agua.
Los baños deben ser cortos, no más de 10 minutos y con agua templada.
Utilizar ropa de algodón o tejidos como la seda.
No frotar para no quitar el manto protector.
Utilizar productos que no resequen la piel, sin jabones ni sulfatos.
Evitar frotar con la toalla al niño al salir del baño.
Linea Weleda para pieles atópicas
Weleda ha diseñado tres productos específicos para este tipo de pieles. Si nuestros hijos no tienen dermatitis atópica no hace falta que utilicemos este tipo de productos, (a veces los padres pensamos que con esto podemos «prevenir»), ya que hay otros diseñados para pieles normales que pueden utilizar normalmente.
Los componentes principales de esta línea son la Malva Blanca, una flor con efectos anti-irritantes, el Pensamiento Silvestre (livia el molesto picor que sufren las pieles atópicas, calmante, antiséptica y curativa, y suaviza la piel agrietada y dañada) y el Aceite de Coco Bio, que refresca la piel.
CREMA FACIAL DE MALVA BLANCA: Nutre intensamente y evita la descamación de la piel. Calma las rojeces y el picor, y protege la piel de los estímulos externos, ayudando al correcto desarrollo de las funciones protectoras de la piel.
LECHE CORPORAL DE MALVA BLANCA: La Leche Corporal de Malva Blanca hidrata intensamente la piel descamada, calma y alivia el picor causado por las irritaciones. Aporta frescor a la piel. Favorece la actividad celular y las funciones naturales de la piel.
CREMA PAÑAL DE MALVA BLANCA Calma y regenera la epidermis enrojecida e irritada. El óxido de zinc tiene propiedades aislantes y absorbentes, además aplicado externamente forma una barrera protectora sobre la piel.
Las probaremos y os daremos nuestra opinión, mientras tanto podéis conseguir estos productos en farmacias, parafarmacias, herbolarios y tiendas especializadas en productos naturales.