Llega otra vez el comienzo de curso y, con él, nuevamente los temidos piojos. Si os soy sincera nosotros llevamos con ellos en casa desde que finalizó el curso anterior.
El ritual para eliminar piojos que os propongo es el siguiente (es un poco pesado pero es lo único efectivo para que no tengamos que estar cada dos semanas echando productos a los niños).
1.- Conocer al enemigo
El piojo es un parásito que vive en el cuerpo humano y se alimenta de sangre. Tampoco puede volar ni saltar (es una leyenda urbana eso de que saltan y vuelan de una cabeza a otra), por lo que la única forma de que se peguen es que las cabezas estén en contacto con otras cabezas infectadas, o con prendas (por ejemplo en los colegios los abrigos se suelen colgar uno seguido el otro en las perchas, con el roce de las almohadas, si un niño infectado se sienta en un sillón y luego se sienta otra persona etc.).
2.- Si ya han aparecido, eliminarlos con un producto sin insecticida.
Si ya han aparecido los piojos, o que hemos localizado que nuestros hijos tienen liendres, lo mejor es utilizar un producto adecuado para eliminarlos pero teniendo en cuenta que no tenga insecticida. En esta ocasión el producto antipiojos que he utilizado también elimina las liendres en 10 minutos.
Además es apto para pieles sensibles y no contiene insecticidas.
La forma de utilización es muy sencilla: el producto es una loción que lo que hace es matar a los piojos y las liendres por asfixia y deshidratación. Se extiende muy fácilmente por toda la cabeza y no gotea. Es importante que el producto llegue a todos los rincones de la cabeza (sobre todo haciendo hincapié en la nuca y detrás de las orejas, lugares preferidos por los piojos para instalarse). Después pondremos un gorro y dejaremos que pasen 10 minutos.
Posteriormente lavamos la cabeza con champú y pasamos una lendrera (cuando el pelo está todavía mojado), para eliminar los piojos y las liendres muertas. La lendrera la pasaremos con las puntas hacia arriba, ya que así tenemos un mayor poder de arrastre y no dañamos con las puntas el cuero cabelludo.
Una vez dejado el tiempo de exposición lavaremos la cabeza y secaremos el pelo al aire libre (nunca con secador).
3.- Lavar todas aquellas prendas con las que ha estado en contacto el niño
Y cuando digo todas es “TODAS”. Aquí es dónde está mi gran problema porque yo solía lavar las sábanas, toallas y almohadones y creía que con eso era suficiente.
Pero hay muchas más: sillones, reposacabezas del coche, peluches, cazadoras e incluso los gorros de la piscina, ya que los piojos no mueren con el agua.
4.- Hacer revisiones periódicamente
Este apartado es fundamental. Uno de los errores que solemos cometer es pensar que echando la loción antipiojos nos olvidamos y ya no volverán a aparecer.
Una vez que hemos utilizado el producto, hay que seguir revisando la cabeza de los niños con la lendrera cada dos o tres días, ya que los piojos son muy contagiosos y se reproducen con mucha facilidad.
Si a los 7 días de haber aplicado el producto quedan piojos vivos o liendres hay que volver a aplicarlo.
Cuando hagamos la revisión con la lendrera, siempre con las puntas hacia arriba. Podemos utilizar vinagre (el vinagre consigue deshacer el “pegamento” que une a las liendres con el pelo), y para evitar tirones echar suavizante antes de comenzar.
5.- Llevar el pelo recogido
Para evitar el contagio es importante que, si tienen el pelo largo, lleven el pelo recogido en una trenza o coleta o recogido con horquillas.
Tenemos que tener en cuenta que si tienen piojos o liendres deberemos lavar bien este tipo de productos o utilizar otras técnicas para desinfectarlos.
6.- Utilizar productos repelentes
Existen productos que pueden evitar que los piojos se acerquen a las cabezas de nuestros hijos. Uno es el árbol de té; su olor intenso aleja a los piojos.
Si no os gusta el olor del producto ya podéis encontrar en el mercado soluciones que han conseguido enmascarar ese fuerte olor sin perder eficacia.
7.- Meter peines, gomas y diademas en una bolsa aislada durante 7 días
El piojo es un parásito que no dura vivo más de 48 horas fuera de la cabeza humana. Si metemos peines, gomas o diademas en una bolsa aislada durante 48 horas los posibles piojos que haya morirán.
En el caso de las liendres este tiempo es de al menos una semana, por lo que recomendamos que, para evitar una nueva infestación, se dejen al aisladas como mínimo 7 días.