Independientemente de la edad que tengan, los niños pueden sufrir ansiedad. ¿Cómo podemos saber si nuestro hijo está sufriendo ansiedad? El Doctor en Psicología Fernando Miralles y una redactora del equipo de «Trucos de mamás»  nos dan las claves para descubrirlo.

(Extracto del libro «Como enfrentarse con éxito a exámenes y oposiciones» Ed. Pirámide)

«La ansiedad nos acompaña casi desde el momento en el que nacemos. Es evidente que en los primeros años no tenemos exámenes propiamente dichos, pero ya desde el mismo momento en el que salimos del vientre de nuestra madre nos tenemos que enfrentar a otro tipo de vivencias que también nos generan ansiedad.

Cada etapa de nuestra vida tiene sus propios “factores estresantes” que de no ser manejados a tiempo pueden generar ansiedad. Las personas, las cosas o situaciones que generan ansiedad son muy personales, aunque es verdad que hay algunas que suelen ser más comunes dependiendo de la etapa de la vida en la que nos encontremos.  Cómo en este libro nos hemos centrado sobre todo en la ansiedad que pueden generarnos los exámenes, a continuación hemos querido realizar un recorrido por las diferentes etapas escolares y las situaciones que, pueden fomentar la aparición de esta emoción negativa. Dentro de cada etapa haremos una exposición sobre los factores estresantes más comunes y las formas de eliminarlos o reducirlos significativamente.

 

De 0 a 3 años

 

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La separación de los padres suele ser la principal fuente de ansiedad en esta etapa

Los expertos dicen que se comienza a “sufrir” desde el primer momento en el que tomamos contacto con el mundo. Desde el esfuerzo físico para respirar, pasando por el cambio de un medio líquido a otro en el que el peso que soporta el bebé es mayor,  o  los cambios de temperatura, todo es nuevo para el niño. Tras esta “traumática” experiencia comienza una nueva vida en la que no tardaremos mucho tiempo en tener nuestro primer contacto con la ansiedad.

 

Una de las primeras ocasiones en las que esta emoción aparece en nuestras vidas es el momento en el que nos tenemos que separar de nuestros padres. La sociedad del siglo XXI en la que vivimos, ha sufrido grandes cambios, siendo uno de los más importantes la incorporación de la mujer a la vida laboral. Antes eran ellas las que se encargaban del cuidado de los hijos y de la casa, pero en este momento son mayoría los hogares en los que ambos miembros de la familia trabajan. ¿Qué significa esto? Que muchos niños son separados del entorno familiar cada vez a una edad más temprana.

 

Encontramos bebés que, con cuatro meses, ya tienen que ir a la guardería y, aunque el tiempo que pueden llegar a estar separados de su familia puede ser corto (dos o tres horas), es suficiente para provocar en ellos una inseguridad  que será la culpable de generar algunos signos de ansiedad, como que el niño comience a llorar cuando le despertamos por las mañanas, que vomite el primer biberón del día, o  lloros cuando se acerca a la guardería. Esta emoción, surgirá en muchas etapas de su desarrollo vital, por lo que es fundamental que los padres cuenten con herramientas eficaces que permitan identificarla y combatirla.

 

Afortunadamente algunas familias cuentan con el apoyo de los abuelos, figura fundamental en el cuidado de los niños en esta época, o de otro tipo de cuidadores. Aunque los abuelos cuidan a los nietos igual que si fuesen sus padres, este cambio de cuidadores también es el responsable de generar cierta ansiedad en los pequeños. El apartarles del entorno familiar (padres) en el que han vivido sus primeros meses, supone un estrés para ellos, que poco a poco se irá disipando cuando este cambio de cuidadores (abuelos) se convierta en rutina.

 

A esta primera separación de los padres hay que unir las numerosas novedades que acompañan a los niños en esta nueva etapa de su vida, como el aumento del tiempo que pasan en la guardería o escuela infantil. Muchos de ellos se enfrentan con jornadas maratonianas de 7 horas separados del entorno familiar (o incluso más). Si lo comparamos es como una jornada de trabajo de un adulto en un entorno en el que todo es nuevo para él: el lugar, el cuidador, los compañeros, las actividades, etc. Es como si a nosotros de un día para otro nos cambiasen de ciudad, de trabajo, de rutina. ¿Quién no tendría ansiedad ante un cúmulo tan importante de cambios?

 

Y por si fuera poco el niño debe hacer frente a numerosas enfermedades que debilitan sus defensas, sobre todo los que van a guarderías o centros infantiles, ya que están expuestos a sufrir un mayor número de contagios.  Esta situación hace que el niño sea mucho más vulnerable a todo lo que ocurre a su alrededor, y por lo tanto más proclive a sufrir ansiedad.

 

También el final de una etapa vacacional (en la que normalmente han estado en compañía de padres y familiares todo el día) suele ser otro de los factores que pueden alterar a los pequeños. La nueva separación de los padres y la vuelta de antiguas rutinas (levantarse antes, ir a la guardería, cambio de profesor, etc.) causan de nuevo nerviosismo y ansiedad que deberemos tratar cuanto antes para que el niño se acostumbre a los cambios y los asimile con absoluta normalidad.

 

Factores estresantes

  • Separación de los padres para comenzar a ir a la guardería (normalmente a los 4 meses, pero hay bebés que, por las circunstancias personales de sus padres tienen que ir antes).
  • Conocer y habituarse a un nuevo cuidador (en el caso de que los padres decidan contratar a una persona que cuide del pequeño).
  • Vuelta de las vacaciones o de periodos en los que no van a la guardería.
  • Enfermedades frecuentes.
  • Cambio de rutinas.
  • Cambio en los turnos de trabajo de los padres.
  • Muchas horas dentro de la guardería.

 

¿Cómo podemos detectarlo?

  • Lloros al llegar a la guardería.
  • Vomitar el primer biberón.
  • Que los cuidadores nos informen de que el niño está llorando casi todo el día (hay que decir que esto puede pasar el primer mes de adaptación sin que sea patológico, ya que es parte de la acomodación del niño a un nuevo contexto).
  • Despertarse por las noches con pesadillas cuando antes no las tenía.
  • Dormir intranquilos y con sobresaltos.

¿Qué podemos hacer?

Decir al cuidador que todos los días lea la agenda escolar. Este tipo de agenda es muy común en colegios y guarderías. Consiste en un documento en el que día a día, tanto padres como cuidadores anotan cualquier situación importante que le haya pasado al niño y que consideren que tiene que saber la otra parte. Este será el vínculo de información entre padres y cuidador.

  • Respetar sus rutinas.
  • Realizar junto con él ejercicios de relajación.*
  • Enseñarle a hacer respiraciones abdominales.*
  • Intentar que estén en la guardería un tiempo prudencial y que nunca sea excesivo.
  • Si económicamente se puede, que el cuidador vaya a casa del niño para que esté en su ambiente el mayor tiempo posible. A partir de los dos años puede ser mejor que vayan a la guardería para que aprendan a relacionarse con los demás niños.
  •  Cambiar lo menos posible (dentro de nuestras posibilidades) de cuidador.
  • Llevar al colegio su juguete favorito.
  • Que el niño vea que padres y cuidadores hablan y que hay una relación cordial entre ellos.
  • Que el niño duerma siesta en la guardería o en casa siempre que sea posible.

*Todas las actividades señaladas con asterisco están explicadas en páginas posteriores de este libro.

 

Educación infantil (de 3 a 5 años)

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Los exámenes comienzan a ser continuados en esta etapa y pueden generar ansiedad entre los pequeños

Hemos visto que, cada vez con más frecuencia, los niños comienzan su actividad escolar mucho más pequeños, pero también son habituales los casos en los que los padres, si su trabajo y circunstancias personales se lo permiten, prefieren retrasar el ingreso en el colegio hasta que cumplen los 3 años, edad en la que comenzarán ya en el segundo ciclo de educación infantil.

 

Al igual que pasará posteriormente, el cambio de ciclo puede llevar consigo un cambio de profesores, compañeros e incluso de colegio, por lo que el niño puede manifestar una sensibilidad mayor a estos cambios y tener ansiedad. Podemos preparar al niño para que se enfrente a ellos y consiga superar esta etapa con éxito. Para que el niño sufra menos, existen técnicas como la de llevarle al colegio nuevo (o cerca del mismo) en verano para que vaya reconociendo el colegio; intentar que conozca a algún amiguito o vecino que vaya a ir al mismo centro  para que, sobre todo los primeros días, vayan juntos; comentarle lo bien que se lo va a pasar en la nueva clase y lo que jugará con sus nuevos amigos y profesores, etc. Esta etapa  durará hasta los 6 años, edad en la que se pasará a la educación primaria.

Aquellos niños que no han sido escolarizados hasta este momento comienzan a sufrir todas las “novedades” que ya relatamos en el anterior apartado: la ansiedad de la separación de sus cuidadores, duermen menos horas, pasan mucho tiempo en el colegio, son más propensos a sufrir enfermedades, o tienen un exceso de actividades extraescolares que no hacen más que aumentar el tiempo que el niño está separado de su entorno, con todo ello es muy probable que comiencen a manifestar alguno de los síntomas relacionados con la ansiedad.

Por otra parte los niños que ya habían experimentado este tipo de emoción en la etapa anterior están mucho más preparados ante cambios tan grandes (aunque, como hemos dicho y seguiremos repitiendo a lo largo del libro, los cambios afectan más a unas personas que a otras).

 

Otro de los factores que más incide en los niños durante esta etapa es el tema de la comida, ya que, al aumentar el número de horas lectivas son muchos los que se quedan a comer en el colegio. Acostumbrados a comer en casa, y a que en numerosas ocasiones su madre o cuidadores se armen de toda la paciencia que poseen para enfrentarse a la hora de la comida, ahora se encuentran con que tienen que comer en menos tiempo cosas que quizás no les gusten y con una persona “vigilándoles” para que no se dejen nada en el plato. Para algunos de ellos este momento, que debía ser placentero, se convierte en un verdadero “examen” y como tal se tienen que enfrentar a él.

 

Hay una solución muy efectiva que cada vez practican más colegios,  y es que todos los niños empiezan a comer al mismo tiempo, y cuando terminan de comer todo lo que les han puesto en el plato pueden irse a jugar al recreo del colegio (motivación positiva). Esta práctica es más motivadora que estar siempre castigando al niño que tarda en comer (motivación negativa)  ya que acabará relacionando la comida con momentos negativos del día.

 

Factores estresantes

  • Enfermedades frecuentes.
  • Cambio de rutinas y/o de cuidadores.
  • Cambio en los turnos de trabajo de los padres.
  • El momento de la comida se convierte en un “examen” para muchos niños.
  • Pasan muchas horas fuera de casa.
  • Cambio de ciclo y por lo tanto para algunos de colegio y de compañeros.
  • Separación de los padres para comenzar el colegio si todavía no ha ido a la guardería.
  • Vuelta de las vacaciones o de periodos en los que no van a la guardería.
  • Mala comunicación entre los padres,  discusiones o ambiente familiar tenso.
  • Separación de la pareja.

Cómo detectarlo

  • Lloros al llegar al colegio.
  • Vomitar o tener dolor de estómago en el desayuno.
  • Dormir con sobresaltos.
  • Despertarse en mitad de la noche con pesadillas cuando antes no las había tenido.
  • Volver a hacerse pis por las noches.
  • Comerse las uñas de manera compulsiva.
  • Tirarse del pelo e incluso hacerse calvas.
  • Que los profesores nos informen de que el niño está mucho tiempo llorando, se encuentre triste o esté intranquilo.
  • Peleas frecuentes con el resto de sus compañeros.

¿Qué podemos hacer?

  • Mantener la agenda escolar al día entre padres y profesores, así los problemas se detectarán desde un principio y se podrán solucionar antes.
  • Respetar sus rutinas.
  • Ejercicios de relajación. *
  • Enseñarle a hacer respiraciones abdominales. *
  • Intentar que estén en el colegio un tiempo prudencial. Cuidado con el exceso de actividades extraescolares si no son imprescindibles.
  • Llevar al colegio su juguete favorito (aunque no lo puedan sacar de la mochila).
  • Que el niño vea que padres y profesores hablan asiduamente y que hay una relación cordial entre ellos.
  • Que el niño duerma siesta en casa siempre que sea posible.
  • Hablar con el niño para anular incertidumbres sobre el centro, los profesores y los nuevos amigos.

 

*Todas las actividades señaladas con asterisco están explicadas en páginas posteriores de este libro.

 

Educación Primaria (de 6 a 11 años)

Actividades extraescolares

Las actividades extraescolares ocupan gran parte del tiempo de ocio de los niños.

Es en esta etapa cuando los niños comienzan su primer acercamiento con los temidos “exámenes”. Los padres deben dar la importancia justa a los mismos, sin asustar a los pequeños,  pero haciéndoles entender el valor que tienen y la importancia de esforzarse para aprobarlos. En este periodo es fundamental que se refuerce la autoestima del niño y ayudarle a que entienda los contenidos que le están impartiendo en la escuela. “Entender” los contenidos no quiere decir “hacerle los deberes”. Algunos progenitores, por un erróneo complejo de culpabilidad, cansancio o comodidad, comienzan a hacer los deberes a sus hijos, creando de esta manera un mal hábito de estudio que pasará factura más adelante.

 

Con esto les estamos haciendo un flaco favor a nuestros hijos ya que, en primer lugar, “se acostumbran” a que los padres realicen sus tareas, no aprendiendo a valorar el  trabajo y el esfuerzo, y en segundo lugar y más importante, les estamos privando de aprender por sí mismos la materia, y por lo tanto podemos perjudicar su desarrollo intelectual.

 

Volviendo al tema de los exámenes, es importante que los padres no castiguen al niño que ha suspendido una materia, sino que tienen que enseñarle posibles soluciones para que esto no vuelva a ocurrir. Este momento es inmejorable para ir introduciendo pequeñas técnicas de estudio y hábitos que, en un futuro, permitirán al niño enfrentarse sin miedo a los innumerables exámenes y evaluaciones que tendrá a lo largo de su vida.

 

Además de estos primeros exámenes (algunos de ellos “sorpresa”, hecho que puede aumentar la inquietud de los niños), nos encontramos con el gran abanico de actividades extraescolares a las que apuntamos a nuestros hijos: kárate, inglés, informática, natación, etc. Estas actividades hacen disminuir el tiempo que los niños tienen para estudiar, por lo que es importante que los padres las distribuyan de una manera eficaz y racional, y comiencen a elaborar junto a ellos, un horario de actividades en el que tengan cabida tanto las horas de estudio como las de juego.

 

Factores estresantes

  • Multitud de actividades extraescolares.
  • Separación de la pareja.
  • Falta de tiempo para estudiar y jugar con los amigos.
  • Enfermedades (aunque en esta etapa comienzan a disminuir).
  • Cambio de  profesores y de compañeros debido al cambio de ciclo.
  • En algunos colegios cambio de compañeros (hay centros en los que, cuando pasan de curso, los niños cambian de clase. Esta acción es positiva para que se conozcan y crezca en ellos el espíritu de grupo dentro del mismo colegio).
  • Cambio en los turnos de trabajo de los padres.
  • El momento de la comida se convierte en un “examen” para muchos niños.
  • Vuelta de las vacaciones.
  • Mala comunicación entre los padres: discusiones/ambiente familiar tenso.
  • Comienzo de exámenes. Es importante que estén motivados en hacerlos bien y no en sacar mejores notas que sus amigos.

 

¿Cómo detectarlo?

  • No querer levantarse por las mañanas diciendo que están enfermos.
  • Lloros al llegar al colegio.
  • Dolor de estómago o vómitos en el desayuno.
  • Que los profesores nos informen de que el niño está intranquilo, triste o se pelea constantemente con el resto de los niños.
  • Dormir con sobresaltos,  tener pesadillas o volver a hacerse pis por las noches.
  • Comerse las uñas o tirarse del pelo de manera compulsiva.

¿Qué podemos hacer?

  • Fomentar la autoestima del niño.
  • No sobrecargarle con actividades extraescolares.
  • Comenzar a darle responsabilidades sobre su estudio (planificar los horarios, hacerse cargo de los deberes).
  • No hacerles los deberes.
  • Enseñarles a planificar los tiempos de ocio.
  • Dar la importancia justa a los exámenes (no sobrevalorarlos, pero tampoco adjudicarles “valor 0”).
  • Empezar a introducir técnicas de estudio como la organización de la agenda.*
  • Utilizar técnicas de motivación en vez de utilizar el castigo. *
  • Enseñarle a llevar su agenda al día.
  • Respetar sus rutinas.
  • Ejercicios de relajación. *
  • Enseñarle a hacer respiraciones abdominales. *
  • Que el niño vea que padres y profesores hablan asiduamente y que hay una relación cordial entre ellos.
  • Intentar anular los exámenes sorpresa, ya que pueden crear incertidumbre y ansiedad generalizada en el niño.
  • Hablar con el niño para anular incertidumbres sobre el centro, los profesores, los nuevos amigos y problemas fáciles de solucionar en un principio.
  • Ayudarle a estudiar. *
  • Apoyarle si hay una bajada de notas, sobre todo cuando suspenden. *

 

*Todas las actividades señaladas con asterisco están explicadas en páginas posteriores de este libro.

 

 

Hace unos días recibimos el reto de los laboratorios Boiron expertos en Homeopatía para convertirnos en Embajadoras de la vida sana y contar cómo TRUCOS DE MAMÁS “Cierra la puerta a la Gripe” . Este año este objetivo ha sido difícil porque la gripe eha sido bastante dura. Además, todos los que sois papás habréis comprobado que un pequeño catarro en nuestros hijos se convierte en un gripazo para nosotros que puede durarnos semanas.

En mi caso (tocaré madera) llevo varios inviernos esquivando a la temida gripe con 3 premisas: alimentación, deporte y agua.

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Con 3 niños es casi imposible llevar una vida normal porque es verdad que cuando te conviertes en madre toda tu vida pasa a un segundo plano y te olvidas de ti misma. Cuando tuve a mi primera hija dejé toda mi vida de lado y me notaba bastante decaída y sin fuerzas.

No se si os sonará familiar, pero al ser primeriza estaba pendiente todo el rato de darle el pecho, cambiar al bebé, mirar si lloraba y miles de cosas que ahora viéndolo en la distancia llenaban mi tiempo de una manera inútil. Recuerdo que ese primer año tuve una gripe monumental que me duró todo el invierno. A esto le añadí una infección de garganta que se complicó y alargó aún más la historia.

La doctora del centro de salud me decía que como iba a durarme una gripe tanto, que no era normal. Pero todo tenía una explicación:  la alimentación que llevaba era pésima (atacaba la nevera cada dos por tres ) y me daba igual comer una cosa que otra. Mis rutinas habían desaparecido por completo.

Una mañana salí a desayunar con una prima que también estaba embarazada. Nos pusimos a hablar y nos dimos cuenta de que teníamos las 2 el jersey lleno de manchas y ninguna nos habíamos percatado de ello. Esto fue el principio del fin.

Desde entonces me dedico a cuidar un poco más de mí (cada vez que puedo). Por las mañanas me levanto media hora antes que las niñas y me tomo tranquilamente mi desayuno con fruta o zumo natural y mis tostaditas de pan con aceite y tomate. Para mi es sagrado y creo que desde entonces mi cuerpo me lo ha agradecido… jeje.

Conseguir empezar a hacer deporte fue una tarea más difícil. El problema es que al principio no sacaba ni un minuto para poder ir al gimnasio o salir a correr asi que practicaba el «sillón ball». Pero saliendo a hacer running sé que mi cuerpo se encuentra con más positividad y energía y esto es un factor fundamental a la hora de evitar enfermedades.

 

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En mi caso antes de tener hijos yo era de las personas que nunca se ponían malas: no sabía qué era la gripe (incluso pensaba que la gente exageraba un poquito cuando contaban que estaban malísimos) y si alguna vez tenía fiebre no pasaba de los 37.5 grados, me metía en la cama y al día siguiente aparecía como nueva.

Todo esto cambió radicalmente cuando nació mi primer hijo. El nació casi en invierno con lo que cada dos por tres me tenía que estar levantando de la cama para darle el pecho, cambiarle etc. Si a esto unimos el estrés de madre primeriza, más la falta de tiempo para preparar comidas saludables el resultado fueron tres bronquitis a lo largo del año.

Yo seguía con este ritmo de vida (porque mi hijo seguía despertándose cada dos por tres), y me quedé embarazada de la segunda. Cuando estaba embarazada tuve principio de neumonía, tuve que tomar antibióticos y me asusté bastante. Me duró un mes en el que casi no me podía mover y sentía que me ahogaba.

Este año “me tocó la lotería” y he tenido gripe. Como os digo nunca la había tenido y realmente te deja hecho polvo. Me duró casi dos semanas con fiebre de 38.5 que no se curaba. La doctora me dijo que este año estaba siendo especialmente virulenta porque la vacuna que suele ponerse mucha gente no había hecho el efecto esperado y la propagación era mayor. A esto se une el que tienes que seguir con tu ritmo diario, llevar a los niños al cole, trabajo, recogerles, jugar con ellos, con lo que creo que el proceso de curación todavía se ralentiza más, porque no puedes descansar.

Estuve tan hecha polvo que a partir de ese momento he intentado adaptar hábitos de vida que me alejasen de las bronquitis, a las que soy propensa en invierno. Sobre todo he cambiado mi alimentación, intentando incorporar frutas con vitamina C como las naranjas, mandarinas o fresas en mi dieta. Siempre he hecho deporte, y creo que es lo que me ha salvado de muchas enfermedades. Siendo madre es difícil encontrar un hueco para practicarlo, pero un día es para mí, dejo a los niños con su padre y salgo a correr.

También parece una tontería pero me he comprado una bata para cuando tengo que salir por las noches porque los niños me reclaman, no coger frío.

Y por último tomo miel todos los días (también la echo en los biberones de los niños en invierno). Ya os contamos que a partir del año la pueden tomar sin problemas y es una fuente enorme de vitaminas contra los resfriados.

Y vosotros, ¿qué habitos saludables lleváis a cabo para evitar la temida gripe?

A muchos de vosotros os sonará lo que os voy a contar. Mi hija mayor, que ahora tiene 6 años, usado desde que tenía 3 meses, nebulizadores como consecuencia del asma que padecía. A esa edad cogió su primera bronquitis y ya nos dijo el neumólogo que hasta que no tuviese cuatro o cinco años iba a ser propensa a padecer infecciones pulmonares.

En invierno nuestro en nuestro botiquín nunca faltaba Ventolín. Normalmente se lo dabamos con la cámara de aire, pero cuando tenía algún episodio más fuerte en el hospital nos dejaban el nebulizador para administrarlo. Pero en ocasiones teníamos que esperar algún día para tenerlo en casa porque todos estaban prestados o porque no podíamos localizar a la empresa que lo suministraba.

Trucos de mamás asistió  al evento organizado por Madresfera para hablar de un nuevo producto de aerosolterapia en casa de la mano de la compañía Pic Solution y el doctor Salvador Casado, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.

La aerosolterapia es el uso de aerosoles para el tratamiento de enfermedades respiratorias y  sirve para humedecer las vías respiratorias, aliviarlas y administrar medicamentos.  Los aparatos nebulizadores convierten un líquido, habitualmente suero fisiológico con o sin medicamentos, en una suspensión de gotas de muy pequeño tamaño capaces de llegar y depositarse en los pulmones. Por lo que este tratamiento consigue una efectividad mucho mayor que un tratamiento habitual con aerosoles.

El doctor Salvador Casado afirma que en muchas ocasiones estos tratamientos no son del todo efectivos bien porque los papás no lo administramos correctamente (en mi caso es porque  se lo daba como podía porque no se quedaba ni un minuto quieta) o porque el medicamento al inhalarlo a través de la cámara de aire no llega bien a los pulmones. Con los nebulizadores los tratamientos son mucho más efectivos.

Por ello la compañía Pic Solution ha patentado MR HIPPO, un nebulizador para usar en casa con un diseño bastante original y sencillo.

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El hipotamo nebulizador tiene las mismas características que los nebulizadores que existen en los hospitales y que prestan a los pacientes  para tratar casos severos de asma, bronquiolitis, neumonias…. y la forma de uso es la misma.

En el interior de la boca del hipopótamo se coloca el suero fisiológico o el medicamento que nos hayan recetado y se coloca la mascarilla en la boca del niño. Si contamos con este aparato en casa,  cuando nos receten en el centro de salud el tipico formato de aerosol habría que indicar que se ya tenemos el nebulizador y simplemente nos cambiarían el formato del medicamento para que sea administrado de esta forma, siendo, según las palabras del doctor Salvador Casado, un tratamiento mucho más efectivo ya que va directamente al foco de la enfermedad respiratoria.

Precio: 80 euros aprox.

En esta ocasión os vamos a hablar de un nuevo producto que hemos podido probar gracias al Sello de Calidad creado por Madresfera. Recibimos un nuevo producto del grupo Danone Nutricia, Almiron 3 crecimiento con cereal incorporado, una leche de crecimiento en polvo que viene ya con los cereales incorporados. La primera impresión fue muy buena: dos productos en un solo formato, así que nos dispusimos a probarla (bueno nuestros hijos) y he aquí nuestra opinión:

 

ANÁLISIS DE ALMIRON 3 CRECIMIENTO CON CEREAL INCORPORADO (Puntuado del 1 al 5 )

 

  • Nutricionalmente equilibrado (5): Aquí he sacado una foto de la composición de Almirón 3 con cereales y de los cereales + leche entera que suelo dar a mi hija para el desayuno y la cena. Comparando su composición encuentro que la fórmula de Almirón  tiene vitaminas y minerales como la Vitamina K, Riboflabina, Vitamina B12 o yodo, cosas que los otros dos productos no tienen.  Además contiene otros elementos como la Colina, Inositol, Taurina o L-Carnitina que tampoco se encuentran en el preparado leche entera + cereales que normalmente uso. Aunque tengo que reconocer que no se exactamente la función de estos últimos, al menos la composición parece mucho más completa que la que uso habitualmente.
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Composición de Almiron 3 con cereales

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Composición leche entera y cereales que utilizo para el desayuno

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  • Práctico y cómodo (4): Habitualmente los cereales para bebés no suelen venir con una cucharita dosificadora. Resultado: cuando voy deprisa echo los cereales “a ojo”, y más de una vez me paso con la dosis y el biberón se convierte en un engrudo incomible, con lo que tengo que volver a prepararlo. Con la cucharita dosificadora se la dosis justa que hay que poner. Muchos pensaréis que es una tontería, puesto que puedo utilizar otro tipo de cucharilla para echar los cereales. Tengo una que guardé de otro producto, pero lo que me pasa es que, dependiendo de la marca de cereales que use, se me queda más o menos espeso con lo cual tampoco es una medida fiable.

Lo que no me parece muy práctico es la bolsa en la que vienen este tipo de productos (me pasa con todos). Más de una vez al cogerlos se me desparraman por la encimera. Me resultan mucho más prácticos los botes de metal que vienen por ejemplo con la leche de continuación, pero esto es una apreciación personal y no sé si le pasa a más gente.

El formato de 400 gr. me parece muy práctico, sobre todo cuando tenemos que “trasladarlo” e ir por ejemplo a casa de los abuelos o llevarlo a la guardería. Además el hecho de que lleve incorporada la leche + los cereales, todo en polvo, lo hace muy práctico y permite que la leche no se ponga mala, por ejemplo, si vamos de vacaciones o si tenemos que ir a un sitio que no disponga de nevera.

  • Sabor y aroma (3): Aquí no puedo ser muy objetiva puesto que odio la leche y no he podido probarla,  y mi hija, consumidora final, todavía no sabe hablar para decirme que opina sobre el sabor. Ella se ha tomado el biberón como siempre y cuando le he hecho papilla también y no ha rechazado el cambio en ningún momento. El olor es dulzón y agradable y huele a “papilla”, no como en el caso de otros cereales que no desprenden ningún tipo de aroma.

 

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  • Investigación y confianza (5): La verdad es que no sabía que la marca Almirón pertenecía al grupo Danone Nutricia. Danone siempre ha sido líder en productos alimenticios y Nutricia está muy especializada en productos para necesidades médicas (pediátricas, gerontológicas etc.), por lo que creo que la unión de estas dos marcas sólidas en cada uno de sus sectores hacen que estemos ante un producto de calidad. Para las madres es muy importante, y más en esta etapa en que los niños están desarollándose) saber que los productos que les damos tienen la mejor calidad y que han sido estudiados por expertos para ajustarse a las necesidades nutricionales de su edad.

Además cuentan con un portal informativo https://www.almiclub.es/ dónde podemos resolver dudas sobre la lactancia, sus productos o conseguir muestras gratuitas.

 

  • Textura (5): Aquí tengo que reconocer que me ha sorprendido gratamente lo bien que se disuelve, aunque el agua esté templada. La mayoría de los cereales que uso no se deshacen bien y salen grumos. Más de una vez, después de hacer el biberón, he tenido que colar la leche porque estaba llena de “cositas flotando”, con la consiguiente pérdida de tiempo, limpieza de cacharros y consiguiente desesperación cuando vas corriendo por la mañana porque no llegas a tiempo al cole. Almiron 3 con cereales se deshace muy bien y aunque se ven partículas muy pequeñitas (los cereales) no quedan para nada esos grumos de otras marcas.

 

Creo que es un producto muy práctico y adaptado a las necesidades de los padres de hoy en día que sobre todo buscamos comodidad y calidad en los productos. Estos son los puntos fuertes que veo en el producto:

  •  Muy completo nutritivamente hablando
  • Se disuelve muy rápidamente y no hace grumos
  • Muy práctico para llevar a sitios dónde no podamos conservar leche (por ejemplo en las vacaciones, si salimos un día fuera de casa, para dejar en la guardería)

 

En cuanto a lo que no me ha gustado destaco:

  • Se encuentra en grandes superficies pero en supermercados y tiendas de barrio no lo he encontrado
  • Precio: aprox 6,95 euros el paquete de 400 gr.
  • Cantidad: el formato de 400 gm como he dicho es muy cómodo, pero sólo tengo para 10 biberones. Es decir que cada 5 días tengo que comprar un paquete

 

A primera vista puede parecer una tontería pero a la larga me he dado cuenta de que usando los productos para bebés con dispensador terminamos ahorrando una gran cantidad de dinero al año.

He de reconocer que soy un poco desastre y por ejemplo, en el caso de las toallitas húmedas para bebé, no me fijaba si las vendían con dispensador incorporado.  Cuando iba al súper cogía los paquetes más económicos (claro, todos ellos sin dispensador) y en casa gastaba una gran cantidad de toallitas cada vez que limpiaba el culo al bebé porque con las prisas cada vez que sacaba una del paquete salían dos o tres a la vez.

 

Los dispensadores los podemos comprar junto a las toallitas o de forma independiente.

 

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Con este formato las toallitas que se desperdician triplican en número de las que realmente utilizamos.

 

Tenía dos opciones con las que sobraban: o bien, terminaba de limpiar el culito con las que ya había sacado o las guardaba de nuevo (cosa que no os recomiendo porque se quedan secas y luego no valen para nada).

Un día probé el dispensador y desde entonces no he vuelto a cambiar: es más cómodo, útil y práctico.

Otros productos indispensables para su uso con dosificador son los jabones, geles, cremas y demás productos para bebés. Es cierto que un bebé no necesita el uso de estos productos (muchos pediatras recomiendan bañar a los bebés solamente con agua o utilizando jabón de glicerina), pero si hacemos uso de ellos, lo mejor es usarlos con dispensador. Así podremos controlar lo que gastamos y además utilizar la cantidad que necesita nuestro bebé.

mustela-bebe-gel                 jabon-liquido-con-dosificador-nenuco-650-ml-0m              sebamed-baby-bano-espuma-1000-ml

 

Por último, si pasáis mucho tiempo fuera de casa, estos dosificadores de leche en polvo y cereales son ideales para llevar siempre contigo y preparar biberones allá donde estés.

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Estos prácticos dosificadores se pueden transportar facilmente en nuestro bolso. El bebé tendrá en cualquier momento la cantidad justa de leche y cereales.

 

Y vosotras, ¿usáis productos con dispensador?

Las comparaciones siempre son odiosas. Pero cuando se trata de niños muchas veces podemos crear un trauma en ellos que les puede repercutir en su vida adulta. @Trucosdemamás os contamos nuestras experiencias, primero como hijas y luego como madres en este tema. ¿ Por qué comparamos a los niños?

 

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¿Por qué los adultos nos empeñamos en comparar todo lo relacionado con nuestros hijos y conocidos?

 

 

Cuando era pequeña, no había cosa que más odiase que las comparaciones con otros niños.

Mi madre siempre tendía a compararnos a mi hermana y a mi con unas vecinas de al lado que eran perfectas. Nosotras nos peleábamos continuamente, ellas no hacían ningún ruido en su casa. Ellas eran estilizadas, nosotras no. Eran guapísimas. Nosotras del montón y además ibamos juntas al mismo polideportivo a hacer gimnasia rítmica. Ellas destacaban en esa disciplina y a nosotras siempre nos regañaba la profe por lo mal que se nos daba.

Durante años perdimos la pista de estas dos vecinas y hace unos dos años casualmente me encontré con una de ellas y con su madre por la calle. Su madre nos saludó y «pasó el scanner» de nuestras vidas. Su hija nos contó que tenía un hijo y que vivía con sus padres en el pueblo. Su hermana estaba soltera y residía en Madrid.

Mientras la chica me estaba contando su vida pensé ¿que ha sido de estas dos niñas que se iban a comer el mundo y que destacaban por todo? Al final el tiempo pone a cada uno en su lugar pero lo cierto, pero el recuerdo de esas cosas se mantiene para siempre.

 

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Yo ya me había olvidado de las comparaciones hasta que tuve a mi primera hija. La niña era muy alta y muy delgada y la gente empezó a comparla con otros niños de su edad. Que si era muy delgada, que si no comía, que si el hijo de fulanita comía mucho y se criaba muy bien, que el de zutanita se criaba así porque su madre le daba el pecho y tenía mucha leche…..en fin. Durante el primer año de vida fué un estrés para nosotros (menos mal que la niña no fué consciente del acoso que tuvo por parte de familiares, amigos, vecinos….).

Afortunadamente a partir de ese año la niña empezó a comer bien y aunque sigue siendo delgada, ya no está sometida a ese acoso.

Pero hubo otro añadido más: hasta el año y medio no anduvo. A partir de ahí  tuve que oir  los mil comentarios de gente que me decía que como es que con esa edad no andaba que la llevase al médico, que eso no era algo normal… Estos comentarios generaron la ansiedad de pensar que la niña no estaba bien.

Cada niño tiene una evolución y no por ello va a ser mejor ni peor que otro, pero la realidad es que, mucha gente hace esos comentarios gratuitos sin pensar en las consecuencias.

Mi pregunta es ¿ por qué siempre se tiende a comparar a los niños? ¿Que beneficio hay en ello? A la larga estas cosas lo que consiguen es frustar a los niños y hacer creer que si no son como  los demás esperan es que no valen o están haciendo algo mal .

Un niño es un niño y tenemos que sacar todo lo positivo que hay en él. Nuestras frustaciones como adultos las debemos dejar para nosotros mismos y no perjudicar la vida de un niño que puede ser espléndida.

 

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Nunca me han gustado las comparaciones, de pequeña las viví pero desde el otro lado. Soy la mayor de dos hermanos, más o menos buena estudiante, responsable… y mi hermano tuvo que crecer oyendo a diario, tanto en casa, como en el colegio y el instituto, comentarios por parte de mi madre y de los profesores del tipo: «si estudiaras la mitad que tu hermana», «si fueras tan trabajador», etc, etc. Creo que no solo no benefician, sino que además pueden perjudicar enormemente a la persona, cuando la autoestima no es muy fuerte. Y desde que soy mamá… pues aún las odio más. Mi hijo es pequeño, delgado, come regular, anduvo muy tarde…  Es carne de comparación.

Muchas veces los padres caemos en la tentación de comparar, creo que es algo innato en muchas personas. Pero yo lo tengo claro, delante de mi hijo intento no hacer comentarios comparándolo con otros niños. Tengo que seguir sufriéndolos por parte de los abuelos, y me enfado bastante porque no quiero que mi hijo crezca oyendo esas odiosas frases: «come más y ganarás a tu primo», «tienes que ser el primero, para ganar a todos», etc.

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En mi caso las comparaciones vienen de la mano de mi hijo mayor y los niños de su misma edad. Él es el más bajito de su clase y además siempre ha estado en el percentil 3 de peso. Los dos primeros años de vida le hicieron muchas pruebas porque no engordaba, por si era celiaco, tenía alguna intolerancia etc. pero siempre ha dado negativo. Siempre escucho frases como «debería medir esto», «debería medir lo otro», «está muy pequeño»… al principio me angustiaba y reconozco que lo pasé mal porque, aunque la gente no lo haga con mala intención, lo que provoca es crear una preocupación en los padres, muchas veces innecesaria. Cada niño es diferente y no debemos comparar a unos con otros porque ellos notan esa preocupación o ansiedad y se la transmitimos aunque no queramos. Mi hijo, por ejemplo, ahora dice «he crecido mucho, soy mayor», supongo porque también ha escuchado a su alrededor demasiadas opiniones sobre su físico.

La primera vez que oí hablar de las cintas mágicas de WASHI TAPE fue a una compañera de trabajo que había forrado su funda de móvil con una de ellas.

El Washi tape Washi Tape es un tipo de papel realizado a mano con un método tradicional chino .  Está fabricado a base de ingredientes naturales como plantas, bambú, cáñamo, arroz o trigo y su principal diferencia con el papel ordinario es la ausencia de químicos en su proceso de producción.

Indagando en Internet hemos podido comprobar que hay auténticos fans del Washi Tape y que la gente hace auténticas maravillas con este celo. Las posibilidades de este material son infinitas. Lo único que necesitas es imaginación.

 

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Tengo que reconocer que soy bastante «manazas» con los trabajos manuales pero en el Washi Tape he encontrado una manera más fácil de decorar cosas de la casa y hacerlo con mis hijas. A ellas les encanta y es una forma de implicarlas en la decorar objetos que les gustan.  Yo estoy totalmente enganchada a ella.

En cuanto a precios, podemos encontrar gran variedad ya que hay cintas de washi tape de varios tamaños de ancho. Desde 1’50 euros podemos encontrar este celo mágico.  En Internet también podreis encontrar miles de tutoriales en los que explican manualidades para hacer con niños.

 

Cuando pienso en cocinar con mis hijas siempre me vienen a la cabeza recetas de galletas, bizcochos, pasteles… pero es verdad que podemos cocinar con ellos muchos platos de cuchara, como unas lentejas caseras, fáciles y nutritivas.

TRUCOS DE MAMÁS os propone una receta muy muy fácil para preparar con tus hijos. Seguro que si las preparan ellos les gustarán!!

INGREDIENTES:

  • 250 gr de lentejas pardinas ( las metemos en remojo la noche anterior)
  • 1 brick de caldo de pollo (yo uso el de Gallina Blanca).
  • Pimentón de la Vera
  • Dos lonchas de chorizo de pamplona o chorizo de vela.
  • Aceite de oliva virgen extra.

PREPARACIÓN:

Se sofrie el pimentón de la Vera  y el chorizo de pamplona en trozos pequeños en una cazuela. Echamos las lentejas y cubrimos todo ello con el caldo de pollo. Dejamos cocer las lentejas durante aproximadamente media hora a fuego mínimo hasta que las lentejas estén en su punto.

Una receta sencilla y muy nutritiva. ¿Qué os parece? ¿Nos contáis alguna de las recetas que soléis hacer con vuestros peques?

 

El chalk paint o en castellano, la pintura de pizarra, lleva ya algún tiempo de moda. La primera vez que la vi fue en casa de unos amigos, que convirtieron una de las paredes de su cocina en una auténtica pizarra. ¡Me encantó la idea!

Aunque, por otra parte, me pareció algo peligroso con niños pequeños. Dejarles pintar en una pared puede tener su lado positivo (se lo pasan pipa y si se acostumbran a hacerlo allí, el resto de la casa estará a salvo)  y negativo (en la mente de un niño de 2-3 años cómo hacerle ver que solo se puede pintar allí y no en otro sitio).

En cualquier caso cada vez es más habitual usar pintura de pizarra para decorar no solo paredes también objetos como una caja, una maceta, una cómoda, la puerta de un armario...

Así que como en TRUCOS DE MAMÁS siempre queremos estar al tanto de las tendencias para transmitirlas a nuestros seguidores, nos hemos animado a hacer este post.

¿Dónde conseguir chalk paint o pintura de pizarra?

Tienes dos opciones: bien puedes comprarla en tiendas como Las Auténticas en Madrid. O puedes hacerla tú mismo: DIY. Es muy sencillo y solo necesitas pintura acrílica del color que desees (puedes hacer pintura de pizarra de múltiples colores, no pienses que solo es posible el típico color de pizarra), yeso y agua caliente. ¡Así de fácil! ¿No te lo crees? Puedes ver en youtube muchos tutoriales pero nos gusta éste en particular del blog Hadas y Cuscus:

Y una vez que ya tienes tu chalk paint o pintura de pizarra, ¿dónde aplicarla?

– Una pared en la cocina: es práctico para hacer anotaciones de la lista de la compra, los menús de los peques, las dosis de medicina, etc.

– Una pared de la habitación de tus peques: allí pasarán ratos muy divertidos. ¡Cómo les gustan las pizarras a los niños!

– Muebles: cómodas, cabecero de la cama, puertas de los armarios, mesa, etc.

– Cajas de madera

– Macetas y jardineras

– Botes de cristal

¿Se os ocurre algún sitio más? ¿Alguien ha hecho ya chalk point? ¿Nos enseñáis vuestras creaciones?

Magia infantil, magia cómica, magia musical y magia de grandes ilusiones se combinan en ‘Imagina Benicàssim. Festival de Magia’, una nueva cita de agenda para el verano benicense que vuelve este año tras el enorme éxito de la primera edición, celebrada en 2014, y que atrajo a más de 6.000 asistentes. En un escenario único como la Playa Torre San Vicente los más pequeños disfrutarán de lo lindo con este evento que volverá a llevar a Benicàssim grandes figuras del panorama de esta disciplina artística.

El festival, que se celebra del 23 al 26 de julio, busca ampliar la oferta de entretenimiento para mayores y pequeños. Y es que Imagina Benicàssim es una cita para la alegría y el optimismo, para la risa, para la diversión más auténtica, para el ocio más diverso, para el misterio, para la ilusión de los más pequeños. Y todo acompañado por la magia del Anfiteatro Pepe Falomir Almela, en la Playa Torre San Vicente. Pero esta nueva cita no es la única que se celebra en este mes en Benicássim ya que los más mayores podrán disfrutar del FIB, el festival de Teatro con Buen Humor y el Ciclo de Música Sacra.

Además de estos festivales, Benicàssim cuenta con muchas ofertas de ocio para que disfrute toda la familia. Además de sus bonitas playas, esta ciudad cuenta con rutas cicloturísticas ideales para aquellas familias que quieran conocer el paisaje de Benicássim. Recorridos con desniveles adaptados para los más pequeños, que cuenta en su recorrido con áreas de descanso en las que disfrutar del entorno. Preciosa la Vía Verde del Mar, que une la localidad con Oropesa del Mar en un trayecto sencillo, que ofrece unas vistas espectaculares.

La lista de atractivos se amplía con la oferta de karts, minigolf, el curioso Parque del Trenet (dedicado a los ferrocarriles en miniatura), la bolera y, por supuesto, el Parque Acuático Acuarama.