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Tenía 16 años cuando visité por primera vez la Costa Brava. Fui de excursión con el Instituto y todavía recuerdo lo bien que lo pasé con mis compañeros. Me gustó tanto este viaje que, 32 años después, organicé una escapada con mi marido a este rinconcito del Mediterráneo.  Un viaje increíble donde volví a los sitios que había estado de niña, pero también descubrí otra cara no tan conocida de Girona que me enamoró. Para mi es el viaje ideal para disfrutar en familia y quiero volver, pero esta vez, para vivirlo de una forma diferente. Vivirlo con mis sobrinas Paola y Lucía.

Uno de los pueblos más bonitos que visitamos de la Costa Brava  y que, por supuesto tengo que volver, es Tossa de Mar. No es de extrañar que el pintor ruso-francés Marc Chagall definiera esta villa como el Paraíso Azul. El plan perfecto es dar un paseo por su recinto amurallado conocido como la Vila Vella, que está construido sobre los restos de un castillo medieval  como defensa contra los ataques piratas. La guinda la pone un baño en Es Codolar, una cala muy pequeña, que se encuentra situada justo detrás de la ciudad amurallada. Las niñas pueden alucinar.

Otro de los pueblos de la Costa Brava que nos enamoró fue Cadaqués que, situado en el Parque Natural de Cap de Creus, es una parada obligatoria para descubrir la peculiar obra del genial Salvador Dalí. Mi sobrina mayor, Paola, va a clases de Arte todas las semanas y se ha convertido en toda una artista. Si alucinó en el Reina Sofía viendo la exposición de este pintor, se “volverá loca” cuando recorramos el triángulo de Dalí. Se trata de un espacio mágico integrado por el Teatro-Museo Dalí en Figueres, la Casa-Museo de Salvador Dalí, en Portlligat y el Castillo Gala Dalí de Púbol, donde Gala, su musa y esposa, pasó la mayor parte de su vida.

Tengo una asignatura pendiente en la Costa Brava y  pienso que es el plan perfecto para ir con niños. ¡Una excursión en barco a la Reserva Natural de las Islas Medas! Curioseando en internet he encontrado una empresa que realiza este tipo de excursiones. El barco parte de  L’Estartit y ofrece una ruta entre las Islas Medes y Cadaqués, haciendo paradas para poder darte un baño y disfrutar de la riqueza del fondo marino de este paraje natural. Incluso, realiza una parada en las Ruinas d’Empúries. Sin duda, el mejor plan para que disfrute mi sobrina Lucia, que quiere ser arqueóloga…

Y dejamos la Costa Brava para descubrir, como os he comentado al principio de este post, la otra cara no tan conocida de este destino que a nosotros igualmente nos encantó. Me refiero a La Garrotxa, una comarca salpicada de volcanes y villas medievales que te transportan a la Edad Media. Y es que todavía recuerdo cuando llegué a Besalú. Nada más cruzar el río por su puente con torre hexagonal, me dio la impresión de entrar en el mismísimo Reino de Camelot del Rey Arturo. La próxima vez que vaya visitaré el Museo Micromundi con sus curiosas miniaturas.

A tan sólo 12 kilómetros visitamos Castellfollit de la Roca, el punto de partida ideal para disfrutar de lleno la ruta de las coladas de lava, que emitidas por diferentes volcanes y enfriadas con la erosión de los ríos, han dado lugar a espectaculares riscos como el de esta localidad. ¡Impresionante!

La próxima vez, nos adentraremos de lleno en el Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa para poder ver de cerca “los gigantes dormidos”, en especial las dos joyas de la corona: el cráter de Santa Margarita y el de Croscat. También hay otra ruta espectacular que transcurre por La Fageda y esconde uno de los hayedos más bellos de España. Sin duda, un plan perfecto para que las niñas disfruten de lo lindo. Y nosotros también, claro.

Y no podemos abandonar este precioso rincón de nuestra geografía sin saborear una de las mejores cocinas del mundo que podremos degustar en restaurantes galardonados con Estrellas Michelín o en sencillas tabernas de puerto. Y es que mis sobrinas tienen un paladar….

Estas son mis vacaciones ideales para disfrutar con mi familia. Volver a este lugar maravilloso que conozco y disfrutar de otra manera de todos los atractivos que ofrece esta tierra, que son muchos. No es de extrañar que entidades como la Fundación Pere Tarrés quiera mostrar a todo el mundo  los entornos naturales más mágicos de Cataluña y para ello, promueva vacaciones para disfrutar en familia con un amplio abanico de actividades para poder realizar todos juntos. La propuesta no puede ser más atractiva: casas en entornos espectaculares como La Cerdanya, el Prepirineu, la Costa Dorada…entre otros. De todos ellos, me gustaría mucho disfrutar de unas vacaciones en la Costa Dorada. Nací en un destino de playa pero vivo en Madrid. Es lo que más echo de menos …Disfrutar de las playas y calas del litoral de Tarragona en compañía de la familia sería una experiencia muy bonita.